Fernández Somoza, gran fortuna gallega de Forbes, vuelve a duplicar beneficios y da el salto a Polonia
Carteson, la sociedad holding del empresario, en tiempos dueño de Transportes Azkar, cerró el ejercicio del estallido de la inflación con beneficios de 11,3 millones de euros, siendo el segundo consecutivo que dobla ganancias
Más allá de Amancio Ortega e Inditex, Galicia suma otras fortunas de relumbrón con escasa presencia mediática. Ejemplo claro es Luis Fernández Somoza, empresario lucense en su día propietario de Azkar que, anualmente, figura en la lista Forbes de grandes patrimonios del país. El pasado ejercicio lo acabó en el puesto número 70 del ranking español, estimándole la publicación una cartera cercana a los 400 millones de euros. Con un discreto y diversificado imperio de inversiones financieras, inmobiliarias y relacionadas con el mundo del transporte, Carteson, la sociedad cabecera de su holding, cerró el ejercicio del estallido de la inflación, de nuevo, duplicando sus ganancias.
Carteson es uno de los principales brazos inversores de Fernández Somoza, un vehículo centrado en la inversión en valores mobiliarios así como bonos y deuda pública de la que penden sus principales negocios. Es la sociedad cabecera de un grupo que no consolida resultados. Su última memoria anual remitida al Registro Mercantil y consultada por Economía Digital Galicia arroja unos activos que se elevaron en 2022 de los 461 a los 482 millones de euros. El patrimonio neto de la sociedad llega a los 363 millones. Su balance, que refleja unos ingresos de 14,5 millones de euros, apunta a un beneficio neto a lo largo del pasado ejercicio de 11,3 millones de euros frente a los 5,6 millones que se anotó en 2021. La clave, explican, está en la contención en los gastos así como la reversión de deterioros de varias de sus participadas.
Más beneficios
Es el segundo año consecutivo que, prácticamente, duplica beneficios ya que en 2020, el ejercicio de la pandemia, firmó unas ganancias de 2,1 millones de euros. El resultado de explotación, el propio de la actividad, se mantuvo en línea con el del año precedente, pasando de 8 a 8,4 millones de euros.
Los administradores de la compañía indican en su informe de gestión que a pesar de que el pasado año la cifra de negocio se minoró en un 5,52%, “la política de contención de gastos así como una reversión de provisiones” fue lo que hizo que obtuviese un ebitda superior al del ejercicio precedente. “El resultado financiero ha mejorado significativamente debido a la reducción de gastos financieros, los resultados de la cadena de negociación y las reversiones de deterioros de las participadas de la sociedad, mejorando el beneficio antes de impuestos del ejercicio y obteniendo un incremento del 100,75% del resultado”, explican. Las reversiones ascenderían a algo más de 3,8 millones de euros. “Como consecuencia, el cash flow de la sociedad se ha incrementado en un 61,08% y las rentabilidades tanto económica como financiera han mejorado, aunque no significativamente”, exponen.
Nuevos mercados
En cuanto a las perspectivas para este año, Carteson indica que “aunque se prevé una desaceleración en la economía en general y en el sector inmobiliario en particular con un ligero estancamiento y posible caída de precios en el primer semestre del año debido a las fuertes subidas de tipos de interés y al endurecimiento de las condiciones crediticias, el órgano de administración considera que 2023 seguirá siendo positivo en cuanto al mantenimiento de las condiciones de los contratos de alquiler a largo plazo”. Así, confía en que a lo largo del año los niveles inflacionarios se reduzcan “y no afecten significativamente de manera negativa al comportamiento de los precios de los activos inmobiliarios ni al mercado de alquiler”.
Además de en España, su principal mercado (de él proceden un 84,55% de sus ingresos), Carteson también opera en Portugal (8,5%) y en Reino Unido (6,95%). Además, el pasado ejercicio constituyó una participada, dependiente al 100%, en Polonia. Poco se indica en la memoria de la sociedad de la actividad que desarrollará desde la misma, aunque apuntan que su objeto social será “la construcción de hoteles e instalaciones hoteleras así como la gestión de los mismos”.
Condonación de rentas
De la cifra de negocio registrada por la sociedad –que no repartió dividendos– la mayoría procede de las inversiones inmobiliarias, en concreto, 13,5 millones de euros.
La compañía indica en su memoria que todavía durante el pasado 2022 pactó condonaciones de deuda con algunos de sus inquilinos debido a rebrotes de Covid y a impactos generados por la guerra en Ucrania. Estas ascendieron a algo más de 440.000 euros.