Nuevo proyecto de eólica marina en Galicia: la americana Invenergy quiere un parque de 522 megavatios
El desarrollador de soluciones de energía sostenible, que acaba de echar a andar un centro logístico en As Pontes, presenta ante Transición Ecológica el proyecto de un parque que se ubicará “en la costa noroeste de la provincia de A Coruña”
Nuevo actor en la carrera por la eólica marina gallega, que ni siquiera ha comenzado y ya suma hasta trece proyectos distintos presentados ante el Ministerio de Transición Ecológica. Invenergy, compañía americana que desembarcó en España en 2022 y que se define como “el mayor desarrollador y operador global privado de soluciones de energía sostenible” quiere construir un parque offshore de 522 megavatios que, de salir adelante, se ubicaría “en la costa noroeste de la provincia de A Coruña”.
A través de la filial Invenergy Renewables Europe, el grupo ha presentado ante el ministerio de Teresa Ribera un proyecto de parque marino flotante denominado O Boi. Así se desprende de la información disponible en la página de consulta pública de evaluaciones ambientales de este departamento del Gobierno.
Invenergy, entre As Somozas y As Pontes
Invenergy Services anunció en noviembre de 2022 que comenzaba a operar en España, mediante la adquisición de compañía HUSO, especializada en la instalación, gestión y mantenimiento de parques eólicos y con sede en el polígono de As Somozas. Entonces, la multinacional destacó “su especial interés por el mercado español”. Fundado en Chicago en 2005, el grupo opera en América, Europa y Asia. En la actualidad tiene ya acabados o en desarrollo unos 202 proyectos en todo el mundo que generan 31 gigawatios de energía.
De momento, el desembarco español de esta compañía parece pivotar sobre Galicia. Tras la compra de HUSO, Invenergy Services acaba de echar a andar un centro logístico en el polígono pontés de Penapurreira, una nave de más de 7.000 metros cuadrados que se suma a la que ya tiene en As Somozas, de unos 2.000 metros. Se empleará como almacén central y oficina del personal técnico de la compañía. El pasado mes de febrero, la compañía indicó que tenía previsto aumentar su plantilla de forma inminente, superando ya los 250 trabajadores en la actualidad.
Ardua competencia
Aunque las subastas de megavatios offshore aún no han comenzado en España, la costa gallega se ha convertido en objeto de deseo de los grandes promotores del sector. Solo un dato, ante el Ministerio de Transición Ecológica, en los últimos años, se han presentado hasta trece macroproyectos distintos que apuestan por levantar parques de eólica marina, mayoritariamente en la zona norte, frente a las costas de A Coruña y Lugo y, en menor medida, en el entorno de la ría de Vigo. Según fuentes del sector, a la espera de ver cómo se desarrollan las subastas, lo más probable es que solo se adjudique un parque en la comunidad con una potencia que, en principio, podría ser mucho menor de las postuladas en los proyectos.
Además de Invenergy, entre los promotores se encuentran gigantes como Iberdrola, Ferrovial o Cobra, además de Capital Energy, el consorcio entre BlueFloat y Sener e IberBlue, una joint venture participada por Amper. Hasta este momento, los dos últimos proyectos que se habían presentado ante Transición Ecológica, para arrancar sus trámites ambientales eran los impulsados por la cordobesa Abei Energy, que propone dos parques flotantes que alcanzarían una potencia total de 915 MW y se ubicarían frente a la costa lucense y la asturiana.
Tramitación y protestas
Todo esto mientras la eólica marina sigue poniendo en pie de guerra al sector de la pesca por el impacto que estiman tendrá en su actividad y mientras el Gobierno continúa con su hoja de ruta para poner en marcha las subastas de espacios y MW, que en España arrancarán previsiblemente por las Canarias.
A finales de febrero, Transición Ecológica presentó, tras una considerable demora, el decreto que regulará las subastas de eólica marina y que era la pata que faltaba para el desarrollo de esta tecnología tras la aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), que fijan las zonas para el desarrollo prioritario de los parques. La normativa se abrió a alegaciones con el sector pesquero en contra y, en Galicia, con la oposición frontal a nivel político del BNG.