La banca garantiza tres años de liquidez a Castrosua, que pierde 1,1 millones en 2023

Castrosua es una emblemática firma gallega de diseño y fabricación de carrocerías de autobuses y autocares. Su capacidad técnica le permite sellar alianzas con firmas como Volvo, Scania o BYD, y entregar pedidos por toda la geografía española, donde tiene una cuota de mercado del 22% en cercanías y del 13% si se contabilizan urbanos y cercanías. No por ello ni por sus más de 75 años de trayectoria es ajena la compañía a los problemas del sector. Y en los últimos años han sido muchos.

El Covid que cortocircuitó el transporte de viajeros golpeó primero; después vino el ciclo inflacionista que encareció con desmesura los costes de producción; y, finalmente, las roturas en la cadena de suministro que todavía impactaron con fuerza en el pasado ejercicio del fabricante, principalmente por la escasez de semielaborados que causaron retrasos en la entrega de bastidores y, en consecuencia, paradas en la actividad. Esta doble problemática, los altos costes y los proveedores de chasis, empujaron a la empresa fundada por José Castro a otro año de pérdidas.

Los números de Castrosua

La principal sociedad del grupo familiar por activos y volumen de negocio, Carrocera Castrosua, cerró el ejercicio con 1,1 millones en pérdidas, frente a los 1,16 millones de beneficio del ejercicio anterior. Cabe señalar que en 2022 tanto el resultado de explotación como antes de impuestos depararon también números rojos, pues los mismos males del año pasado aquejaban al grupo en aquel ejercicio. Sin embargo, la reversión de un deterioro de créditos fiscales hizo que la empresa registrara ganancias, a pesar de que el negocio no era rentable.

El conglomerado que dirigen Juan Luis y Beatriz Castro, presidente y consejera delegada, está formado por otras cuatro sociedades que no consolidan entre sí y que han tenido resultados dispares: Castro Carrocera cerró con beneficios de 81.000 euros; Insular Carrocera perdió 54.000 euros; Castro Inversión y Desarrollos se anotó pérdidas de 219.000 euros; y Castro 2009 logró ganancias de 145.000 euros.

Haciendo una cuenta limpia, sin ajustes de consolidación, entre todas las sociedades registraron unas pérdidas conjuntas de 1,15 millones y un volumen de ingresos de algo más de 46 millones, situándose ligeramente por encima de los 44 millones del ejercicio anterior, según reflejan las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil y consultadas por este medio a través de la plataforma Insight View.

Confianza de la banca

A pesar del peliagudo escenario, Castrosua se muestra optimista y, de hecho, finalizó el pasado curso con buenas sensaciones. El escenario previsto por la dirección en el plan de viabilidad que confeccionó con el asesoramiento de KPMG en 2022 preveía una progresiva recuperación del sector, y esta comenzó a notarse a finales del año pasado, cuando la cartera de pedidos en firme mostró «un importante crecimiento de entregas de carrocerías para el ejercicio 2024«, dice la empresa en su informe de gestión. Por otro lado, la compañía levantó el ERTE que pesaba sobre la plantilla desde 2021 por causas productivas, síntoma de un fortalecimiento de la carga de trabajo.

El otro motivo de tranquilidad para Castrosua es el acuerdo marco firmado con su pool bancario durante el pasado ejercicio. La compañía pactó con la banca, con todas las entidades con las que mantenía productos de circulante, el mantenimiento de las líneas de financiación durante el periodo 2023-2026, este inclusive. El acuerdo le garantiza preservar la liquidez durante tres años por un importe mínimo de 19,8 millones en sus dos principales sociedades, Castrosua y Carsa (Castro Carrocera). Este montante se reparte en pólizas de crédito, líneas de descuento, confirming o avales, entre otros productos, y dan cobertura a la fase de crecimiento por la que espera transitar el grupo.

Entre Castrosua y Carsa sumaron unos ingresos el año pasado de casi 44 millones, la práctica totalidad de los 46 que alcanzó el grupo, conformado por una plantilla de casi 300 empleados.

Bajón en la tesorería

Castrosua tenía en caja 1,3 millones a cierre de 2023, una cuantía bastante inferior a los 2,2 millones del año anterior. Los fondos propios ascendían a 5,2 millones, también por debajo del curso previo, aunque las reservas aumentaron hasta los 11,9 millones, frente a los 10,7 millones de 2022.

La compañía recurrió a apoyos públicos para financiar su crecimiento primero, y para sobrevivir a la pandemia después. En 2019 consiguió 4,3 millones de entidades como Xesgalicia, la gestora de los fondos de capital riesgo de la Xunta, y del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. Ese dinero se aplicó en capitalizar la empresa y acometer inversiones vinculadas a su plan de crecimiento, pero la irrupción de la pandemia cambió la hoja de ruta de los Castro.

El grupo obtuvo 4,6 millones en créditos ICO y confeccionó un plan de viabilidad que fue respaldado por Cofides con 4,4 millones en préstamos Fonrec, con dos años de carencia y vencimiento a siete años. A cierre del ejercicio, la deuda de Castrosua ascendía a 25,1 millones, aunque de estos, solo 7,6 millones se correspondían con deuda bancaria.