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El vínculo comercial de Galicia y Venezuela, en mínimos pese a la presencia de Inditex y Abanca
La inversión gallega en Venezuela es prácticamente inexistente desde 2003; las exportaciones aumentaron en 2024 pero fueron insignificantes el año pasado; Inditex y Abanca son las únicas empresas con presencia en un país que acoge a más de 30.000 personas de origen gallego
La tensión política vuelve a escalar en Venezuela con motivo de la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente del país, que ha sido recibida con protestas en distintos puntos de la geografía gallega y en la propia Caracas, donde los opositores han denunciado la detención «violenta» y posterior puesta en libertad de María Corina Machado, que reaparecía tras cuatro meses en la clandestinidad.
La oposición al chavismo ha negado que Maduro obtuviera la mayoría de votos en las elecciones presidenciales del 28 de julio y ha reivindicado la victoria de la candidatura de Edmundo González, concitando relevantes apoyos internacionales, entre ellos, el de la Unión Europea. En ese contexto se produjeron las protestas en la víspera de la toma de posesión del sucesor de Hugo Chávez, que no ha presentado las actas que acreditan su triunfo y que no será reconocido ni por la UE ni por Estados Unidos.
Esta inestabilidad política y el progresivo deterioro económico del país latinoamericano, en su momento uno de los grandes destinos de la emigración gallega, ha deshilachado la relación comercial entre Galicia y Venezuela, a pesar de que residen allí más de 30.000 ciudadanos de origen gallego, según datos del INE. Ese vínculo humano, que el colapso económico está convirtiendo en un flujo migratorio de venezolanos hacia Galicia, es el principal nexo entre ambos territorios, pues a nivel de exportaciones, inversiones o presencia de empresas gallegas en Venezuela, hay poco que contar.
El regreso de Inditex
Inditex tiene presencia en Venezuela a través de una sola tienda en régimen de franquicia en Caracas. Llegó a contar con una veintena de establecimientos de las marcas Zara, Bershka y Pull&Bear, gestionadas por la empresa Phoenix World Trade, controlada por el empresario venezolano Camilo Ibrahim, uno de los socios de la aerolínea Plus Ultra. En 2021, el grupo de Amancio Ortega echó el cierre de los cinco puntos de venta que le quedaban en el país.
El año pasado, la multinacional gallega regresó a Caracas de la mano de Grupo Futura Retail, que además de Zara opera en el país con marcas como Cortefiel, MNG, Parfois, Timberland, Women’s Secret, Swarovski, Balú, alcanzando el centenar de tiendas, según datos del ICEX, la entidad pública dependiente del Ministerio de Economía.
De Inditex a Abanca y Ferroglobe
La exposición de Inditex en Venezuela, por tanto, es prácticamente inexistente, aunque es casi la única empresa gallega con presencia allí. La otra es Abanca, que cuenta con una oficina de representación en la Torre Banesco, ubicada en la capital. El banquero venezolano Juan Carlos Escotet, dueño de la entidad financiera gallega, es el fundador y presidente de Banesco, por lo que el vínculo es evidente. En 2018, el directivo dejó temporalmente sus funciones en la presidencia de Abanca para viajar a Venezuela por la intervención de Banesco y la detención de once de sus directivos. El fiscal general del país, Tarek William Saab, acusó a la entidad de operar en un mercado paralelo para dañar la moneda venezolana.
Del listado de empresas españolas en Venezuela que ofrece el ICEX hay algunas con una larga relación con Galicia. La más evidente es Ferroglobe, dueña de la planta de Ferroatlántica en Sabón (A Coruña) y antiguo propietario de las fábricas de Cee y Dumbría y de las centrales hidroeléctricas del río Xallas y Grande que ahora opera Xeal. La compañía controlada por el Grupo Villar Mir tiene una planta en Puerto Ordaz, pero desde, al menos, 2021 la inversión está totalmente deteriorada en sus balances. Ferroglobe considera que las instalaciones tienen un valor equivalente a cero, por lo que tampoco tiene riesgo contable vivo en el país.
Repsol, que tiene actividad petrolífera y gasista en el país, y Hesperia, el grupo de la familia Castro Sousa, también operan en Venezuela.
Las exportaciones remontan tras tocar suelo
Los informes de comercio exterior del Ministerio de Economía no registran en 2023 exportación alguna de la comunidad hacia Venezuela, a pesar de haber vendido en el exterior productos por valor de más de 30.000 millones durante el ejercicio. Esto no significa que no se exportara nada a la república bolivariana, sino que el ICEX no registra los países que representan menos del 0,30% del comercio exterior total. En esa baja escala se ubicaría Venezuela.
En 2024 las exportaciones remontaron, aún siguiendo en niveles bajos. Según el mismo departamento, se situaron en 36,7 millones hasta julio, lo que supone nueve veces más que el ejercicio previo. Quizá el regreso de Inditex haya contribuido al rebote. Las importaciones en los siete primeros meses del año alcanzan los 16,8 millones, lo que arroja una balanza comercial negativa para Galicia de casi 20 millones.
Sin inversiones en Venezuela
Galicia encadena 20 años sin inversiones significativas en Venezuela. O, cuando menos, no las ha realizado de manera directa. Según los datos del Ministerio de Economía, la última partida relevante data de 2003 y ascendió a 13,9 millones. Después de eso, no se produjeron inversiones relevantes, más allá de medio millón de euros en 2009. El resto de ejercicios fueron en blanco.
En la otra dirección, los datos mejoran, aunque no demasiado. La inversión desde Venezuela en Galicia superó los 11 millones de euros entre 2014 y 2018. Luego paró de manera abrupta. Entre 2019 y septiembre de 2024, últimos datos disponibles en el Ministerio de Economía, no se alcanzan los 800.000 euros.