Copo ganó casi cuatro millones en España antes de amenazar con marcharse a Portugal
El histórico proveedor de la automoción pasó de perder 1,5 millones en 2021 a ganar más de 3 millones en 2022 antes de su guerra con los comuneros por el nuevo contrato de arrendamiento de sus instalaciones en Mos
Copo enderezó su cuenta de resultados antes de lanzar su órdago y amagar con su fuga a Portugal. Grupo Empresarial Copo, la matriz de la que cuelgan la gallega Copo Ibérica, Copo Zaragoza y sus filiales en Portugal, Alemania, Polonia, Eslovaquia o la República Checa dio carpetazo a su ejercicio fiscal 2022 con un beneficio consolidado de 3,28 millones de euros.
Así se desprende del estado de información no financiera (EINF) que el fabricante de espumas para el sector de la automoción acaba de hacer público. La cifra contrasta con las pérdidas por valor de 1,5 millones de euros registradas el año anterior. La compañía logró salir de números rojos precisamente con el mercado español como principal motor.
De España a República Checa
En concreto, España aportó 3,9 millones de euros a su resultado consolidado y compensó los resultados negativos que la empresa cosechó en el resto del mundo. No en vano, su siguiente mercado más rentable fue México, en donde cuenta con una planta (en Guanajuatoque) y emplea a 61 trabajadores. El país centroamericano generó 84.000 euros de beneficio, una cantidad superior a los 48.000 euros logrados en Portugal, en donde Copo está implantada a través de dos factorías, o los 7.000 euros de Alemania.
En el lado opuesto se sitúan los dos últimos mercados en los que ha desembarcado el histórico proveedor gallego del sector de la automoción. Se trata de la República Checa y Eslovaquia. La compañía aterrizó en este último país a través de una planta ubicada en las afueras de Bratislava. Se espera que la factoría opere plena capacidad en el año 2024. Para entonces espera dar la vuelta a unos resultados que reflejan unas pérdidas de 307.000 euros en este país.
Los números rojos son ligeramente inferiores a los cosechados en la República Checa. Copo se implantó en el país centroeuropeo en el año 2015 a través de una factoría en Pilsen que decidió ampliar antes de la pandemia. Sus cuentas allí, al igual que en Eslovaquia, se tiñen de rojo al arrojar pérdidas por valor de 457.000 euros.
De esta forma, el mercado español ha sostenido la cuenta de resultados de un Grupo Empresarial Copo que, de acuerdo a su EINF, estiró su facturación hasta los 175,5 millones de euros, lo que representa un aumento del 9,2% respecto al ejercicio anterior. «Este incremento de las ventas en 2022 se logrado a pesar de las constantes interrupciones y reducciones de fabricación de las plantas productivas del grupo, debido a la escasez de componentes que ha seguido sufrido la totalidad de nuestros constructores finales», reivindica la firma en este documento.
Copo concentró el 60% de sus ventas en dos únicos clientes. Se trata de Volkswagen y Stellantis. El consorcio alemán generó el 34% de su cifra de negocio mientras que el grupo con planta en Balaídos aportó otro 26%. La alianza formada entre Nissan, Renault y Mistsubishi completó este particular podio al representar el 15% de su facturación en un 2022 marcado por la crisis de los microchips. En este sentido, Copo destaca que «la tasa de utilización de la capacidad» en el sector de la automoción «está en mínimos históricos (un 56% sobre un 70% a ritmos «normales» en las casi 300 fábricas de vehículos que hay en el continente)».
El choque entre Copo y los comuneros
Así, Grupo Empresarial Copo ha logrado salir de números rojos y crecer más de un 9% en ventas antes de su choque con la Comunidad de Montes de Tameiga. El actual contrato de arrendamiento de sus instalaciones, que fue negociado con el Concello de Mos, vence en agosto 2025. Hasta entonces, se abre un periodo de casi dos años para acercar posturas sobre un nuevo contrato, que en este caso, tendrá que ser pactado con los comuneros después de que el Tribunal Supremo estimase estimase en 2017 su recurso y reconociese su titularidad sobre estos terrenos.
La Comunidad de Montes de Tameiga quiere multiplicar el canon por 20 de cara al próximo periodo al entender que el precio de alrededor de un euro por metro cuadrado (sus instalaciones rondan los 40.000 metros) es inferior al de mercado. Ante esta posición, la empresa deslizó la posibilidad de hacer las maletas rumbo a Portugal, país en el que ya tiene a 363 de sus 886 trabajadores en todo el mundo (en España son 437, de los cuales más de 300 operan en los distintos centros de trabajo de la compañía en Mos).
Grupo Empresarial Copo es la sociedad de cabecera del ahora mayor proveedor de la automoción de capital gallego. La firma está participada al 35,6% por Abanca y al 7,6% por Sodiga, la sociedad de capital riesgo de la Xunta de Galicia. La mayoría accionarial la ejerce la sociedad holding Copo Inversiones, dueña del 56,6% de sus acciones, que tiene a Antonio Estévez Vila y Francisco Ayuso Marco como pesos pesados en su capital.
De Grupo Empresarial Copo cuelgan más de una decena de sociedades a través de las cuales la compañía articula sus operaciones en España, Portugal, México, República Checa o Eslovaquia (cuenta con plantas en todos estos países), así como en Alemania, en donde opera a través de una oficina comercial. Para Copo Ibérica, buque insignia del grupo y con centro de producción en Mos, el Grupo Empresarial Copo tiene como compañero de viaje a Faurecia, con quien se reparte su capital al 50%.
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