El Celta pierde 30 millones desde 2021 entre el golpe del Covid y su inversión estrella en Mos
El club vigués cerró la temporada pasada con unos números rojos por valor de 6,8 millones de euros y prevé su vuelta a zona de beneficios en esta campaña
El Real Club Celta de Vigo se abona al rojo en su cuenta de resultados. El conjunto olívico ha cerrado su cuarto ejercicio consecutivo alejado de la zona de beneficios y empaña parte de los éxitos alcanzados en su área económica a lo largo de la pasada década.
De acuerdo a sus cuentas anuales, el club ahora presidido por Marián Mouriño cerró su ejercicio fiscal 2023-24 con unas pérdidas por valor de 6,82 millones de euros. El conjunto vigués ha logrado recortar sus números rojos a la mitad (ascendieron a 13,58 millones de euros en la campaña anterior), pero prolonga su mala racha en este apartado.
Y es que estas pérdidas se suman a los 773.863 euros cosechados en la temporada 2021-22 y los 9,58 millones de una 2020-21 en la que comenzó a sentir el impacto del Covid-19. Aunque los clubes cierran su ejercicio fiscal en el mes de junio, la paralización del campeonato como consecuencia del estallido de la pandemia provocó que la temporada 2019-20 no terminase hasta un mes después, en julio.
Es por ello que esa campaña 2020-21 cargó con el golpe asestado por el Covid-19 en lo que vendrían a ser dos campañas completas. La auditora PwC cifraba en un informe encargado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) en 2.013 millones de euros la cantidad que los clubes españoles habían dejado de ingresar como consecuencia del golpe asestado por el coronavirus.
Casi la mitad (848 millones) se correspondían a la pérdidas de ingresos por el día de partido. A esta cantidad se sumaban otros 727 millones por el freno a los traspasos de jugadores, así como 221 millones de euros en el área de comercialización, 146 millones en retransmisiones y 71 millones por el tijeretazo a los ingresos publicitarios.
Casi 110 millones en beneficios hasta la pandemia
El Celta de Vigo encadena, de esta manera, cuatro ejercicios consecutivos en números rojos desde el estallido del coronavirus. En el caso de la campaña 2023-24, el resultado se ha visto lastrado por el efecto de las indemnizaciones. El club estiró un 3% sus ingresos ordinarios, que alcanzaron los 73,4 millones de euros, y los complementó con 41,2 millones de euros en plusvalías por traspasos (principalmente el del canterano Gabri Veiga al fútbol árabe).
Pero este salto en materia de ingresos se ha visto empañado por la escalada de sus gastos de personal, que se dispararon un 25%, hasta tocar los 71,8 millones de euros. En esta partida se incluyen los 6,9 millones de euros en indemnizaciones, de los cuales la gran mayoría se deben al cese de Rafa Benítez, al que el club firmó como entrenador con un contrato por tres años pero que solo duró nueve meses ante una crisis de resultados que puso en riesgo su permanencia en la máxima categoría del fútbol español.
Pese a este reciente reguero de números rojos, el Celta de Vigo saca provecho también en sus cuentas de su etapa de 13 años consecutivos militando en Primera División. Fiel a su filosofía basada en la cantera y en el fichaje de jugadores con proyección para obtener plusvalías en el futuro (Stanislav Lobotka, Maxi Gómez o Jørgen Strand Larsen son algunos de los principales ejemplos), el club ha echado raíces en la máxima categoría del fútbol español, ha alcanzado las semifinales de Europa League y Copa del Rey en la temporada 2016-17 y, además, ha saneado sus otrora maltrechas arcas.
No en vano, el conjunto celeste acumuló unas ganancias por valor de 108 millones de euros desde su vuelta a la Primera División en la temporada 2011-12 hasta la campaña 2019-20. De estos 108 millones de euros, alrededor de una quinta parte (23,1 millones) los generó precisamente en la temporada 2016-17, en la que se quedó a las puertas de conquistar el primer título oficial para sus vitrinas.
La hoja de ruta del Celta
De cara a esta campaña en curso, el club que preside Marián Mouriño confía en ganar 1,5 millones de euros. Para ello, el Celta de Vigo prevé la acometida de un descenso del 22% en los gastos de personal y establecer su presupuesto en los 107 millones de euros (siete millones menos que la campaña anterior).
Además, siguiendo la línea de los años anteriores, el club obtendrá los frutos de otra de inversión en un jugador joven. Tras abonar 12,5 millones al Groningen holandés hace dos años, los números del ariete noruego Jørgen Strand Larsen despertaron el interés de clubes de la Premier League. El que se acabaría imponiendo en esta carrera sería el Wolverhampton, que se hizo con sus servicios a través de un contrato de cesión con opción de compra obligatoria.
El club de las afueras de Birmingham desembolsó 3 millones de euros el pasado verano y entregará otros 27 millones de euros el año que viene para hacerse con los servicios del jugador, dejando, de paso, otro pellizco millonario en forma de plusvalías para el Celta de Vigo.