Fernández Somoza gana 20 millones con las sicavs que estuvo a punto de cerrar por la subida de impuestos
Currelos de Inversiones y Guntín de Inversiones, las sicav del exdueño de Azkar, rozan los 220 millones de euros de patrimonio tras revalorizarse un 10% en 2023
Luis Fernández Somoza saca provecho de sus sicav. El que fuera dueño de Azkar hasta su venta al grupo alemán Dachser se ha anotado plusvalías latentes por valor de 20 millones de euros a través de sus dos sociedades de inversión de capital variable. Se trata de Currelos de Inversiones y Guntín de Inversiones, cuyo patrimonio conjunto se ha situado a las puertas de los 220 millones de euros gracias al empujón de la bolsa en 2023.
Así se desprende de los últimos informes financieros semestrales que ambas entidades que tienen a Santander Private Banking como gestoras han presentado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Fue precisamente Guntín de Inversiones (la de mayor tamaño), la que más exprimió su rentabilidad en un 2023 marcado por la subida de las bolsas.
De Guntín a Currelo de Inversiones
En concreto, Guntín de Inversiones cosechó un avance del 10,3%. Este porcentaje contrasta con la pérdida del 9,5% registrada en 2022, aunque se sitúa ligeramente por debajo del 13,4% obtenido en un 2021 de rebote en los mercados financieros tras la crisis por el Covid-19. La sicav de Fernández Somoza tiene a Iberdrola y Banco Santander como principales activos en renta variable, si bien el grueso de su exposición a los mercados se canaliza a través de las diferentes instituciones de inversión colectiva de Bestinver, Gesconsult, GVC Gaesco o Mutuafondo, entre otros.
Con este acelerón, Guntín de Inversiones engordó su patrimonio desde los 129,17 hasta los 142,46 millones de euros, situándose así a las puertas de su récord de 142,81 millones logrado en 2021.
La revalorización de Guntín de Inversiones fue ligeramente a la del 9,97% obtenida por Currelos de Inversiones. Esta última se anotó el mayor crecimiento de los últimos años y compensó por completo la caída del 8,6% sufrida en un 2022 a la baja por las turbulencias en los mercados a cuenta de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Con este rebote en 2023, Currelos de Inversiones ha estirado su patrimonio de 70,06 a 77,03 millones de euros, cifra que, sumada a la de Guntín de Inversiones, hace un total 219,84 millones de euros de patrimonio para un Luis Fernández Somoza que en los últimos años se ha abonado al ranking de Forbes. Y es que la publicación situó al empresario lucense en el puesto número 80 de personas más ricas de España con una fortuna valorada en 400 millones de euros.
Currelos de Inversiones tiene a Iberdrola, Inditex y Merlin Properties (dueña del centro comercial Marineda City) como principales posiciones en renta variable mientras el grueso de su patrimonio se reparte, al igual que Guntín de Inversiones, en diferentes gestoras de fondos. Entre ellas, Magallanes, Renta4 o AzValor.
Paradójicamente, Fernández Somoza ha exprimido la rentabilidad de sus dos sicav tras dar marcha atrás en su proceso de cierre. Fue en febrero del pasado año cuando Santander Private Banking anunció la intención de proponer a la junta de accionistas de ambas sociedades su renuncia a seguir actuando como una sicav.
La marcha atrás de Fernández Somoza con sus sicav
El movimiento se enmarcaba en la misma línea al efectuado por otras grandes fortunas gallegas como Sandra Ortega, Juan Carlos Rodríguez Cebrián o la familia Freire (dueña de Megasa) ante la publicación de la nueva Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal. Esta normativa comenzó a aplicarse el pasado año y establecía que todos los accionistas de estas sociedades, al menos cien, debían tener una participación mínima de 2.500 euros.
El objetivo era poner cerco a la figura de los conocidos como mariachis, nombre que reciben en el argot financiero los socios de las sicavs sin representación real. Y es que la mayoría de estos vehículos, a pesar de ser de naturaleza colectiva, contaban con un accionista que retenía más del 99% del capital. En el caso de no cumplir con estos requisitos, estas sicav verían elevado el gravamen de su Impuesto de Sociedades del 1% al 25%.
Pese a su intención inicial de cierre, los gestores de la sociedad dieron marcha atrás a este plan y el pasado octubre confirmaron su continuidad, una apuesta que ha tenido su particular premio en forma de estas rentabilidades del 10%.