El día que Armani se sentó con Inditex para venderle la empresa
El libro de Covadonga O´Shea 'Así es Amancio Ortega' recoge una conversación en la que José María Castellano revela que hubo varias reuniones con el grupo italiano que no cuajaron
La compra de la histórica marca Christian Lacroix por parte de la compañía ourensana Textil Lonia, dirigida por los hermanos Domínguez y los perfumeros Puig, se ha convertido en una de las operaciones comerciales de más calado en el este inicio de año en el sector de la moda. No tanto por la situación actual de la maison francesa, en manos hasta ahora del grupo Falic, que ya había dado carpetazo a su división de Alta Costura, sino por lo que entraña el movimiento dentro de una compañía que ya explota las marcas Carolina Domínguez y Purificación García. En la historia de la moda gallega no se recuerda una operación con una enseña tan simbólica, aunque las crónicas dicen que hubo que pudo ser pero que nunca llegó a puerto y que implica a Inditex y a la icónica Armani.
Así se indica, al menos, en el libro Así es Amancio Ortega, el hombre que creó Zara, escrito por Covadonga O´Shea y publicado en 2008 por La Esfera de los Libros. Aunque ninguna de las biografías del fundador de Inditex publicadas hasta la fecha se consideran “autorizadas”, de todas las escritas, la de la fundadora de Telva se considera la más “oficialista”.
«Nos vimos varias veces»
El libro recoge una conversación entre la periodista y José María Castellano, en tiempos vicepresidente y consejero delegado de Inditex, que revela que existieron conversaciones entre Inditex y Armani en un periodo que no identifica y que, en todo caso, se produjo antes de su salida, en el año 2005, cuando comenzó la etapa de Pablo Isla.
“Armani tuvo la compañía en venta y, en efecto, se la ofreció a Inditex”, expone el ejecutivo, actual presidente de Greenalia en el libro. “Tuvimos varias conversaciones, pero al final la negociación no se produjo porque vendían únicamente la empresa, no la marca, y el producto sin la marca no tiene sentido. Nos vimos varias veces y comprendimos unos y otros que con esa fórmula íbamos a fracasar todos. Por más que hablábamos con los directivos, su oferta era imposible. Ahora son un gran imperio familiar y con la incógnita de su futuro”, dijo Castellano a O´Shea en la conversación recogida en el libro.
De Loewe a Sephora
En la obra, Castellano llega a hablar de dos ofertas más que se le hicieron a una Inditex en plena expansión tras su fulgurante salida a bolsa en 2001. “También fue público que tuvimos sobre la mesa una oferta de Loewe, la gran marca de lujo española, con una tradición fantástica y posibilidades enormes”, apunto, para hablar también de otro ofrecimiento, en este caso, del mundo de los cosméticos.
“Recuerdo un momento en el que el dueño de la compañía Sephora nos la quiso vender; luego acabó en el grupo LVMH. Ortega y yo estábamos totalmente de acuerdo en que era importante comprarla, pero el resto de la compañía no lo veía así. Nosotros pensábamos que podía ser eficaz combinar la ropa con algo más, pero la mayoría opinaba que aquello suponía una distracción y que había que seguir invirtiendo en Zara, que la cosmética y a perfumería era un negocio que no conocíamos ni controlábamos. Y el resultado final fue que no se compró”, rememora en la obra.
Las dos compras de Ortega
Armani, Loewe y Sephora fueron negociaciones que nunca llegaron a puerto, ya que, en la historia de Inditex, al margen del desembarco en startups acometido en los últimos años, ya con el tándem Marta Ortega y Óscar García Maceiras, las dos compras que realizó el grupo fueron las de Massimo Dutti y Stradivarius.
Precisamente, el pasado 2024 se cumplieron 25 años de la adquisición inicial del 90% de la enseña Stradivarius a la familia Triquell por 18.000 millones de las antiguas pesetas. En un primer momento, la familia del empresario catalán continuó en el accionariado, con una participación cercana al 10%, pero los de Amancio Ortega se reservaron una opción de compra, que posteriormente ejecutarían en 2005. Apuntaba el grupo en su memoria correspondiente al ejercicio 2000 que el acuerdo del porcentaje restante se pactó por un precio de 1.990 millones de pesetas más el 9,95% de los beneficios no repartidos por Stradivarius España desde el momento de la adquisición hasta que se ejercitase la opción de compra.
Ocho años antes de la operación de Stradivarius, en 1991, compraron a Cofir el 37% de Massimo Dutti por unos 2.000 millones de las antiguas pesetas.
Ocho veces más ventas que Armani
A lo largo de estos años, Inditex siguió creciendo hasta situarse como primer grupo de moda convencional en cuanto a capitalización bursátil del mundo. El año 2023 lo cerró con unas ventas que rozaron los 36.000 millones de euros, un 10,4% más, y un beneficio neto que se estiró un 30% hasta los 5.381 millones de euros.
El grupo Giorgio Armani, controlado al 99,9% por el modisto Giorgio Armani y en un 0,1% por la Fundación Giorgio Armani, creada en 2016, ha ido capeando sus particulares crisis, también la del propio sector del lujo. El año 2023, último del que hay datos completos, lo cerró con una cifra de negocio de 2.445 millones de euros, un 4% más. En realidad, los ingresos llegan a los 4.500 millones de euros si se tienen en cuenta los ingresos procedentes de sus múltiples licencias y con un beneficio antes de impuestos de 224,5 millones de euros.
Es decir, teniendo en cuenta sus ingresos por licencia, Inditex ingresa ocho veces más que la firma de lujo italiana que, un día, se le puso a tiro.