La dueña de Ferroatlántica alerta de la escalada de la energía para Sabón a partir de julio
El consejero delegado de Ferroglobe, Marco Levi, vaticina una "subida de los costes energéticos en España en la segunda mitad del año" que "impactará principalmente" en la factoría de Sabón, que actualmente opera a pleno rendimiento
El próximo 30 de junio vence el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que la dirección de Ferroatlántica pactó con los sindicatos para hacer frente a los elevados precios de la electricidad. Se trata de una medida que la firma decidió impulsar ante la previsión de futuros parones de actividad como consecuencia de una crisis energética que, sin embargo, ha remitido en los últimos meses.
Tanto es así que el precio del megavatio/hora en el mercado mayorista ha pasado de superar con holgura la barrera de los tres dígitos a situarse en el entorno de los 30 euros actuales. Esta dinámica de precios ha permitido, por un lado, la reactivación de la factoría de silicio metal de Sabón, así como la de Boo (Cantabria) y Monzón (Aragón) y, por otro, que los trabajadores se mantengan al margen de este ERTE.
A vueltas con el mercado eléctrico
Pese a ello, desde Ferroglobe consideran que la situación actual es coyuntural y que tiene visos de revertirse en la segunda mitad del año. «Todavía compramos en el mercado la mayoría de nuestra energía y esperamos una subida de los costes energéticos en España en la segunda mitad del año», subrayaba el consejero delegado de Ferroglobe, Marco Levi, durante la presentación ante inversores de los resultados del primer trimestre.
«Esto impactará principalmente en nuestras operaciones en Sabón», añadía Levi, que defendía que, por el contrario, para otras «zonas clave para la producción de silicio metal» se espera que los costes se «mantengan planos respecto a la primera mitad» de este 2024.
De esta forma, Ferroglobe (matriz de Ferroatlántica) prevé que España deje atrás lo que considera como unos «precios energéticos competitivos» que han llevado a que su división de negocio de silicio metal cerrase el primer trimestre del año como la rama más rentable del grupo. Su facturación creció un 4,4% respecto al mismo periodo de 2023, hasta alcanzar los 154 millones de euros mientras que su beneficio bruto de explotación (ebitda) se encaramó hasta los 14,8 millones de euros, superando así a los 13,2 millones del ferrosilicio.
La «deslocalización» de Ferroglobe en 2023
En este sentido, desde el comité de empresa aseguraban en declaraciones recientes a Economía Digital Galicia que la planta de Sabón se encontraba operando a pleno rendimiento después de los recortes sufridos en 2023. Fue entonces cuando la firma pactó con los sindicatos el primer ERTE para capear una crisis energética que forzó el apagado de hornos y el desvío de producción hacia otras plantas.
«Consiguieron beneficios por la deslocalización de producción que hicieron durante nuestro ERTE», defendían desde el comité de empresa, en referencia a los encargos que fueron derivados a Francia y Sudáfrica (en donde Ferroglobe reabrió en 2022 su planta de silicio metal de Polokwane). Estos movimientos abarataron la factura de Ferroglobe, que despidió el año pasado con un beneficio neto por valor de 80,4 millones de euros.
«El hecho de que la empresa haya logrado tan buenos resultados el año pasado se debe en buena parte a todo lo que hemos cedido los trabajadores», denunciaban. Es por ello que las organizaciones sindicales que constituyen la mesa negociadora del III acuerdo marco grupo de Ferroglobe (UGT FICA, CIG, CC.OO. USO y SU) han avanzado con nuevas movilizaciones en el mes de mayo ante lo que definen como «enroque» por parte de la multinacional a la hora de aplicar subidas salariales.