De BYD a MG: los fabricantes chinos exploran Galicia en busca de suelo, energía y ayudas

SAIC Motor se suma a la lista de fabricantes chinos que han puesto sus ojos en Galicia. La dueña de los automóviles MG está buscando ubicación para su primera fábrica de coches eléctricos en Europa y la Xunta reconoce que se han producido contactos, aunque de manera todavía muy «preliminar». La compañía lo ha hecho también con al menos otras dos comunidades, Cantabria y Aragón, y en otros países como Hungría o la República Checa. SAIC dice que tomará la decisión antes del 30 de septiembre, ya que su objetivo es que la factoría esté produciendo en el último trimestre de 2027.

El escenario recuerda al que dibujó otro fabricante chino, BYD, que también exploró diversas ubicaciones, incluida la comunidad gallega, para construir una fábrica que acabó finalmente en Hungría, mientras que la próxima tiene previsto construirla en Turquía. Sentury Tire, el grupo de Qingdao dedicado a la producción de neumáticos, también se fijó en Galicia, aunque este sí, ya tiene terrenos e inversión definida y está tramitando los permisos para comenzar a obrar.

Tras las inversiones en adquirir empresas, como la de CCCC en Grupo Puentes o de Shanghai Kaichuang (ahora propiedad del gigante Bright Food) en Hijos de Carlo Albo, el capital chino sondea ahora Galicia para construir sus propias fábricas.

SAIC deshoja la margarita

Las rondas exploratorias de contactos que realizan empresas como BYD o SAIC Motor tienen como principales objetivos conocer la disponibilidad de suelo, el acceso a la energía y las facilidades a la inversión, que pueden tener forma de ayudas en un contexto de fondos europeos o de carácter fiscal. Esto último, por ejemplo, fue uno de los aspectos que destacó Sentury Tire para justificar su desembarco en Marruecos, donde espera tener operativa su primera fábrica de neumáticos lejos de Asia en el último trimestre de este año.

España presenta algunas ventajas respecto a otros países. Además de una importante experiencia en la fabricación automovilística, la conexión marítima con Reino Unido es relevante para SAIC, pues tiene en las islas un mercado clave para MG, una marca británica. En cambio, en la República Checa, por ejemplo, tendría unos costes laborales más bajos.

MG en España

La compañía asiática constituyó su filial en España en 2020, ubicada en Madrid y controlada desde un holding en los Países Bajos, un territorio de robusta tradición en los movimientos internacionales de capital. MG anunció esta misma semana que ha vendido 50.000 vehículos en España desde su regreso al mercado en febrero de 2021, con el compacto MG ZS como modelo de más éxito. La multinacional señala además que da empleo a 500 trabajadores de manera directa y genera otros 1.000 puestos de manera indirecta.

Su crecimiento en España ha traído aparejado la creación de una red de servicios con cerca de 100 puntos integrales que cubren todo el territorio español, además de un hub logístico con sede en Barcelona, desde donde se gestionan las operaciones de vehículos MG para todo el sur de Europa.

Las bondades de Galicia

La Xunta, que reconoce la muestra de interés del fabricante chino, advierte que no se ha producido más que un simple contacto, sin nada concreto, pero que harán lo posible por presentar un escenario atractivo para que SAIC valore invertir en el territorio. Apuntan, por ejemplo, a la disponibilidad de suelo industrial, precisamente cuando acaban de anunciar que Xestur ofrecerá a partir de septiembre 563.000 metros cuadrados para la implantación de empresas a coste cero durante los ocho primeros años. También a las medidas de agilización de los permisos que lleva desarrollando el Gobierno gallego desde años atrás para acelerar la tramitación de proyectos.

Junto a estos elementos, otra de las fortalezas de Galicia es la de contar con un ecosistema de la automoción bien engrasado, en buena medida por la actividad de Stellantis en Vigo. Dispone de centros tecnológicos, de una industria auxiliar consolidada y de personal cualificado.

Los aranceles

El interés de SAIC por construir una planta en Europa tiene como trasfondo los aranceles aplicados a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China que ingresen en el mercado de la Unión Europea. El fabricante se opone a estos gravámenes y, de hecho, ha pedido una audiencia con la Comisión Europea para discutir la aplicación. En su caso, son de casi el 38%, más el 10% que ya se aplica para el resto de vehículos híbridos y de combustión importados desde el gigante asiático.