Baile de accionistas y beneficios millonarios: así fue el gran año de las históricas proveedoras de Inditex
Este ejercicio, la vicepresidenta de Mercadona entró en el capital de Malasa mientras que los fundadores de la antigua Caamaño han tomado posiciones en Kider, la compañía que compró la mayoría de la firma coruñesa hace cinco años
Históricamente, a la sombra de Inditex crecieron en el área metropolitana de A Coruña distintas compañías que se convirtieron en gigantes, diversificando clientes y negocios con el paso de los años. Destacan Malasa y la antigua Caamaño, que se expandieron a nivel internacional realizando carpintería metálica y fabricando e instalando mobiliario a medida. Ambas arrancaron el año que ahora acaba con beneficios millonarios y acometieron movimientos accionariales de calado a lo largo del 2024.
En el caso de Malasa, el pasado verano, Javier Pérez Patiño, uno de los fundadores de la compañía que nació en Cambre (A Coruña) se hizo con la mayoría accionarial del grupo tras la salida de Antonio Pérez Patiño y el fondo de inversión GPF. Pero más allá de este movimiento, la operación más mediática fue la del desembarco en el capital del grupo de Hortensia Herrero, vicepresidenta de Mercadona y mujer de Juan Roig, que se hizo con un 30% de la compañía a través de su patrimonial Herrecha Inversiones.
También hubo movimientos en el antiguo Grupo Caamaño, con base de operaciones en Culleredo. Desde 2019, las distintas ramas de su negocio se agrupan bajo el paraguas de Kimak, sociedad controlada por el grupo de origen vasco Kider, que se hizo con la mayoría accionarial. No obstante, recientemente, la compañía anunció que las dos familias fundadoras del histórico grupo carpintero, los Caamaño y los Mahía, habían tomado posiciones en el capital de la firma que adquirió su negocio años atrás.
Malasa
Ambas compañías además se encuentran en un buen momento en cuanto al desempeño de su negocio. Las últimas cuentas de Malasa en el Registro Mercantil son las relativas al año 2023, cuando incrementó su beneficio casi un 70%. Las ganancias de la firma fundada por la familia Patiño pasaron de 4,3 a 7,28 millones de euros, un incremento que, en buena medida, se debió al crecimiento de su negocio internacional, con filial en México.
La cifra de negocio de la compañía rozó los 130 millones de euros, con un leve retroceso de un 5%.
La nueva socia de Malasa, Hortensia Herrero, es una de las grandes fortunas de España. De hecho, ocupa el puesto número 15 en la lista de Forbes con un patrimonio estimado de unos 2.200 millones de euros.
Su brazo inversor, Herrecha, una family office en la que también están presentes sus cuatro hijas –Hortensia, Carolina, Amparo y Juana– retiene el 29% de Mercadona, además del 95% de Vaneco, compañía inmobiliaria que alquila inmuebles a la propia compañía de supermercados, el 40% de la inmobiliaria Ciudadela Nort y el 22,09% de Istobal, empresa valenciana destinada al lavado de coches.
El ejercicio 2023, el último del que hay datos oficiales, lo cerró con unos activos consolidados de más de 2.914 millones de euros, un patrimonio que rozaba los 3.000 millones de euros y un beneficio de 64 millones, derivado principalmente de los dividendos que percibe de sus participadas y, en concreto, de Mercadona, de la que recibió unos 59 millones.
Kimak
Kimak, la antigua Caamaño, que se hizo grande montando las tiendas de Inditex y otras grandes del retail por medio mundo, también atraviesa un buen momento. El 2023, según los datos remitidos al Registro Mercantil, lo finalizó disparando sus beneficios un 20%, hasta los 4,6 millones de euros. Fue el segundo año consecutivo que la compañía acabó con ganancias tras el cambio de manos y la pandemia.
El grupo vasco Kider se hizo con la mayoría accionarial de la antigua Caamaño en 2019, con una inversión inicial que se cifró en unos 33 millones de euros. Kimak funciona como una suerte de holding de las distintas áreas de negocio del grupo en Galicia, representadas por las sociedades Caamaño Sistemas Metálicos, Metales y Muebles Especiales, Citanias Obras y Servicios e Hydracorte. La previsión del grupo, a falta de conocer sus datos relativos al ejercicio 2024, era que todas sus empresas experimentasen “un incremento del volumen de actividad y mejora de resultados”.
El accionariado de la coruñesa Kimak estaba repartido, al menos hasta principio de este año, en un 51,5% por Kider Store Solutions, en un 29,58% por Mahía y Solís Invest, y en un 14,7% por la sociedad Caamaño y Figueira Invest. Estos dos últimos son los vehículos de inversión de las familias fundadoras.
Este mes, la compañía indicó que los socios fundadores habían entrado en el accionariado de Kider, aunque no revelaron la participación ni el coste de la operación. “Esta decisión refleja el éxito de la relación entra ambas compañías desde que, hace cinco años, Kider adquiriese una participación de controla en Kimak, mientras los socios fundadores mantenían una participación relevante”, exponen. El acceso al capital de la compañía vasca se materializó mediante un canje de acciones asesorado por Alantra.
Kider
Según la documentación consultada por Economía Digital Galicia a través de la solución analítica avanzada Insight View, Kider Store Solutions cerró 2023 con unos activos por encima de los 60 millones de euros y un patrimonio de más de 36 millones. Con un resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, de 9,1 millones de euros, el beneficio neto ascendió a 7,6 millones de euros, ligeramente por debajo de los 7,9 millones firmados el ejercicio precedente.
La cifra de negocio de la compañía se redujo un 20% hasta los 53 millones, debido, según sus administradores, a que en 2022 se firmaron unas ventas atípicas siendo previsible su baja, entre otros factores, por la reducción del precio del acero.
A principios de este 2024, Kider estaba participada en casi un 64% por ABM Inversiones y Capital, sociedad domiciliada en Bilbao y dependiente de Amoreiras Invest BC, domiciliada en Amsterdam. Tras ella se encuentra Jaime Bergel, un histórico del private equity en España.
Los inversores de Caamaño y Solís acceden a una sociedad que en 2023 distribuyó un dividendo entre sus accionistas de 4 millones de euros y que a principios de este año acordó el reparo de un dividendo a cargo de los resultados pasados de otros dos millones de euros.