Cara y cruz en los armarios de Inditex: construye el mayor almacén de Holanda y sufre protestas en Galicia

Coincidiendo con la presentación de sus resultados anuales en marzo, Inditex anunció una inversión de 1.800 millones hasta 2025 destinada a reforzar todos sus engranajes logísticos y a la construcción de nuevos almacenes para Zara en Zaragoza y para Bershka y Tempe en la Comunidad Valenciana, a lo que se sumará la ampliación de su centro de distribución en el extranjero, el de Lelystad en Países Bajos.

Al margen de las inversiones extraordinarias está Zara Logística, el armario de la multinacional de Amancio Ortega en Arteixo, donde el comité de empresa ha convocado una protesta este domingo y paros el lunes y el martes. El cierre de las instalaciones el 1 de mayo desencadenó la movilización, que rechaza los cambios en el calendario, las libranzas y las vacaciones que implicó el apagón del almacén el festivo, algo que, según aseguró el delegado de la CIG Roberto Pérez, no había sucedido en 20 años.

Los operarios de Zara no «facturan»

En el trasfondo de la protesta está la demanda de que Inditex adquiera compromisos de carga de trabajo en el centro logístico. Los operarios están realizando tareas auxiliares, como embolsado, que en otras etapas se encargaban a subcontratas. La función habitual la denominan «facturar», un proceso que abarca desde la descarga a la clasificación de las prendas. Estas tareas, dicen, son ahora escasas. «Tenemos menos trabajo que nunca», llegó a afirmar el delegado de UGT, Álvaro Cajigal.

Con una compañía batiendo récords de ingresos y beneficios, que además tiene en marcha una fuerte inversión logística, los sindicatos entienden que la carga de trabajo está yendo a otros enclaves, pues Zara tiene centros en Madrid (Meco) y Zaragoza (Plataforma Europa), además de utilizar también el almacén holandés. Los trabajadores se movilizarán el domingo con el temor de que la baja actividad sea el inicio de un decaimiento de la parte logística e industrial en el corazón de la multinacional.

Récord en los Países Bajos

La situación está llena de paradojas. La más obvia es que Inditex está aumentando su capacidad logística, incluso fuera de España. De hecho, construirá el centro de distribución más grande de los Países Bajos. Inició su actividad en Lelystad en 2019, levantando unas instalaciones de 170.000 metros cuadrados, que ahora las ampliará con 123.000 metros más. El complejo, por tanto, alcanzará los 300.000 metros cuadrados, convirtiéndose en el más grande del país, según informó el diario económico Financieele Dagblad.

Superará el que construye DSV, una empresa de servicios logísticos, en Moerdijk y que contará con 237.000 metros cuadrados divididos en diez naves.

El mayor almacén de Inditex

Y otra paradoja es el crecimiento de la multinacional de Amancio Ortega en Zaragoza. Allí cuenta con su mayor almacén, el de Plataforma Europa, con más de 300.000 metros cuadrados de superficie y ampliado recientemente con una inversión de 80 millones. El nuevo paquete inversor conllevará la construcción de otro centro de 286.000 metros cuadrados, el segundo mayor de Aragón, que espera estrenar en 2025 en el polígono de Malpica.

La apuesta zaragozana de Inditex no evita las tensiones laborales en Plataforma Europa, que ahora mismo está negociando el pacto de articulación que regirá las condiciones laborales hasta 2026. Los sindicatos han convocado asambleas para informar de las acciones a tomar por el bloqueo de la negociación y el rechazo de la dirección de la multinacional a su propuesta de acuerdo, que implicaría una subida salarial del 15% en el trienio.

Los centros logísticos tienen mejores condiciones laborales que las tiendas dentro de la plantilla del grupo que preside Marta Ortega, particularmente los almacenes de Zara, donde las condiciones son mejores que en los del resto de cadenas. Y, dentro de los engranajes del buque insignia de Inditex, Zara Logística, en Arteixo, tiene un convenio un poco mejor que el resto. Este domingo, los trabajadores del centro de distribución gallego no protestarán por las condiciones laborales, sino para que se garanticen sus calendarios y la carga de trabajo. Mientras, en Zaragoza, crece el revuelo laboral por el convenio a la par que las inversiones de Inditex.