Crisis en Sargadelos tras una década de polémicas, 1,3 millones en ayudas públicas y la Xunta fuera de su fundación

Segismundo García comunica el cierre de la histórica fábrica de Cervo al no poder cumplir las exigencias de Inspección de Trabajo pero mantiene la actividad en Sada. Toma la decisión en plena expansión del grupo que fue asesorado por Eva Cárdenas

Vajillas de cerámica de Sargadelos a la venta en un outlet organizado en la fábrica de Cerámica de Sargadelos, en Cervo.

Vajillas de cerámica de Sargadelos a la venta en un outlet organizado en la fábrica de Cerámica de Sargadelos, en Cervo. Foto de archivo: Europa Press

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Turbulencias en Sargadelos, la histórica cerámica creada en 1806 por Antonio Raimundo Ibáñez, el Marqués de Sargadelos, y refundada a finales de la década de los sesenta del siglo pasado por los intelectuales galeguistas Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane. Este miércoles, el actual administrador único de la compañía, Segismundo García, comunicó por carta a Inspección de Trabajo que procedía al cierre de la planta de Cervo, en Lugo, “ante la imposibilidad de resolver en plazo las deficiencias” que habían sido detectadas. Si el aviso es o no un órdago del empresario, lo dirán los días. De momento, la Xunta de Galicia ha terciado en el asunto y ha indicado que el expediente laboral abierto, y que habría desencadenado el conflicto, no justifica el cierre de un centro industrial en el que trabajan cerca de un centenar de personas y que, además, tiene la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC).

En la misma línea se manifestó en la tarde de este miércoles el Ministerio de Trabajo. El departamento que dirige Yolanda Díaz indica que las actuaciones impulsadas por Inspección de Trabajo este 2025 en la fábrica de cerámica de Cervo están motivadas por la solicitud de un informe de enfermedad profesional por silicosis. En concreto, fuentes del ministerio explican que dos trabajadoras de la factoría desarrollaron neumoconiosis, una enfermedad pulmonar crónica que se produce por inhalar polvo de minerales o metales.

Conflicto por una sanción de Inspección de Trabajo

Inspección de Trabajo, además de emitir el correspondiente informe sobre la enfermedad profesional, impuso una sanción de 5.000 euros de multa a la sociedad Fábrica de Cerámica de Sargadelos “por la falta de medidas adecuadas para evitar la exposición de una trabajadora afectada a polvo de sílice en su puesto de trabajo”.

Esta sanción así como los requerimientos emitidos provocaron la inesperada reacción de García, que en la misiva enviada a Inspección de Trabajo indica que procede al cierre de la planta ante “la manifiesta incompetencia” de la dirección “para saber proteger la salida de sus trabajadores y visitantes”. «Ante la dificultad para respetar y acometer la ingente normativa vigente, y dado que, según dicen, nuestra salud corre peligro, nos parece obligado no demorar el cierra para evitar multas, sinsabores y dar satisfacción cumplida a esa solícita inspección», apuntaba el empresario, que, eso sí, solicitó a Trabajo que no interpretase el cierre “como un look out o cierre empresarial”.

Este miércoles no hubo actividad en la fábrica de Sargadelos. García les comunicó la decisión adaptada en la asamblea celebrada durante la mañana, pero no hubo noticias por parte de Recursos Humanos, que nos les trasladó por escrito ningún “protocolo, documento o finiquito” que anuncie el cierre definitivo, motivo por lo que este jueves tienen pensado acudir, de nuevo, a sus puestos de trabajo, aunque la fábrica permanezca cerrada. La medida de cierre, en todo caso, no afecta al otro centro industrial del grupo, la Cerámica de O Castro, en Sada (A Coruña).

De momento, y a la espera de que se esclarezca el futuro de los empleados, el cierre de Cervo pasa a engrosar la lista de polémicas que en la última década acumula el grupo cerámico.

Entrada en concurso en 2014

La compañía entró en concurso de acreedores en 2014, hace algo más de una década, tras la aplicación de un ERE de 70 empleados de los 170 que componían entonces la plantilla, con un pasivo que superaba los cinco millones de euros. En aquella altura, entre los acreedores se encontraban entidades financieras como la antigua Novagalicia, BBVA y Caixabank, además de la propia Xunta de Galicia. Y es que la administración gallega intentó una suerte de rescate de la compañía unos años antes, ya que en 2011 le concedió un préstamo participativo a través de Xesgalicia y, en concreto, del Fondo de Capital Riesgo Adiante 2000, que nació orientado a la financiación de empresas necesitadas de apoyo financiero y de gestión pero que lleva años en fase de liquidación. El préstamo ascendía a casi un millón de euros, según las cuentas consultadas por Economía Digital Galicia a través de la plataforma Insight View.

La memoria anual de Fábrica de Cerámica de Sargadelos correspondiente al ejercicio 2012 indicaba que en mayo de 2011, «Xesgalicia concedió a la sociedad un préstamo participativo con garantía hipotecaria», con una duración de siete años y un periodo de carencia que se extendía hasta 2013. A finales del ejercicio en cuestión, los administradores de la compañía indicaban que el saldo pendiente ascendía a 950.000 euros, aunque 104.000 fueron reclasificados como deuda a largo plazo.

En la última memoria anual de la sociedad que sostiene la planta de Cervo, la relativa al ejercicio 2023, los administradores de la firma explicaban que “el saldo pendiente a fecha 31 de diciembre de 2021 ascendía a 453.875 euros”, una cantidad que fue reconocida como deuda concursal subordinada y a la que se le aplicó una quita del 50%.

Más 400.000 euros en 2023 por el gas

Al margen de esa ayuda recibida por la Xunta, la fábrica de Cervo que ahora afronte este cierre, derivado de una multa de Inspección de Trabajo, recibió el año 2023 una subvención estatal de de 244.000 euros en concepto de “ayuda directa a la industria intensiva en consumo de gas”.

La fábrica de O Castro, por su parte, se hizo con casi 156.000 euros.

Cárdenas y la Fundación Sargadelos

Si bien en los últimos ejercicios, la compañía se ha saneado y ha iniciado un exitoso plan de expansión, con la creación de nuevas sociedades –como la destinada a la cerámica industrial– y con sus principales negocios dando beneficios, el grupo no ha estado exento de polémicas, como por ejemplo la relacionada con la demora para abrir al público el Museo Carlos Maside, ubicado en este caso en O Castro.

Otra de esas polémicas tiene que ver con la salida de la Xunta de Galicia del patronato de la Fundación Sargadelos en 2021. El entonces conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, y el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, renunciaron a sus asientos en el patronato debido al fichaje como asesora externa de la entidad de Eva Cárdenas, pareja de Alberto Núñez Feijóo, por aquel entonces, aún presidente de la Xunta.

Rodríguez, que se mantendría en el patronato pero a título individual, indicó en sede parlamentaria que a llegada de la directiva a Sargadelos precipitó la salida de la Xunta. «Obviamente, nos dimos cuenta, y hoy es una constatación, que esta acción privada podía ser utilizada desde la perspectiva política de un modo malintencionado o de un modo torticero», dijo el conselleiro de Cultura, añadiendo que la presencia de Eva Cárdenas y la Xunta se podía usar para «poner en peligro» o «minusvalorar el legado cultural de Sargadelos«

Quien sí estuvo presente en el patronato de la Fundación Sargadelos como alcalde de Cervo es el actual conselleiro de Mar, Alfonso Villares, que este miércoles indicó que la administración gallega ya se había puesto en contacto con los responsables de la empresa “y evaluando la decisión que se ha tomado”.

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