El juzgado declara concurso de acreedores en Euroespes y nombra un nuevo administrador
El Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña ha declarado el concurso voluntario de acreedores de la biotecnológica con sede en Bergondo, que tendrá a Rcdconcursal como administrador durante este proceso
Euroespes entra en concurso de acreedores. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña ha declarado el concurso voluntario de acreedores del centro de neurociencias y medicina genómica con sede en Bergondo y ha designado a la firma catalana Rcdconcursal como administrador concursal.
Según la documentación que la compañía ha remitido al BME Growth, índice en el que cotiza desde hace 12 años, su intención pasa por «ofrecer solución de continuidad, con una propuesta de convenio a sus acreedores que le permita reestructurar la deuda anterior al auto y continuar con su actividad».
El concurso voluntario de acreedores afecta también a su filial Euroespes Biotecnología y se ejecuta ocho meses después de la entrada de la firma en preconcurso de acreedores. La compañía que capitanea Ramón Cacabelos había activado esta medida después de constatar que durante los primeros meses del año «la generación de caja de la compañía no se encuentra en los niveles esperados, habiéndose retrasado los resultados de las diversas acciones emprendidas tanto para la generación de recursos adicionales, como para la renegociación de su deuda financiera, que permitieran hacer frente al calendario de pagos de dicha deuda».
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Meses después la firma comunicaría su intención de presentar el concurso voluntario de acreedores ante «la imposibilidad» de lograr un acuerdo de reestructuración de la deuda con sus acreedores. Y es que Euroespes dio carpetazo a 2022 con 3,3 millones de euros de facturación (apenas 7.000 euros más que el año anterior) y 1,13 millones de euros en pérdidas, cuadruplicando así las cosechadas en 2021. Esta situación, unida a su deuda de 4,8 millones de euros, de los cuales 4,3 millones se corresponden a entidades financieras, han puesto contra las cuerdas las cuentas de la compañía, que ahora resolverá su futuro mediante el concurso voluntario de acreedores.
La biotecnológica gallega ya defendió en otra comunicación pasada al BME Growth de que todos los pasos a seguir giraría en torno a «la premisa de la continuidad en la actividad y con el objetivo de conseguir un convenio con los acreedores que permita superar la situación de la forma más adecuada».