Belén Romana entra en el club de los banqueros de Inditex con Urgoiti, Saracho y Echenique
La expresidenta de la Sareb accederá al consejo de administración de la matriz de Zara, un órgano en el que, históricamente, siempre ha habido representantes del mundo de la banca, como el fallecido Francisco Luzón
La junta de accionistas de Inditex votará el próximo 9 de julio la incorporación al consejo de administración de la textil a Belén Romana, expresidenta de la Sareb, el llamado banco malo que aglutinaba activos procedentes de la reestructuración bancaria, en calidad de independiente. La comisión de nombramientos de la cotizada, dirigida por José Luis Durán Schultz, con el asesoramiento de la firma de consultoría especializada en el gobierno corporativo de cotizadas, Spencer Stuar, ha escogido a la economista ante la “conveniencia de incorporar a otra persona con un perfil más financiero y con experiencia en el análisis de riesgos”.
La también consejera externa de Banco Santander, que durante más de una década fue directora general de Política Económica y directora general del Tesoro del Ministerio de Economía pasará a engrosar la lista de personas ligadas al mundo de la banca con presencia en el consejo de administración de la compañía con mayor capitalización bursátil del IBEX. Un club de banqueros del que también forma parte Rodrigo Echenique, quien fuera mano derecha de Emilio Botín en el Santander, y antes, hombres como Emilio Saracho, que fue presidente del Popular, Juan Manuel Urgoiti (ex BBVA, Banco 21 y Banco Gallego) y el fallecido Francisco Luzón (ex Argentaria y Santander).
Buena relación con los reguladores
“La señora Romana tiene formación en finanzas y amplia experiencia en el sector público, donde ha ocupado diversos cargos relacionados con la política económica, en lo que que también ha ejercido el papel de gestión y representación al más alto nivel institucional”, destacan desde la comisión de nombramientos de Inditex para justificar la propuesta. “Destaca su dilatada experiencia en la gestión empresarial, habiendo ocupado cargos ejecutivos de primer nivel y, en particular, en la dirección estratégica de gestión de activos. Se valora asimismo muy positivamente su experiencia en consejos de administración y comisiones especializadas de diversas sociedades cotizadas y no cotizadas y de muy diversa estructura accionarial”, prosiguen. “En particular, se considera un activo muy valioso su relación y exposición ante los reguladores, factores clave ante un entorno legislativo y regulatorio muy cambiante en los últimos años y con impacto en la actividad del grupo”, exponen.
Su desembarco en Inditex hará que el consejo de administración de la compañía cuente con dos consejerías independientes ocupadas por personas vinculadas al mundo de la banca, manteniendo su cargo Rodrigo Echenique, que desembarcó en el máximo órgano de administración de la compañía en 2014 y fue reelegido por última vez en 2022 por un periodo estatutario de cuatro años.
De Echenique a Saracho
Histórico hombre de confianza de Emilio Botín que continuó luego con su hija, Ana Patricia, Echenique fue consejero delegado del Santander durante seis años, cuando el banco lanzó la recordada Supercuenta, a finales de la década de los ochenta. Las crónicas le atribuyen un papel clave en operaciones de gran calado como la compra de Banesto, en 1994, la posterior integración de Banco Central Hispano, en 1999, y la resolución de Banco Popular, en 2017. En la actualidad es presidente de la Fundación Banco Santander y fue miembro del consejo de administración de la entidad bancaria hasta 2020. Es titular directo de 20.000 acciones de Inditex según la última información relativa a su Gobierno corporativo remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Hasta el pasado año, el consejo de administración de Inditex contaba con otro hombre de la banca, Emilio Saracho, el último presidente de Banco Popular y exvicepresidente de JP Morgan, a la sazón otro de los fondos destacados en el accionariado de Inditex. Fue el verano pasado, cuando el banquero abandonó el órgano de dirección de la compañía, en el que llevaba sentado 13 años ocupando en el momento de su cese el puesto de consejero externo. Con categoría en aquel momento de consejero externo, según la información aportada por Inditex, y estando cercano a expirar su mandato, el ejecutivo presentó su renuncia de forma voluntaria.
Inditex mantuvo a Saracho como consejero aún a pesar de su imputación en el caso Popular por una posible manipulación del mercado durante los 108 días que presidió la entidad y que precedieron a la intervención de la financiera y su venta al Santander. La salida de la textil se produjo en un momento especialmente delicado: el pasado abril, el magistrado de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, desestimó la adhesión del expresidente de la entidad Ángel Ron al recurso presentado por la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) para el encausamiento de Saracho, considerando que condujo al banco a una manifiesta falta de liquidez.
La clave del Santander
En buena medida, en las relaciones de Inditex con la banca, de una u otra forma siempre aflota el Santander. Otro de sus ilustres ex consejeros independientes del ámbito financiero es el fallecido Francisco Luzón, que pilotó la creación de Argentaria desde el sector público con el Gobierno de Felipe González y luego fue repescado por Botín para la expansión internacional del Santander.
Según los registros de la CNMV, el ejecutivo abandonó Inditex en 2012 por decisión propia, indicando que, tras más de 15 años en el cargo, “consideraba que había llegado el momento de cesar en el mismo de manera voluntaria”.
Compartió Luzón espacio en el consejo de Inditex durante años con Juan Manuel Urgoiti, histórico de las finanzas gallegas que acabó en la presidencia de Pescanova por mandato de los bancos acreedores, un cargo que dejó en 2014, unos meses antes de abandonar también el máximo órgano de administración de la textil, al cual accedió en 1993. Nombrado consejero delegado de Banco Bilbao Vizcaya a finales de los ochenta también fue presidente de Ahorrobank y el Banco de Crédito Canario. Llegó a ser vicepresidente de Acciona y estuvo a los mandos del Banco Gallego hasta que este fue intervenido por el FROB y vendido al Sabadell. Su relación con Amancio Ortega procede de la puesta en marcha de Banco 21, en los noventa.
Así se dibuja, a lo largo de las décadas, la relación entre Inditex y los banqueros, con la última incorporación de Belén Romana, una ejecutiva que “contribuirá a afianzar la diversidad en el consejo de administración respecto de, entre otras cuestiones, las competencias en gestión ejecutiva empresarial y en supervisión de riesgo y gobernanza y, de modo especial, en el ámbito de las finanzas y la política pública económica”.