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El ‘annus horribilis’ de Alcoa: vuelve a pérdidas, se desploma en bolsa, dispara la deuda y cambia su cúpula
Los analistas vaticinan que la multinacional estadounidense cerrará 2023 con unas pérdidas de casi 430 millones de euros antes de reactivar el 6% de las cubas de San Cibrao en el arranque del año que viene
Alcoa encara su antepenúltimo mes de apagón en la planta de aluminio de San Cibrao. La multinacional con sede en Pittsburgh (Estados Unidos) reactivará las series de electrólisis de la factoría en el arranque de 2024 tras permanecer fuera de actividad durante dos años, un periodo en el cual ha pasado de cosechar resultados récord a regresar a números rojos con vuelco a la cúpula incluido.
Y es que la compañía anunció esta semana un relevo en su presidencia. Roy Harvey ha dado paso a William F. Oplinger, que hasta ahora ejercía de director de operaciones y ocupaba una de las vicepresidencias de Alcoa, como nuevo presidente. Harvey, que venía ejerciendo como CEO de la compañía desde noviembre de 2016 y como presidente desde mayo de 2017, cede el bastón de mando después de que, según aseguraba Alcoa en un comunicado, haya ayudado durante este periodo a transformar a la compañía «en la empresa fuerte y resiliente que es hoy».
La vuelta a pérdidas de Alcoa
La salida de Harvey, que desempeñará el puesto de asesor estratégico del nuevo presidente de Alcoa hasta el próximo mes de diciembre, se produce en un momento marcado por las turbulencias de la compañía tanto en bolsa como en su cuenta de resultados. No en vano, la compañía cerró el primer semestre del año con unas pérdidas por valor de 333 millones de dólares (unos 315 millones de euros al cambio actual).
«Esperamos ver una mejora financiera en el tercer trimestre de 2023, ya que se prevé que los segmentos de alúmina y aluminio tengan costes reducidos de materias primas y producción», aventuraba Roy Harvey en la presentación de resultados. La compañía se vio penalizada por el recorte de ventas del 22,8% en medio de la presión a la baja sobre el precio del aluminio y el recorte de producción en algunas de sus instalaciones.
En alguna de ellas, como es el caso de San Cibrao, además del vacío en ventas, la compañía asume, además, unas inversiones de casi 200 millones de dólares que pesan sobre su cuenta de resultados. Los analistas ya vaticinan que Alcoa dará carpetazo al ejercicio 2023 con unos números rojos por valor de 453 millones de dólares (unos 428 millones de euros) como consecuencia de esta tormenta perfecta.
Además, esta vuelta a pérdidas se traducirá en un fuerte repunte de la deuda neta de la compañía. El consenso de analistas prevé que esta se eleve desde los 444 millones de dólares con los que Alcoa despidió 2022 hasta los 1.004 millones al cierre del ejercicio en curso. Para 2024, por el contrario, se espera un cambio de tendencia y que la cifra se reduzca hasta los 728 millones de dólares al calor de la vuelta a beneficios de la multinacional (las previsiones apuntan a que será de unos 613 millones de dólares).
Caídas en bolsa
A la espera de este golpe de timón en su cuenta de resultados, Alcoa continúa alejándose de sus máximos históricos en bolsa. No en vano, las acciones de la compañía que ahora preside William Oplinger han pasado de cotizar por encima de los 90 dólares a hacerlo en los 29,06 dólares con los que cerró la sesión del viernes.
La firma se ha visto lastrada por su descenso del 36% en lo que va de año y ha regresado hasta niveles no vistos desde el primer trimestre de 2021. Este descenso en bolsa ha movido también a la baja la capitalización bursátil de la compañía, que ahora ronda los 4.900 millones de euros.