El concurso de capacidad renovable de Meirama obliga a las empresas a hacer publicidad del Gobierno

El Ministerio para la Transición Ecológica ha puesto en marcha el concurso para repartir 408 megavatios de acceso a la red eléctrica en Meirama para proyectos renovables y de almacenamiento. La subasta de derechos de acceso está prevista en los convenios de transición justa de aquellos territorios donde cerraron las térmicas en el marco del proceso de descarbonización. En el caso del nudo de Meirama 220 kV, servirá para mitigar el impacto del cierre de la central de Naturgy en 2020, después de 40 años de actividad. Los 408 MW ofertados abarcan a cuatro municipios, previamente incluidos en el proceso de transición justa: Carral, Cerceda, A Laracha, Ordes y Tordoia.

El Gobierno ha hecho pública la orden ministerial que establece las bases reguladoras del concurso para que las empresas interesadas puedan presentar sus proyectos. En el municipio ya hay alguno en marcha, como la central de hidrógeno de hasta 200 megavatios que promueve la propia Naturgy en alianza con Repsol y Reganosa, o la de biometano de estos tres mismos socios. El objetivo del Ejecutivo es que aparezcan nuevas iniciativas que garanticen la continuidad de la actividad económica y el empleo en la zona.

El logo del Ministerio

El diseño del concurso, además, permitirá al Gobierno asegurarse una dosis extra de publicidad en una materia, la descarbonización, de la que ha hecho bandera. Las bases establecen como obligación de los adjudicatarios mencionar al Ministerio de Transición Ecológica y al Instituto para la Transición Justa «en cualquier actividad de comunicación o difusión que se realice sobre las instalaciones de generación de electricidad y las actuaciones de impacto socioeconómico y ambiental derivadas de su condición de adjudicatario del concurso».

Esto incluye «publicaciones impresas o electrónicas, material audiovisual, páginas web, anuncios o inserciones en prensa, carteles informativos, placas, etc», según indica el documento. Además, «siempre que el formato lo permita», las empresas que desarrollen los proyectos deberán incluir «el logotipo institucional del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el del Instituto para la Transición Justa».

Publicitar la labor del Ministerio en Meirama vinculando su imagen a los nuevos proyectos es, por tanto, una exigencia del propio concurso, que se repite también en los repartos de megavatios de otras zonas de transición justa, como en Narcea 400 kV y La Pereda 220 kV, en Asturias, cuyo diseño también acaba de hacerse público.

Las empresas también deberán contar con un informe realizado por un auditor sobre el cumplimiento de los compromisos adquiridos durante el concurso, para verificar que se han realizado las actuaciones de impacto socioeconómico y ambiental con las que optó a los megavatios.

Empleo, formación y autoconsumo

Entre los criterios que se valorarán en el marco del concurso está la generación de empleo local, especialmente si se trata de mujeres o de los antiguos trabajadores de la central térmica. Además, también se premiará el compromiso con la recualificación de empleados, pues se puntuará a las empresas en función del número de horas de formación que se comprometa a realizar.

También se puntuará el desarrollo de instalaciones de autoconsumo y las inversiones en la cadena de valor. Este último criterio implica que las empresas deberán contar con proveedores cuyo domicilio social esté en A Coruña.

Este apartado, denominado impacto socioeconómico para la zona de transición justa, es el más valorado del concurso, ya que de él dependen 64 puntos, siendo la generación de empleo el que más puntúa. Por ejemplo, los criterios de impacto ambiental, es decir, la garantía de que la iniciativa sigue parámetros de sostenibilidad, se valora en un máximo de 11 puntos, mientras que los criterios técnicos valen 20 puntos.