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Competencia sanciona a dos filiales del grupo de Florentino Pérez por ‘amañar’ un concurso del Sergas
La Comisión Galega da Competencia veta el acceso de Samaín Servizos y de Zaintzen, ambas del grupo Clece, a contratos públicos durante medio año por prácticas colusorias en la adjudicación del servicio de limpieza de 56 centros sanitarios de Lugo
La Comisión Galega da Competencia ha sancionado a dos empresas de ACS, el grupo que dirige Florentino Pérez, por prácticas colusorias y competencia desleal en un concurso público del Sergas. El organismo que preside Ignacio López-Chaves, cuestionado en los últimos años por el posible cártel de Alsa y Monbus, ha impuesto una multa y la prohibición de contratar con la administración a Samaín Servizos y Zaintzen, al detectar prácticas irregulares en la licitación de los servicios de limpieza, desinfección y gestión de residuos de los centros de salud y de atención continuada dependientes del Área Sanitaria de Lugo, A Mariña y Monforte de Lemos, un total de 56 centros sanitarios.
Samaín Servizos y Zaintzen son dos empresas del grupo Clece, la división de servicios que ACS está intentando vender, la primera con domicilio en Pontevedra y habitual contratista de la Xunta; y la segunda con sede social en el País Vasco. A raíz de un expediente incoado en abril de 2023 tras la denuncia de una empresa rival, Competencia decide sancionar a Samaín con una multa de 54.649 euros y la prohibición de contratar en cualquier licitación pública de la provincia de Lugo; y hace lo propio con Zaintzen, con una multa de 112.421 euros y un veto de siete meses.
Curiosamente, ninguna de las filiales de Clece acabó por llevarse el contrato, que fue adjudicado por 5,2 millones a la empresa lucense Limpiezas San Froilán. Sin embargo, interpreta la entidad adscrita al Instituto Galego do Consumo, que la coordinación de sus ofertas sí que provocó la exclusión de otros licitadores. Samaín y Zaintzen fueron también apartadas del concurso por cometer el mismo error, lo que para Competencia es un indicio claro de la concertación de sus ofertas. Incumplieron el ratio de horas semanales en el mismo centro de salud, el de Illas Canarias en Lugo, al no percatarse, aparentemente, de que funcionaba seis días a la semana y no solamente de lunes a viernes, por lo que la jornada propuesta por las empresas se quedaba por debajo del mínimo exigido en los pliegos.
Coordinar ofertas para eliminar rivales
Nada impide que dos empresas del mismo grupo presenten ofertas a una misma licitación, de hecho, es algo habitual en el grupo ACS en el caso de los concurso de obra pública. Sin embargo, la pertenencia a un mismo grupo no es un blindaje que permita concertar esas ofertas, es decir, las empresas deben presentar propuestas independientes y no coordinadas. Eso no sucedió en el caso de la limpieza de los centros de salud de Lugo.
A juico de Competencia «la actuación de forma coordinada de las empresas vinculadas Samaín y Zaintzen, que tenía como objetivo la exclusión de licitadores falseando la competencia, tratando de asegurar que una de esas dos empresas resultase adjudicataria, implicó la expulsión de ofertas que sin ese comportamiento irregular habrían podido participar en el proceso de licitación y llegar a ser adjudicatarias del contrato, incluso con un menor coste para la administración sanitaria».
En la licitación fueron excluidas siete empresas, aunque tres de ellas de manera inicial por incumplir los requisitos mínimos del pliego. Una de las que fue apartada del concurso por no alcanzar la puntuación mínima en el criterio de horas/año ofertas a mayores, Limpiezas Faro, alertó de las posibles prácticas colusorias.
Una oferta desproporcionada
La operativa para asegurarse el contrato, según Competencia, se centró en un apartado concreto, el de horas de personal especialista ofertadas a mayores, cuestión para la que el pliego no establecía límite alguno. La propuesta de Zaintzen fue, según la resolución, desproporcionada, ya que las 25.538 horas adicionales de su oferta multiplicaba por 33 las horas de la oferta más baja, y triplicaba la media del resto de ofertas.
«Esta oferta tan elevada y desproporcionada ocasionó que Zaintzen obtuviese la totalidad de puntos en ese aparatado (8 puntos), mientras que entre los demás licitadores la puntuación más elevada fue de 1,04 puntos. Esa actuación coordinada, que perseguía lograr la adjudicación del contrato a una de esas empresas, implicó la expulsión, por no alcanzar los puntos mínimos, de ofertas que económicamente eran más ventajosas para el Sergas», dice Competencia.
Samaín, que a juicio del organismo conocía la oferta desproporcionada de Zaintzen, incluyó en su propuesta «un número de horas adicionales de personal especialista muy superior a las de los demás licitadores con el objetivo de minimizar el impacto» en la puntuación provocado por la otra filial de Clece.
Triple coincidencia
Destaca también competencia que, además de las coincidencias formales entre las ofertas de Zaintzen y Samaín –como tipografías, formatos o modelos de la documentación presentada–, también se produjo una coincidencia en el número de horas para personal de limpieza en centros sanitarios de baja, media y alta utilización. Ambas ofertas eran iguales no solo en el número global de horas sino también en todos los centros de salud, algo que Competencia considera «imposible» que sucede si no hay una coordinación entre las empresas.
Samaín, en sus alegaciones al expediente, advirtió que «no es extraño que empresas del mismo grupo tengan enfoques similares a la hora de elegir por dónde diferenciar sus ofertas de la de sus contrincantes, apostando por intentar ser más competitivo en un determinado criterio de adjudicación en detrimento de otro, esto forma parte de su cultura y su know how«.
Sin embargo, Competencia advierte que no existen «justificación ni argumentos serios» para explicar este cúmulo de coincidencias, salvo que para las filiales de Clece el denominado «privilegio de grupo se concibe como una cierta impunidad de grupo en el cumplimiento de las normas», afirma la resolución.