La inflación castiga a Calvo: caen los beneficios en sus grandes mercados y entra en pérdidas en Italia
La segunda mayor conservera gallega, que logró su récord de ingresos en 2022, se ve penalizada por no trasladar la totalidad del aumento de costes al precio de venta, pero consigue mantener el resultado positivo en los principales mercados, salvo en Italia
La inflación ha sido un problema para toda la economía, pero ha tenido singularidades en las conserveras, afectadas no solo por el alza de precios de la energía o los combustibles, sino también por el encarecimiento del aceite y del propio atún. Grupo Calvo, la segunda mayor conservera gallega por ingresos, ha capeado con solvencia el temporal, pero asumiendo un estrechamiento de los márgenes al no trasladar a los precios la totalidad del incremento de los costes. Dicho de otra manera, perdió rentabilidad para contener la inflación.
«Con un incremento promedio de costes del 32%, decidimos no trasladarlo en su totalidad al consumidor final. Esto produjo una contracción de márgenes de modo que, aunque la facturación se incrementó en un 22% llegando a los 678 millones de euros, el ebitda se redujo ligeramente hasta llegar a los 51,6 millones de euros. Pese a ello, conseguimos mantener un crecimiento sólido y sostenible en nuestros mercados principales, consolidando la posición de liderazgo de nuestras marcas», así lo explican el presidente y el consejero delegado, Luciano Calvo y Mané Calvo, en el Estado de Información No Financiera que ha publicado la compañía y que revela un descenso de los beneficios en los principales mercados.
En Brasil, la conservera de Carballo obtuvo unos beneficios antes de impuestos de 8,5 millones, por debajo de los 11,6 millones de 2021; en El Salvador alcanzó ganancias de 15,1 millones antes de impuestos, pero el año anterior había logrado 16,7 millones; y en España el BAI se situó en 1,14 millones, menos de la mitad de los 2,8 millones del ejercicio previo. El peor balance entre los principales mercados de Calvo fue, sin embargo, en Italia, donde opera con la filial Nostromo. En el país transalpino pasó de ganar casi 4 millones a perder 3,3 millones antes de impuestos.
Brasil, el gran mercado
El récord de ingresos de Calvo combinado con una caída de la rentabilidad no es una pauta extraña en la industria alimentaria en el año de la inflación. Desde grandes lácteas como Lactalis a empresas de su mismo sector, como Frinsa, han seguido una dinámica similar. La conservera que dirige Mané Calvo vendió 100.357 toneladas, lo que sí es significativo ya que supone un 0,97% más que en 2021, si bien todavía lejos del récord de 2020, con 106.000 toneladas. El reparto de esas ventas consolida a Brasil como principal mercado, pues acapara prácticamente la mitad, el 45,15% . El mercado brasileño suma más ventas que España e Italia juntas, pues el primero representó un 20,31% del total y el segundo un 18,58%.
La conservera tiene plantas en Carballo (A Coruña), El Salvador y tres en Brasil (conservas, envases y subproductos), presencia en 68 países y 5.215 trabajadores (el 61% mujeres), la mayoría en Brasil y El Salvador. A nivel de flota, despliega siete atuneros, dos mercantes y tres buques de apoyo.
Apuesta por la innovación
Además de los esfuerzos en sostenibilidad, que permitieron una reducción del 23% de las emisiones en el pasado ejercicio y la valorización del 97% de los residuos generados, en el balance destaca el incremento de la inversión en innovación. Grupo Calvo destinó 8,1 millones a I+D+I el año pasado, lo que supone un incremento del 43,1% respecto al ejercicio anterior. Esta partida se destina habitualmente a la mejora y desarrollo de nuevos productos o procesos de producción. A lo largo de 2022 se materializó, por ejemplo, en un proceso de optimización en la planta de Carballo para tratar de hacer frente a la inflación; en el desarrollo de 43 nuevos productos en El Salvador; o en estudiar cómo se comporta el contenido de sal en el atún en función de los distintos formatos y del proceso de esterilización en Brasil.