Bruselas coloca al dueño de Copo entre los empresarios más beneficiados por ayudas europeas

Pulso entre Copo y la Comunidad de Montes de Tameiga. Los comuneros han rebajado sus pretensiones y este viernes ofrecieron al grupo de automoción de capital 100% gallego mantener «el mismo precio» del canon por el alquiler de los terrenos sobre los que la compañía asienta su planta de Mos.

La Comunidad de Montes de Tameiga movió ficha, de esta manera, después de que Copo deslizase que se encontraba analizando distintos emplazamientos (con Portugal como principal protagonista) a los que trasladar esta factoría. El planteamiento inicial de los comuneros para multiplicar por 20 a partir del año 2025 (fecha en la que se negocia el nuevo contrato) el canon que abona Copo había encendido las alarmas ante una hipotética nueva pérdida de un gigante de la automoción en Galicia en favor del país vecino.

Y es que Copo emplea a unos 400 trabajadores en su planta de Mos (dedicada a la fabricación de espumas para asientos de vehículos) y además cuenta con un centro tecnológico propio en este municipio del área de Vigo. Ambas instalaciones han sido un destino habitual para los fondos de cohesión de la Unión Europea. Tanto es así que un informe elaborado por Willem Pieter de Groen, Roberto Musmeci, Damir Gojsic y Jorge Núñez, investigadores del Centro de Estudios de Políticas Europeas (CEPS). sitúan al máximo accionista del grupo gallego en el top 15 de empresarios españoles más beneficiados por estos fondos.

Los empresarios más beneficiados

En concreto, el documento cifra en 4,45 millones de euros las cantidades de las que se habría beneficiado Antonio Estévez Vila a través de Grupo Empresarial Copo (la matriz), así como de Copo Ibérica (filial participada al 50% junto a Faurecia sobre la que gira la amenaza de fuga), Copo Galicia, Componentes de Vehículos de Galicia o Centro Tecnológico de Grupo Copo. Este último está dedicado a tareas de I+D con la búsqueda de nuevas formulaciones con nuevas materias primas encaminadas a mejorar el confort en los asientos de los vehículos.

Estévez Vila es el propietario del 50,7% de Copo Inversiones, la firma que manda en la maraña de sociedades a través de las cuales el grupo articula sus inversiones tanto en Galicia como en México, Portugal, Alemania o República Checa. No en vano, se trata del holding que controla casi el 60% de Grupo Empresarial Copo, en cuyo accionariado convive con Abanca, que maneja un 35,6% del capital y con Xesgalicia, que a través de su fondo Sodiga es propietario del 7,6% de sus acciones.

Estévez Vila figura en el puesto número 14 del listado de empresarios españoles más beneficiados por los fondos de cohesión europeos en el periodo 2014-20. Se trata de un ranking que encabeza Félix García Moreno, fundador de Kimitec (mayor centro de biotecnología de toda Europa), para el que los autores cifran en 33,7 millones las cantidades percibidas por este concepto.

En segunda posición de este listado figura Luis de Valdivia (fundador de Ecoener y pionero con las energías renovables en Galicia), con 17,14 millones que fueron a parar a las sociedades Alamillo de Doramas y Yesquera de Aluce, mientras que este particular podio lo completa Auxiliadora López Magdaleno, miembro de la familia fundadora del grupo energético Magtel (que planea una ola de centrales hidráulicas reversibles por toda España), con 14,2 millones de euros.

En el top 15 sobresalen nombres como el de Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola Europacific​ Partners, que se embolsaría, según los autores, 11,6 millones de euros en fondos de cohesión entre 2014-20; la familia Mittal (dueña de ArcelorMittal, con 7,1 millones de euros en fondos de cohesión); Fernando Masaveu (presidente del Grupo Masaveu), con 5,8 millones de euros; o Juan Manuel González Serna (presidente y fundador de la multinacional alimentaria Cerealto Siro Foods), con otros 4,9 millones de euros.

Empresa y comuneros acercan posturas

De esta forma, los fondos de cohesión dieron, según los autores del informe, un empujón a las empresas del grupo Copo antes del pulso por su permanencia en Galicia. Las posturas entre la empresa y los comuneros se han acercado en los últimos días en medio de llamamiento del propio presidente gallego, Alfonso Rueda, que instó a los segundos a ser «muy responsables» ante el golpe que supondría para la fuga de esta empresa para la economía gallega.

En unas declaraciones recogidas por Europa Press, César Lago, presidente de la entidad vecinal, aseguraba que con la última propuesta de mantener finalmente el precio de su actual contrato se estaba haciendo «un esfuerzo enorme», toda vez que este se situaba «muy por debajo del valor del mercado». «Lo hacemos porque queremos que Copo continúe en Mos y sus trabajadores y trabajadoras tengan tranquilidad», aseguró Lago.

«Nosotros no somos unos gestores de un espacio que solo buscan rentabilidad. Nosotros vivimos aquí, somos de Tameiga y queremos darle estabilidad al territorio, a las empresas y a los empleos de la zona, y por eso les propusimos un contrato a largo plazo de treinta años», reivindicó al término de una reunión en la que empresa y comuneros acercaron posturas para evitar la huida de un nuevo gigante de la automoción en Galicia a tierras portuguesas.