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Estrella Galicia iguala a Mahou por beneficios con la mitad de ingresos
La compañía gallega, que supera a la madrileña en cuanto a márgenes y que el año pasado ganó cuota de mercado, cerró 2023 con un beneficio de 107 millones de euros, un 27,8% más, frente a los 108 millones de ganancia de los de Rodríguez-Toquero
La fabricación de cerveza en España es cosa de cuatro grandes actores. Mahou San Miguel, Damm, Heineken España e Hijos de Rivera, la compañía coruñesa dueña de Estrella Galicia. Los de Ignacio Rivera presentaron este miércoles sus resultados correspondientes al ejercicio 2023 arrojando un beneficio neto de 107 millones de euros. Su presidente acostumbra a decir que no buscan ser la cerveza más vendida, pero sí la más querida. De momento, lo que han logrado es sobrepasar en márgenes al histórico grupo madrileño, al que prácticamente igualan en ganancias a pesar de que su cifra de negocio se sitúa en menos de la mitad.
Hijos de Rivera cerró el 2023 como un año de transición con nota. Aún sin tener en funcionamiento su nueva planta en Morás, en el vecino municipio de Arteixo, y solo con su histórica factoría en el polígono coruñés de Agrela, logró superar, por primera vez, las ventas de 500 millones de litros de cerveza, además de los 230 millones de litros de agua, dando un fuerte impulso a los mercados internacionales (aunque en todo caso, España representa el 90% de su cifra de negocio). La familia cervecera se anotó un crecimiento de doble dígito tanto en facturación como en beneficio. Los ingresos se incrementaron un 14,5%, hasta los 829 millones de euros, mientras que las ganancias netas alcanzaron los 107 millones de euros, un 27,8% más. En la presentación de resultados, indicaron que el descenso de los costes de producción repercutió en el incremento de los beneficios.
Esos 107 millones de euros de ganancia neta colocan a Estrella Galicia prácticamente a la par que el gigante Mahou, hasta el año pasado, la compañía española líder en cuanto a beneficios. La dueña de marcas como Mahou, San Miguel, Alhambra o Solán de Cabras cerró el ejercicio 2023 con un beneficio neto de 108,3 millones de euros y un avance de un 6,1%. A pesar de tener un resultado del ejercicio similar, la diferencia en cuanto a producción es abismal. Con una facturación que se incrementó un 10%, hasta los 1.917,3 millones de euros, más del doble que la corporación gallega, sus ventas ascendieron a 21 millones de hectolitros, es decir 2.100 millones de litros, de los que más de 1.600 se correspondían con el negocio de la cerveza.
La diferencia, en el ebitda
En su presentación de resultados, el pasado abril, el director general de la compañía, Alberto Rodríguez-Toquero destacó que la histórica cifra de negocio, de casi 2.000 millones de euros, vino impulsada en gran medida por el incremento de los precios, aunque la rentabilidad no subió tanto debido a que decidieron “no trasladar el aumento de costes de las materias primas y de transporte al precio de los productos”.
Es cierto que, en la comparativa, Mahou se distancia más de Estrella Galicia en cuanto al resultado bruto de explotación. Es decir, mientras que el ebitda de Hijos de Rivera fue de 205 millones de euros, con un notable incremento de un 20,6%, el de Mahou alcanzó los 283 millones de euros, en este caso un 8,1%.
Estrella reina en los márgenes
Con estas métricas, de nuevo, Hijos de Rivera mantiene unos márgenes que duplican a los de los gigantes del sector. Teniendo en cuenta el avance de la facturación y beneficios, los coruñeses han logrado situar su margen neto en un 12,9%, frente al 11,6% registrado en 2022. Por su parte, Mahou San Miguel se queda en el 5,6%, ligeramente por debajo del 5,9% del año anterior.
En la presentación de este miércoles, Ignacio Rivera hizo hincapié en que la compañía logró incrementar su cuota de mercado en casi un punto el pasado año, ya que creció mientras que el consumo bajó en el conjunto del sector. Su intención es la de seguir creciendo en los próximos años gracias a la entrada en funcionamiento de la planta de Morás, que podría comenzar a producir ya este verano y en, un futuro, alcanzar un máximo de 1.000 millones de litros anuales.
La nueva factoría marcará un salto en cuanto a la producción de Hijos de Rivera, que ven en ella una pieza clave para potenciar su internalización. Este miércoles, sobre sus planes de crecimiento a futuro, Ignacio Rivera descartó una salida, al menos en el medio plazo a bolsa. “No valoramos una salida a bolsa ahora mismo ni la estamos estudiando. Estamos en ese reto de llegar a los mil millones en ventas, que según nuestra contabilidad interna podríamos alcanzar el año que viene”, explicó. “Una vez que tengamos eso, te puedes marcar un nuevo plan estratégico más allá del año 27. Lo que queremos es seguir con la internacionalización y que sea un eje importante, vamos a intentar también alguna operación inorgánica. Cuando alcancemos eso, quizás ese sea el momento en el que te puedes llegar a plantear una salida a bolsa, pero tenemos mucho recorrido antes”, explicó, para recordar además que su nivel de deuda, incrementada por la nueva planta, sigue siendo muy aceptable, por lo que no existe esa necesidad de salir al mercado para crecer.
Si algo queda claro en la comparativa de las grandes de la cerveza es la necesidad del esfuerzo inversor. Mahou batió récords el pasado año, con una inversión de 543,6 millones de euros, un 11,2% más. La prioridad estuvo en la modernización de los centros de producción. También Estrella firmó en 2023 su mayor año inversor, con 175 millones de euros, una evolución de casi un 15%.