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Así será la fábrica de fibras textiles que Altri proyecta en Palas de Rei
El grupo luso defiende, frente a las críticas, que el complejo se ha proyectado “con criterios ambientales mucho más exigentes de lo que pide la normativa europea”
La pastera lusa Altri desvela el diseño de la fábrica de fibras textiles y pasta soluble que proyecta en Palas de Rei (Lugo). La sociedad bajo la que opera en Galicia, Greenfiber, ha hecho pública este viernes una recreación virtual del complejo que, aseguran “será una planta única en el mundo que ha sido diseñada no solo con criterios medioambientales mucho más exigentes que lo demandando por la normativa europea y referente nivel tecnológico, sino con el máximo respeto e integración con el entorno”.
Así, Altri insiste en que el proyecto de Palas de Rei no solo no impactará de forma negativa en el medio ambiente, sino que generará valor añadido en la provincia lucense. De este modo, tratar de salir al paso de las voces críticas, lideradas por colectivos ambientalistas y, en el terreno político, el BNG. El grupo insiste en que su vocación es el de “mejorar las comunidades locales en las que se implanta desde el punto de vista económico, laboral, social y medioambiental”. Asegura que la planta, con un presupuesto de más de 850 millones de euros, ha sido diseñada por un equipo en el que han participado “más de 200 profesionales y expertos en diferentes disciplinas”.
«Minimizar el impacto»
“Todas las infraestructuras que integran la planta han sido planteadas para minimizar al máximo el impacto, tanto visual, como de olores (que será concretamente cero) desde el Camino de Santiago, cuyo punto más cercano a la planta está a 3 kilómetros de la misma”, insiste la compañía. “Se ha aprovechado la orografía del terreno para ubicar las instalaciones más voluminosas en las zonas más bajas y rodeado toda la planta de un cinturón verde de 61 hectáreas de especies autóctonas que contribuirán a la integración de la planta en el entorno. En este sentido, hay que destacar que el estudio paisajístico se llevó a cabo siguiendo las recomendaciones de la UNESCO a este respecto”, expone.
“Asimismo, teniendo en cuenta los estudios y recomendaciones de expertos biólogos, científicos e investigadores, se han tomado todas las medidas necesarias para preservar especies autóctonas y de especial protección. Entre estas medidas destaca el traslado del punto de devolución de agua tratada a varios kilómetros de distancia, manteniendo así, además, el balance hídrico de la masa de agua, o la reserva de áreas específicas dentro de la planta, dedicadas a favorecer el crecimiento y preservación de especies singulares”, apunta la compañía. Una de las críticas más gruesas entre sus detractores tiene que ver precisamente con el proceso de devolución del agua usada en el proceso industrial al río Ulla.
“Otra de las preocupaciones a la hora de plantear el proyecto fue reducir al máximo las afecciones a los vecinos a través de cuyos terrenos discurran las canalizaciones tanto de agua como de electricidad. Para lograrlo, todas ellas irán instaladas bajo tierra, de modo que las fincas se verán afectadas de forma parcial y puntual durante el período de obras, pero al término de las mismas, los propietarios podrán disponer de ellas en las mismas condiciones que tenían”, exponen.