Las antiguas plantas de Ingapan, rumbo al parqué: Europastry lanza su tercer intento de salir a Bolsa
El grupo de productos de panadería congelada quiere debutar en el parqué en verano con una oferta de acciones para dar salida al fondo MCH, que controla el 20% del capital, y una ampliación de capital
Europastry completa la trilogía. El fabricante de productos de panadería congelados intentará por tercera vez salir a Bolsa. La fecha estimada en esta ocasión es el próximo verano, para lo que la familia Gallés está estudiando lanzar una oferta de acciones (OPV) que facilite la salida del fondo MCH, propietario del 20% del capital, combinada con una ampliación de capital (OPS), según han trasladado fuentes financieras.
La compañía catalana, que cerró 2022 el pasado ejercicio con 74 millones de beneficio, es la propietaria de las antiguas plantas de Ingapan, el grupo gallego que adquirió definitivamente en 2019, aunque ya estaba presente en el capital desde años antes. La facturación del grupo está por encima de los 1.000 millones.
Crisis financiera
La nueva tentativa de salir a bolsa tiene como precedente otras dos que no se materializaron. Europastry lo probó en 2007, en busca de liquidez para desarrollar su plan de inversiones. Entonces, la familia fundadora diseñó una ampliación de capital previa para luego colocar en el mercado alrededor del 40% del capital, lo que aportaría recursos suficientes para su plan de crecimiento, que pasaba por invertir entre 50 y 75 millones anuales.
Las turbulencias económicas de aquel momento, antesala de la crisis financiera, hizo que Europastry y sus asesores decidieran retrasar el debut bursátil. Tanto lo retrasaron que no se supo más hasta 2019.
Un año antes del Covid
En el ejercicio previo a la pandemia trabajó con JP Morgan, Morgan Stanley e ING para comenzar a cotizar, lo que hace pensar que podrían repetir en esta nueva tentativa, según apuntó Cinco Días. El enfoque de 2019 tenía también el objetivo de que MCH deshiciera su posición, pero tampoco entonces les acompañó el mercado. Las valoraciones eran demasiado bajas para las expectativas del grupo, que volvió a aplazar el desembarco bursátil con aparente consenso entre familia, fondo y asesores. Entre ellos estuvieron también BBVA, Caixabank y Rabobank.