CNMV, juzgados, accionistas… Fernando Romero cede a la presión y dimite para salvar EiDF de una nueva crisis

El fundador del grupo deja sus cargos presionado por parte de los accionistas y tras encajar duros golpes a su reputación, desde los expedientes de la CNMV a procesos judiciales o los propios problemas contables que desencadenaron la crisis de EiDF

Fernando Romero, consejero delegado de EiDF / EiDF Solar

Fernando Romero, consejero delegado de EiDF / EiDF Solar

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Fernando Romero ha dimitido como consejero y presidente de EiDF Solar, puesto en el que será sustituido por Eduard Romeu, quien fue vicepresidente de Audax Renovables y vicepresidente económico del Fútbol Club Barcelona antes de desembarcar en el consejo del grupo gallego en enero de este año. La renuncia del fundador de la compañía es el último paso en el proceso de reestructuración que inició EiDF en el segundo semestre de 2023 para reforzar sus sistemas de control interno y su gobierno corporativo tras la crisis que se llevó por delante más del 80% de su valor en bolsa. Desde entonces, el movimiento estaba en la cabeza del propio Romero y de parte de los accionistas, que veían en la salida del presidente la mejor manera de proteger la ya dañada reputación del grupo, según han explicado fuentes empresariales a este medio.

En abril del año pasado, la CNMV suspendió la cotización de EiDF al no poder presentar sus cuentas anuales por discrepancias con el auditor, PwC. Cuatro meses después, tras su regreso al mercado, la compañía con sede en Barro sufrió un doloroso castigo que la llevó a perder unos 1.500 millones de capitalización. Llegó a estar valorada en más de 1.700 millones en el BME Growth, números propios del IBEX que contrastan con los 255 millones de valor bursátil actuales. Los problemas detectados fueron más allá de los desbarajustes contables señalados por PwC, que cuestionó en varios informes la viabilidad del grupo. El forensic elaborado por Deloitte apuntó también a contratos irregulares de EiDF con una empresa vinculada a Óscar Romero, hermano del presidente, y a facturas por trabajos que «podrían no corresponder con servicios efectivamente prestados».

Con esta mochila cargó Fernando Romero durante el proceso de reestructuración, que requirió de significativas aportaciones de capital del propio dueño a través de su sociedad patrimonial Prosol para reforzar la solvencia de la compañía especializada en instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo. Hasta 25 millones, según trasladó en su momento EiDF, aportó Romero durante 2023 para limpiar deuda y facilitar la continuidad de la actividad.

Procesos judiciales y varapalo de la CNMV

Tras la crisis de 2023, varios episodios empujaron a Fernando Romero a dar un paso atrás para preservar la paz interna de EiDF. El pasado junio, la CNMV incoó tres expedientes sancionadores por una posible manipulación de mercado con las acciones del grupo, que se habría producido en «distintos periodos del ejercicio 2022» y ante el posible salto de EiDF al mercado continuo. Varias de las empresas investigadas están vinculadas a la familia de Romero. Es el caso de Liquidaciones Vizcaya y Albujón Solar 81, donde su hermano formó parte de la administración en algún momento de su trayectoria; y de Reb Hire y Liber Asset, administradas por su mujer, Rebeca Alonso.

Antes de eso, el empresario afrontó dos procesos judiciales. Uno en el que fue condenado a tres años de prisión por alzamiento de bienes y que está recurrida ante la Audiencia Provincial de Pontevedra y otro en el que la Fiscalía lo acusa de un delito de falsedad documental y seis delitos contables por una supuesta «cadena de facturación irregular”.

Con estos frentes abiertos y antes de su resolución definitiva, Fernando Romero da un paso atrás en EiDF, aunque sin romper del todo el vínculo con la empresa que fundó. A partir de ahora será senior advisor de la compañía, lo que le permite continuar teniendo un papel en la toma de decisiones. Además, continúa siendo el primer accionista con el 44% del capital que controla a través de Prosol, que estará representada en el consejo de administración por su pareja, Rebeca Alonso Abril, nombrada este jueves consejera.

Poderes para Laurion

Junto al anuncio de la dimisión de Fernando Romero y el nombramiento de Eduard Romeu como nuevo presidente, EiDF anunció también otros dos movimientos. Por un lado, una ampliación de capital de 15 millones acordada por el consejo de administración, que estará acompañada con la obtención de 11 millones de financiación, lo que permitirá aportar 26 millones de liquidez al grupo. Por otro, la cesión «con carácter irrevocable» a Laurion Financial Enterprises de los derechos políticos (asistencia y voto) vinculados a acciones de Prosol representativas del 15% «aproximadamente» del capital social del grupo de renovables.

Laurion es el segundo accionista de la compañía y uno de los apoyos claves de Fernando Romero en el proceso para reflotar el grupo tras la crisis. Actualmente controla el 15,17% del capital, frente al 44% de Prosol. A la espera de lo que suceda con la ampliación de capital, esta cesión de derechos sobre el 15% de las títulos convertiría a Laurion, a efectos prácticos de toma de decisiones, en el primer accionista de EiDF.

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