Celsa Atlantic pierde casi 100 millones en pleno proceso de desinversiones en Noruega y Reino Unido

La sociedad con la que Celsa controla su inversión en la planta de A Laracha pasó de ganar 115 millones a perder 96,2 millones en el año del vuelco a su accionariado con la salida de la familia Rubiralta

Exterior de la fábrica Celsa de Castellbisbal (Barcelona). EFE

Exterior de la fábrica Celsa de Castellbisbal (Barcelona). EFE

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Celsa Atlantic da la vuelta a su cuenta de resultados en el año del vuelco a su accionariado. La compañía a través de la cual la siderúrgica catalana articula su inversión en la planta de A Laracha pasó de ganar 115,2 millones de euros en 2022 a anotarse pérdidas por valor de 96,2 millones en 2023.

Así se refleja en las cuentas anuales de la compañía a las que Economía Digital Galicia ha tenido acceso a través de la plataforma Insight View. En ellas se refleja que este regreso a números rojos se produjo en un ejercicio en el que su facturación se desplomó un 36,4%. En concreto, la cifra de negocios de Celsa Atlantic retrocedió desde los 364,8 millones de euros alcanzados en 2022 hasta los 232 millones en 2023.

La firma, que está domiciliada en Vitoria (en donde cuenta con otra planta), achaca este descenso a la «evolución de precios en el sector del acero, así como de la desaceleración de la economía y en particular de la economía europea y española«. De cara a este 2024, los administradores de Celsa Atlantic defendían en su informe anual que las perspectivas «son moderadas teniendo en cuenta las perspectivas económicas futuras».

El desembarco de los fondos

Las ventas de Celsa Atlantic en España retrocedieron de 266,8 a 162,7 millones de euros mientras que su negocio exterior hizo lo propio y pasó de 97,6 a 68,2 millones de euros. La filial de Celsa, sobre la que giran 225 empleos directos, tradujo esta caída de sus ingresos en unas pérdidas millonarias que han agrandado su agujero patrimonial.

En concreto, su patrimonio neto se eleva ahora hasta los los 187,8 millones de euros en negativo. En este sentido, su auditor (EY) pone de relieve esta situación en su párrafo de énfasis, pero asegura que «la sociedad dominante del grupo al cual la sociedad pertenece (Inversiones Pico Espadas SA) ha otorgado a esta su compromiso de apoyo financiero». Además, desde EY destacan que esta firma «le ha concedido préstamos participativos que mercantilmente computen a tales efectos como patrimonio neto».

Celsa Atlantic ha encarado así un 2023 marcado por el golpe de timón de los fondos en su matriz. Rafael Vilaseca y Jordi Cazorla ejercen ahora como presidente y consejero delegado de este grupo que emplea a más de 10.000 personas. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Barcelona homologó en septiembre de 2023 el plan de reestructuración propuesto por los acreedores de Celsa para que estos apartasen a la familia Rubiralta y se hiciesen con el 100% de la empresa mediante la capitalización de 1.352 millones de deuda convertible y de parte de la deuda.

Leer más: Los fondos preparan un vuelco en la cúpula de la dueña de Celsa Atlantic para blindar su actividad

El grupo de fondos conformado por Deutsche Bank, SVP, Cross Ocean, Anchorage, Golden Tree, Attestor, Goldman Sachs, Sculptor y Capital Group toma, de esta manera, el mando en medio de este ambicioso plan de reestructuración. Con él se busca reducir la deuda en 1.400 millones de euros y ampliar hasta octubre de 2028 el vencimiento de la deuda restante para apuntalar su posición financiera.

Ventas en Reino Unido y Noruega

En esta línea se enmarcan las ventas de sus filiales en Reino Unido y Noruega a la firma Sev.en Global Investments, la gestora de patrimonio del magnate checo Pavel Tykač. A través de un comunicado, el grupo siderúrgico catalán detalla que “dedicará íntegramente los fondos recibidos tras la desinversión a la reducción del endeudamiento del Grupo Celsa de acuerdo con los compromisos legalmente asumidos”. La operación reportará 600 millones de euros que, por el contrario, ha sí ha aparcado los planes de venta de su filial de Polonia.

Celsa, que recientemente ha completado una ampliación de capital por valor de 166 millones de euros para acometer nuevas inversiones, asegura que «continúa con la implementación de su plan de reorganización de su situación industrial y financiera, focalizándose en sus operaciones en España y en la reducción de apalancamiento financiero”.

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