Los aranceles de Trump ponen en jaque más de 50 millones en exportaciones para la automoción gallega
La imposición de aranceles del 25% a las importaciones de vehículos fabricados fuera de Estados Unidos amenazan las ventas a un mercado en el que la automoción gallega se anotó ingresos por valor de 53 millones de euros el año pasado

Donald Trump
La política comercial de la Administración Trump vuelve a poner en jaque a uno de los sectores clave de la economía gallega. Tras la imposición de aranceles a los vinos y al aluminio, el Gobierno estadounidense anuncia ahora un gravamen del 25% a las adquisiciones de automóviles fabricados en el exterior.
Esta medida amenaza a un mercado en el que la automoción gallega ha canalizado ventas por valor de 52,6 millones de euros a lo largo del año 2024. De acuerdo a los datos del portal Data Comex, Estados Unidos fue el vigésimo segundo mayor mercado para el sector que pivota en torno a la planta de Stellantis en Vigo.
Las ventas al país estadounidense se duplicaron respecto a un 2023 en el que ascendían a 25,1 millones de euros, pero todavía se quedan cortas respecto a los 2.199 millones canalizados en ventas de automóviles hacia Francia, los 1.201 millones de euros hacia Turquía o los 1.065 millones hacia Reino Unido.
La patronal europea carga contra la medida
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha movido ficha tras la nueva medida de Donald Trump y ha expresado su «profunda preocupación» por este anuncio. «Instamos al presidente Trump a considerar el impacto negativo de los aranceles no sólo en los fabricantes de automóviles mundiales, sino también en la fabricación nacional de Estados Unidos», ha indicado la directora de ACEA, Sigrid de Vries, en un comunicado en el que la industria insta a la UE y a Estados Unidos a «entablar un diálogo» para lograr una solución «inmediata» que evite las consecuencias «perjudiciales» de una guerra comercial.
A su juicio, los aranceles a las importaciones extranjeras serán una «penalización que los consumidores estadounidenses probablemente pagarán», pero también pesarán sobre los fabricantes en Estados Unidos que producen para el mercado de exportación por las tasas a las piezas clave que necesitan traer del exterior.
La industria europea incide en que los nuevos gravámenes, que Trump ha dicho que activará el próximo 2 de abril, llegan en «un momento decisivo para la transformación» del sector y en el que la «feroz competencia» internacional está en aumento. Desde ACEA, además, argumentan que los fabricantes europeos han invertido «durante décadas» en Estados Unidos, «creando empleo, fomentando el crecimiento en las comunidades locales y generando enormes ingresos fiscales para el Gobierno» estadounidense.
Según los datos ofrecidos por los constructores europeos, sus plantas exportan entre el 50% y el 60% de los vehículos que fabrican en Estados Unidos, lo que supone «una importante contribución positiva a la balanza comercial estadounidense».