Los ruinosos negocios que el expresidente de Pescanova dirige desde Soto del Real

La sombra de Soto del Real por un buen tiempo y tener que afrontar una indemnización millonaria por el caso Pescanova no impiden que la vida siga, también empresarialmente, para Manuel Fernández de Sousa-Faro. En prisión desde hace año y medio, el expresidente de Pescanova dejó a su mujer la administración de algunos negocios familiares en pleno proceso judicial, como Kiwi España, que estaba en números rojos al cierre de 2023, al igual que Granxa Pegullal, otra de las empresas del grupo familiar.

El sudoku del caso Pescanova fijó una ecuación imposible. La sentencia del Tribunal Supremo estableció indemnizaciones de 166 millones de euros para inversores y bancos, una cantidad que multiplicaba entonces por catorce la capitalización de la vieja Pescanova en bolsa. El alto tribunal rebajaba la pena de prisión de Manuel Fernández de Sousa-Faro, el expresidente, de ocho a seis años y le obligaba al pago de 125 millones, ya que la antigua compañía tiene que hacer frente también a esta indemnización de forma subsidiaria.

Los negocios que asume la mujer

Sin embargo, los negocios familiares que mantenía el expresidente, antes como administrador único o solidario, pasaron a su mujer, que salió indemne del caso Pescanova y ahora es el rostro de las empresas en su día ambos levantaron. Se trata de Kiwi España, creada en 1984, y Granxa Pegullal, constituida tres años más tarde. Pues bien, esos negocios tornan en ruinosos a decir por sus cuentas de resultados correspondientes al cierre de 2023. Meses antes, en abril, Fernández de Sousa había ingresado en Soto del Real, condenado a seis años por delito continuado de falsedad de cuentas anuales y de falsedad de información económica y financiera.

María del Rosario Andrade Detrell es administradora única de Kiwi España desde febrero de 2022. El control del 100% de esta compañía se ejerce a través de otra sociedad familiar, Quinta do Sobreiro SL, cuyo cambio en la gestión, de Manuel Fernández a Rosario Andrade como administradora única, se había firmado años antes, en 2016. Tres años antes, Pescanova suspendía pagos.

De Kiwi España a Granxa Pegullal

Con base en Tomiño, Kiwi España cuenta con unos activos de 4,8 millones de euros y un patrimonio de 2,3 millones. El año pasado recibió una aportación de los socios por importe de 1,5 millones, según recogen las cuentas de la compañía depositadas en el Registro Mercantil y a las que Economía Digital Galicia ha tenido acceso a través del servicio de Insight View. Sus ingresos mejoraron en 2023, hasta alcanzar los 905.000 euros (781.000 euros en 2022) y sus resultados siguieron en números rojos, pero por con la mitad de pérdidas: 679.000 euros en negativo frente a los números rojos de 1,2 millones de 2022.

En Salceda de Caselas, Granxa Pegullal, desde el pazo del mismo nombre y dedicada a la actividad agropecuaria, cuenta con unos activos de 4,4 millones de euros, de los cuales unos 3,8 millones corresponden a inmovilizado material. Sus ingresos, más modestos, ascendieron al cierre de 2023 a 268.000 euros, de acuerdo con la misma fuente, frente a los 311.000 euros facturados un año antes. Granxa Pegullal, de hecho, entró en pérdidas el año pasado, al firmar unos números rojos de 192.000 euros, frente al pequeño beneficio (7.800 euros) obtenido un año antes.