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Enagás, la ‘oveja negra’ en los 1.700 millones de inversión de Amancio Ortega en energía
Casi seis años después de adquirir el 5% del grupo, Pontegadea aún acumula pérdidas de 11 millones, a diferencia del resto de inversiones en infraestructuras energéticas, como REN o Redeia, donde ya obtiene retornos millonarios pese a haber entrado más tarde
![Arturo Gonzalo, consejero delegado de Enagás / Enagás](https://www.economiadigital.es/galicia/wp-content/uploads/sites/3/2022/12/Arturo-Gonzalo-Presentacion-Estrategia-1000x665.jpg)
Arturo Gonzalo, consejero delegado de Enagás / Enagás
Amancio Ortega se hizo con el 5% de Enagás en diciembre de 2019. Pontegadea estaba entonces en los inicios de un proceso de diversificación de inversiones que ha llevado al fundador de Inditex a destinar unos 1.700 millones a tomar participaciones en grupos de infraestructuras energéticas y en renovables, trascendiendo así la tradicional cartera inmobiliaria a la que destinaba la práctica totalidad del dividendo del gigante textil.
A la entrada en el grupo que dirige Arturo Gonzalo, le siguieron las inversiones en Redeia (Red Eléctrica), en la portuguesa REN y en Enagás Renovables, aunque su mayor apuesta en energía verde la hizo de la mano de Repsol, pues desembolsó 635 millones para convertirse en socio de la energética en el parque eólico Delta, en el fotovoltaico Kappa y en una cartera de 618 megavatios formada por doce parques eólicos y dos plantas solares. El año pasado, la family office capitaneada por Roberto Cibeira realizó su primera operación conocida en renovables en el extranjero, con la entrada en tres parques eólicos de la empresa pública francesa EDF.
De estas inversiones, algunas todavía muy recientes, la que más problemas está deparando al hombre más rico de España en términos de rentabilidad es Enagás. De hecho, es la única empresa cotizada en la que participa Amancio Ortega en la que no ha obtenido retorno por su inversión, pues todavía registra una minusvalía de 11 millones de euros cinco años después de la compra. No sucede así con Redeia ni con la lusa REN, el operador de la red eléctrica y gasista portuguesa, pues en ambos casos ha generado ya retornos positivos a través de los dividendos o de la propia revalorización en bolsa de su participación. Y, desde luego, tampoco sucede con Telxius, la filial de infraestructuras de telecomunicaciones de Telefónica, pues el dividendo abonado tras la venta del negocio de torres a ATC superó con creces los 379 millones que pagó por el 10% de la compañía.
Los números de Enagás
Pontegadea pagó 281 millones por el 5% de Enagás, que adquirió en una ampliación de capital realizada por la compañía para pagar la compra de Tallgrass. En aquel momento, la cotización trazaba una línea ascendente que duró bastante poco, truncada en parte por el impacto del Covid. Cinco años después, con Tallgrass ya fuera del grupo, las acciones de la gestora de la red gasista se depreciaron un 47% y el valor de la participación de Amancio Ortega es de 159 millones, 122 millones menos que lo que pagó en 2019.
Los dividendos percibidos de Enagás no son suficientes todavía para tapar este agujero. Desde 2020, Pontegadea recibió unos 114 millones de la retribución de la compañía a sus accionistas, por lo que, aún sumando estos ingresos, la pérdida respecto a la inversión inicial se sitúa en los 11 millones. Salvo un declive abrupto en el IBEX, la próxima tanda de dividendos de la compañía, que abona dos anuales, pondrá al brazo inversor del dueño de Inditex en cifras positivas.
Ganancias en Redeia y REN
La situación es más favorable en Redeia y REN, donde Pontegadea entró más tarde que en Enagás, en julio de 2021. A pesar de ello, ya obtiene retornos positivos de sus inversiones. En el caso de la compañía que preside Beatriz Corredor y que acaba de vender Hispasat a Indra, el empresario gallego desembolsó 481 millones para adquirir el 5% del grupo. Tampoco le fue bien en el parqué a la gestora de la red de alta tensión española, pues la participación de Ortega vale a día de hoy 444 millones, 37 millones menos.
Sin embargo, los dividendos recibidos, casi 74 millones compensan con creces la diferencia. dejando un retorno de unos 37 millones. Desde la entrada de Pontegadea, tercer mayor accionista por detrás de la SEPI y Blackrock, la compañía está abonando un euro por acción cada año, repartido en dos pagos, por lo que el holding de Ortega ingresa unos 27 millones por ejercicio.
En el caso de la portuguesa REN no es necesario hacer demasiadas cuentas. La capitalización en bolsa del grupo luso es de 1.621 millones, de manera que el 12% que compró Pontegadea tiene una valoración bursátil de 194,5 millones, ligeramente por encima de los 190 millones en los que estaba valorado en el momento de la compra, en 2021. REN está pagando desde 2021 un dividendo de 15,4 céntimos por acción y prevé alcanzar los 16,3 céntimos en 2027. Amancio Ortega es el segundo mayor accionista por detrás de la china State Grid Corporation.
Así diversifica su cartera Amancio Ortega
La entrada en Enagás, año y medio después de adquirir el 10% de Telxius, marca el inicio de una inversión próxima a los 1.700 millones de Pontegadea en activos energéticos, primero enfocados a las infraestructuras y después a las renovables. Este importe se reparte en 281 millones por el 5% de Enagás; 481 millones por el 5% de Redeia; 245 millones por el 49% del parque eólico Delta, 335 MW en la provincia de Zaragoza; 27 millones por el 49% del parque fotovoltaico Kappa, 126,7 MW en Ciudad Real; 363 millones por el 49% de una cartera de 618 megavatios eólicos y fotovoltaicos de Repsol; y unos 3,5 millones por el 5% de Enagás Renovable. A estos hay que sumar la participación del 49% en 160 MW eólicos de la estatal francesa EDF Renouvelables, cuyo coste de adquisición no se ha hecho público. Como explicó este medio, los activos eólicos y fotovoltaicos generaron un beneficio de explotación de 50 millones en 2023.
En este periodo, la diversificación en las inversiones de Amancio Ortega llegó también a los activos inmobiliarios, donde cuenta con una cartera valorada en unos 20.000 millones de euros. Si el grueso de sus compras se centraron tradicionalmente en las oficinas y establecimientos comerciales, en los últimos años ha apostado por nuevos segmentos como el residencial y, especialmente, la logística, donde supera los 1.000 millones de inversión. La última aventura de la family office del fundador de Inditex han sido los aparcamientos, con la compra del 20% del grupo Q-Park.