Atalaya prevé el arranque de operaciones en la mina de Touro a finales de 2026
Los responsables de Atalaya Mining prevén que la fase de construcción se prolongue entre 15 y 18 meses una vez logre los permisos y que el yacimiento esté operativo entre finales de 2026 y comienzos de 2027
El Diario Oficial de Galicia (DOG) recogió hace dos semanas el inicio de proceso de exposición pública del proyecto de Cobre San Rafael para reabrir la mina de Touro. La compañía participada por Atalaya Mining y Explotaciones Gallegas prevé operar durante 13 años este histórico yacimiento que alberga unas reservas de cobre por las cuales espera obtener unos ingresos por valor de 2.127 millones de euros durante su vida útil.
El proyecto recibió la consideración de «estratégico» por parte de la Xunta de Galicia desde junio de 2024, lo que permitirá reducir los plazos de tramitación. En este sentido, los responsables de Atalaya Mining se marcan como objetivo que el yacimiento entre en operación en el plazo de dos años.
Alberto Lavandeira, CEO de Atalaya Mining, ha apuntado en la conference call de los resultados del tercer trimestre que «si las cosas van como se espera», la firma podría lograr todos los permisos «a mediados del año». De cumplirse estas previsiones, desde Atalaya Mining aseguran que están «listos para estar en producción antes de que termine el año 2026».
El plan de Cobre San Rafael
La hoja de ruta de la compañía contempla que los trabajos de construcción previos a la entrada en operación de la mina se prolonguen entre 15 y 18 meses, de ahí esta previsión de arrancar la explotación a finales de 2026 o comienzos de 2027.
Preguntado por los analistas de las casas de inversión, Alberto Lavandeira expresaba su pensamiento de que el proyecto «será aprobado» y detallaba los próximos pasos en la fase de tramitación. El primero es la «declaración de impacto ambiental, que normalmente ocurre tres o cuatro meses de la exposición pública».
A continuación, la «aprobación del proyecto ocurre en alrededor de dos meses». Sobre este punto, Alberto Lavandeira recalca que es «relativamente fácil construir», toda vez que el proyecto es «similar a lo que hemos hecho en el pasado», apunta, en referencia al proyecto en Rio Tinto, en donde combina sus actividades de extracción de cobre con unas visitas turísticas al yacimiento que arrancarán antes de que acabe el año.
Consultado sobre la financiación del proyecto, Lavandeira ha destacado ante las casas de inversión que esto «no será un problema aquí». «Ya hemos estado tratando con bancos locales en España en varios casos. También hemos estado observando y hemos visto mucho interés mostrado por parte de compradores, traders y fundiciones e incluso algunas empresas locales interesadas en poner algo de dinero», ha destacado el CEO de Atalaya Mining, que vaticina que la visión de la sociedad sobre el sector minero «va a mejorar mucho una vez que se empiece a operar en Touro porque se verá que es una muy buena mina».
Casi 200 millones de inversión y 400 empleos directos
De acuerdo a la documentación aportada a la Xunta de Galicia, Cobre San Rafael estima que las inversiones iniciales para la puesta a punto de la mina ascenderán a 195 millones de euros (si bien a lo largo de toda la vida de la mina, de salir adelante el proyecto, se estiman entre gastos corrientes e inversiones, un presupuesto de 1.200 millones de euros).
Cobre San Rafael prevé la creación de unos 400 puestos de trabajo directos y cerca de 1.500 indirectos con su actividad en un yacimiento del que extraerá minerales por los que prevé obtener unos ingresos de 2.364 millones de euros y un ebitda (beneficio bruto de explotación) de 1.115 millones de euros.
La compañía ya cuenta con el 79% de los terrenos necesarios para el proyecto de producción de cobre sostenible en la mina de Touro tras haber cerrado diferentes acuerdos de compra y alquiler con los vecinos de la zona. Está previsto que el yacimiento ocupe una superficie de unas 812 hectáreas, de las cuales 600 son terrenos mineros históricos.