Besteiro abre la puerta a intervenir Alcoa si incumple el acuerdo con los trabajadores
El candidato socialista a la Xunta dice que la intervención pública de la planta "puede ser una opción", si bien considera que lo más importante ahora es que Alcoa "cumpla lo que firmó"
José Ramón Gómez Besteiro considera que la intervención pública de la fábrica de Alcoa en San Cibrao (Lugo) «puede ser una opción». El candidato socialista a la Xunta abre la puerta a una posibilidad que ya piden los trabajadores, debido a la nueva amenaza de cierre de la multinacional norteamericana después de dos años de parón en la producción de aluminio primario. La petición, que ha sobrevolado A Mariña en diversas ocasiones, llega después de que el Estado comprara un 10% de Telefónica y con el BNG pidiendo que tome las riendas del complejo lucense.
Besteiro, socialista y próximo a Pedro Sánchez, ve posible esta opción, pero deja claro que la prioridad es que Alcoa cumpla el acuerdo al que llegó con los trabajadores. En un acto en Santiago de Compostela y preguntado por la petición del comité de empresa, Besteiro ha asegurado que el PSOE es partidario de «responder» con medidas a lo que pueda ocurrir, pero ha recordado que «lo primero» es que «hay un acuerdo que cumplir por parte de la empresa», en el que se incluye un «paquete de ayudas» propuestas desde el Ejecutivo estatal.
Tras incidir también en la necesidad de que la Xunta se «implique» para garantizar que Alcoa respete el acuerdo y el contrato de los trabajadores y mantenga la actividad, ha reconocido que «la intervención pública con diferentes mecanismos» puede ser «una opción» pero ha insistido en que se debe priorizar el cumplimiento el acuerdo. «Lo que se firmó en su día, que se cumpla y que, por tanto, siga el funcionamiento ordinario normal de la central de Alcoa», ha señalado para subrayar que, en todo caso, «ante cualquier contingencia», los socialistas estarán respaldado a los trabajadores «con medidas desde las administraciones».
Las veleidades de Alcoa
La multinacional estadounidense acordó con los trabajadores que arrancaría las cubas de electrolisis a partir de enero, pero acaba de solicitar un aplazamiento de ese compromiso. Días antes, tras la presentación de los resultados globales del grupo, advirtió que la factoría no era viable y que en unos meses, cuando la tesorería no diera más de sí, podría tener que tomar una decisión con impacto «en el empleo y en la economía de Galicia», si no cambiaban la situación.
En su lamento, el presidente de la multinacional, William Oplinger, incluyó también la planta de alúmina, de la que es socia la australiana Alumina Limited. Dijo que estaba operando al 50% de capacidad y que la reducción total era una posibilidad.