Cara y cruz de los negocios de Amancio Ortega: pinchazo de Enagás y Redeia frente al tirón del ladrillo

El gestor del sistema gasista cerró el primer semestre con unas pérdidas de 211 millones mientras que los de Beatriz Corredor recortaron un 24% su beneficio; las participaciones accionariales de Pontegadea en ambas compañías valen ahora menos que cuando las adquirió, en 2021 y 2019

Amancio Ortega, fundador del grupo Inditex, durante la primera jornada del Concurso de Saltos Internacional de A Coruña que se celebra en el Centro Hípico Casas Novas del concello coruñés de Arteixo. EFE/Cabalar

Amancio Ortega, fundador del grupo Inditex, durante la primera jornada del Concurso de Saltos Internacional de A Coruña que se celebra en el Centro Hípico Casas Novas del concello coruñés de Arteixo. EFE/Cabalar

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Amancio Ortega es la fortuna número 12 del mundo según el índice Forbes actualizado a tiempo real, con una cartera estimada en más de 101.000 millones de euros. El grueso de la misma se sostiene sobre su participación de un 59% en el capital de Inditex, lo que este año le ha asegurado unos dividendos de 2.800 millones de euros. Sus inversiones energéticas e inmobiliarias también forman parte del pastel, si bien a cierre del primer semestre del año, dos de sus principales participadas, Enagás y Redeia, han pinchado frente al tirón de su apuesta por el ladrillo.

Pontegadea, el holding inversor de Ortega Gaona, es segundo y tercer accionista en Enagás y Redeia, lideradas por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). La última presentó este miércoles los resultados correspondientes a su primer semestre fiscal. La antigua Red Eléctrica se anotó un beneficio neto de 269,3 millones de euros, con una notable caída de un 24% con respecto al mismo periodo del año anterior. La operadora del sistema eléctrico se ha visto impactada por la finalización de la vida útil regulatoria de sus activos anteriores a 1998, lo cual le ha generado un roto de 260 millones de euros.

Al margen de esto, la cifra de negocio del grupo alcanzó los 911 millones de euros, con un retroceso de un 11,5% mientras que el resultado bruto de explotación, el ebitda, se situó en 681,3 millones de euros, con una caída de un 13,7%. Los administradores de la compañía indican que excluyendo el efecto pre-98 los ingresos de la compañía se habrían elevado un 1,6% mientras que el beneficio neto se habría estirado un 5,2%.

Las minusvalías de Enagás

Antes que Redeia, el pasado 23 de julio, quien presentó las cuentas relativas a su primera mitad del año fue Enagás, que se anotó unas pérdidas de 210,8 millones frente a las ganancias de 176,81 millones que registró en el mismo periodo de 2022. El batacazo se debe a que la compañía incluyó ya en sus cuentas, aunque cerró la operación después, las minusvalías previstas por la venta de su participación del 30,2% en la estadounidense Tallgrass Energy.

De esta forma, el resultado del periodo se vio fuertemente impactado por la minusvalía contable de 360 millones de euros que se generó al vender Enagás su participación por algo más de 1.000 millones de euros. Eso sí, sin tener en cuenta la desinversión de Tallgrass, el beneficio recurrente se habría situado en 148 millones de euros. Precisamente, excluyendo las plusvalías del primer semestre del año pasado por la venta de gasoducto de Morelos, las ganancias netas se habrían incrementado un 10%.

Los ingresos de la compañía ascendieron a 442,5 millones de euros, con una caída interanual de un 1,7% mientras que el ebitda se estiró un 3,7% hasta los 385,7 millones.

Distintas suertes en bolsa

Así, aunque por impactos puntuales, las dos grandes participadas energéticas del fundador de Inditex se han llevado sendos varapalos en su primera mitad del año. En todo caso, sus suertes en el mercado difieren. Este miércoles, las acciones de Redeia avanzaron un 0,31%, quedando su capitalización bursátil en 8.857 millones de euros, frente a los 8.067 millones de valor que presentada a finales del año pasado. En lo que va de ejercicio, la acción se ha revalorizado en casi un 9%.

En 2021, cuando Pontegadea entró en Redeia, su paquete accionarial de un 5% estaba valorado en unos 456 millones de euros. En la actualidad, ascendería a unos 443 millones de euros.

En el caso de Enagás, que este miércoles también avanzó un 0,95% en bolsa, su capitalización actual asciende a 3.625 millones de euros, con lo que, con respecto a finales del año pasado, se anota una caída de un 9,3%.

La participación de Pontegadea de un 5% alcanzaría un valor en el mercado, en la actualidad, de unos 181 millones de euros. Cuando accedió al gestor gasista, en 2019, ese paquete tenía un valor en el mercado de 280 millones.

De esta forma, sus dos grandes apuestas energéticas representan una parte muy discreta de su abultada fortuna, no sólo si se comparan con Inditex, también con su otra gran apuesta a través de Pontegadea: el ladrillo.

A la espera del ladrillo

Si para el mercado, los paquetes accionariales de Amancio Ortega en Redeia y Enagás alcanzarían un valor conjunto de 623 millones de euros, la tasación que reciben sus activos inmobiliarios es mucho mayor. La última conocida data de finales de 2022. Entonces, su portfolio ascendía a 18.156 millones de euros.

A la espera de conocer los resultados de Pontegadea correspondientes al ejercicio 2023 (aún no han sido presentados), es de esperar que este valor se haya incrementado notablemente. El pasado año, la family office de Ortega realizado compras inmobiliarias por valor de unos 750 millones de euros, que se ampliarían hasta los 1.400 si se le suman las adquiridas en lo que va de 2024.

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