Amancio Ortega y Telefónica ganan dinero con 13 de las 16 filiales de Telxius

Antes de acometer un proceso más intenso de diversificación de sus inversiones, Amancio Ortega, tradicionalmente enfocado en los activos inmobiliarios, entró en Telxius, la filial de infraestructuras de telecomunicaciones de Telefónica, donde compartió accionariado también con KKR. Esa apuesta le sirvió ya para conseguir un dividendo milmillonario gracias a la venta de las torres de telecomunicaciones de la empresa a ATC, operación que dio inicio a una nueva etapa con el negocio de cable submarino de fibra óptica como principal activo.

Los más de 100.000 kilómetros de cable también estuvieron a la venta, pero la falta de una oferta consistente frustró el traspaso y llevó a KKR, con una larga trayectoria en la empresa, a abandonar el barco, dejando a Pontegadea y Telefónica como únicos accionistas. El brazo inversor del fundador de Inditex controla el 30%, mientras que el 70% restante está en manos del equipo de José María Álvarez Pallete.

Seguir o no seguir con Telxius

A lo largo de los años, Telefónica ha sido visto en la family office de Ortega como un socio de confianza –al igual que Repsol o la familia Koplowitz, con quien también mantiene alianzas–. Ese factor, sumado a la inyección de 6.000 millones obtenida con la venta de las torres de telecomunicaciones y la ausencia de grandes ofertas por el cable, hicieron que las dos compañías decidiesen mantener y expandir el negocio tras la salida de KKR, que se acordó en 2022 con la venta de su 40% a los otros dos socios.

El último paso en la evolución de Telxius ha sido la apertura de la ruta submarina entre Punta Cana, en la República Dominicana, y Puerto Rico mediante la extensión del cable SAm-1, así como la unión al cable Firmina de Google, que el pasado abril enganchó con Argentina (Las Toninas) la conexión desde Carolina del Sur (Estados Unidos).

Amancio Ortega echa cuentas

Los números de este negocio tienen luces y sombras. Las cuentas de Telefónica señalan que Telxius recortó ingresos y beneficios en el último ejercicio, con una cifra de negocio de 410 millones, frente a los 421 millones de 2022; y un oibda a la baja, pasando de los 218 millones a 211 millones en 2023. El resultado operativo fue el año pasado de 145 millones, también inferior al del curso anterior, cuando alcanzó los 152 millones.

Sin embargo, un vistazo a las cuentas depositadas por Telxius en el Registro Mercantil muestra también las fortalezas de la teleco. La compañía participada por Pontegadea obtiene beneficios en 13 de las 16 filiales que despliega por el mundo. Están ubicadas en Uruguay, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, República Dominicana, México, Bolivia, Puerto Rico y Chile, además de España. La cabecera del grupo, Telxius Telecom, cuyo resultado depende en buena medida de los dividendos que percibe de las filiales, cerró con 104,5 millones de beneficios.

Beneficios en casi todos los territorios

En las subsidiarias, la que obtuvo unas mayores ganancias, según las cuentas de Telxius Telecom, fue Telxius Cable América, proveedora de servicios de gran ancho de banda con domicilio en Uruguay y un beneficio neto de 145,2 millones. También cerraron en positivo Telxius Cable España (9,1 millones), Telxius Cable USA (7,7 millones), Telxius Cable Guatemala (1 millón), Telxius Cable Perú (2,4 millones), Telxius Cable Brasil (12,3 millones), Telxius Cable Brasil Participaçoes (12,4 millones), Telxius Cable Colombia (141.000 euros), Telxius Cable Ecuador (231.000 euros), Telxius Cable Panamá (259.000 euros), Telxius Cable Puerto Rico (593.000 euros), Telxius Cable Chile (1,7 millones) y Telxius Cable República Dominicana (13.000 euros).

Las dos filiales en pérdidas fueron Telxius Cable Argentina, dedicada al despliegue y explotación de infraestructuras de telecomunicaciones, que presentó un resultado negativo de 15,6 millones; y Telxius Cable Bolivia, dedicada a la prestación de servicios y con números rojos de 2,1 millones a cierre de 2023. La filial de México se creó en noviembre de ese ejercicio, por lo que no presentará balance hasta finalizado este año.

La compañía explica en su informe de gestión que su infraestructura incluye ocho cables submarinos de fibra óptica de última generación y backhauls terrestres que abarcan en conjunto más de 100.000 km, con casi 100 PoPs en 17 países, además de 25 estaciones de amarre y centros de datos. A esto suma dos hubs de comunicaciones en España y Virginia Beach (EEUU) «con acceso directo a los principales centros de datos de Europa, América y resto del mundo». Esta red permite ofrecer conectividad directa a internet en 23 países.