Amancio Ortega se asegura un ‘pellizco’ de al menos 90 millones con Enagás hasta 2030
Los dividendos de un euro por acción que Pontegadea percibirá de la gasista compensan la caída en bolsa: su paquete accionarial está valorado en 170 millones frente a los 281 que presentaba cuando entró en su capital

Amancio Ortega es accionista, a través de Pontegadea, de Enagás, compañía cuyo consejero delegado es Arturo Gonzalo (drcha). Fotos: EFE y Europa Press
Enagás, la compañía gasista participada por la SEPI, Amancio Ortega y BlackRock, ha superado, según su consejero delegado, Arturo Gonzalo, un ejercicio “de saneamiento” y, ahora, “es más fuerte para abordar el futuro y liderar la transición energética con el hidrógeno verde en Europa”. La cotizada celebró este jueves su junta general de accionistas, una cita en la que, entre otros puntos, se aprobó el pago de un dividendo de un euro por acción con cargo al ejercicio 2024. Pese a los abultados números rojos en los incurrió el pasado ejercicio y que los ingresos de la compañía “se van a resentir” hasta 2026, su dirección confía en que la política retributiva de un euro por acción se podrá mantener “más allá de 2027, hasta 2030”.
Esto hace que Pontegadea, el brazo inversor de Amancio Ortega, que retiene una participación del 5% en el capital de Enagás, se asegure unos pagos al accionista de al menos 90 millones de euros hasta esa fecha, teniendo en cuenta lo que recibirá por el ejercicio terminado. Una cantidad que no deja de ser un ‘pellizco’ para el hombre más rico de España, teniendo en cuenta que solo este 2025 percibirá 3.104 millones de euros en concepto de dividendos de Inditex, en base a su participación de casi un 60% del capital de la textil. Los de Marta Ortega acordaron aumentar la retribución al accionista un 9% y repartir 1,68 euros por acción, que abonará en dos pagos: uno en mayo y otro en noviembre.
La envergadura de todo lo que rodea al imperio Inditex hace que las magnitudes de sus otras apuestas inversoras no sean comparables. Por poner un ejemplo, si bien Pontegadea se embolsará en los próximos años unos 13 millones de euros anuales en concepto de dividendos de Enagás, soló en 2024 ingresó casi 40 millones por alquileres de tiendas a la propia Inditex.
El retorno de la inversión de Ortega
En cualquier caso, esos 13 millones de euros de dividendo que Ortega se asegura en los próximos años de Enagás, previsiblemente hasta 2030, sirven para compensar la caída del valor de sus acciones desde que desembarcó en la compañía de Antonio Llardén.
El holding inversor dirigido por Roberto Cibeira desembarcó en Enagás en diciembre de 2019, cuando se hizo con una participación de un 5% por algo más de 281 millones de euros, no obstante, debido al retroceso en bolsa en los últimos ejercicios, el valor de su paquete accionarial, en base a la capitalización de la compañía, asciende hoy en día a 171 millones de euros.
De momento, el retorno de la inversión en ajustado. Desde 2020, Pontegadea recibió cerca de 116 millones de euros de la retribución de la compañía a los accionistas. El próximo pago marcado en el calendario, complementario del ejercicio 2024, tendrá lugar el próximo 3 de julio, y supondrá unos ingresos de unos 7,5 millones de euros para la compañía con sede en A Coruña.
Hay que tener en cuenta que cuando Ortega desembarcó en Enagás, la compañía era una de las reinas del dividendo en el Ibex debido a sus altas rentabilidades, si bien la retribución a los socios fue cayendo (en la actualidad, no obstante, sigue estando sobre el 6%). En 2019, la compañía premió a los accionistas con 1,60 euros el título, que pasó en los siguientes ejercicios a 1,68 euros, 1,70 euros, 1,72 euros y 1,74 euros, para caer este 2024 hasta el euro.
Una Enagás «más fuerte, no más débil»
No obstante, en la junta de accionistas que tuvo lugar este jueves, Arturo Gonzalo apostó por el próspero futuro de la compañía ligado al hidrógeno. El directivo indicó que el saneamiento abordado en 2024, tras adoptar una política de dividendo sostenible de un euro por acción, abordar desinversiones como la venta de su participación en la estadounidense Tallgrass Energy o recibir un fallo favorable del Ciadi en el arbitraje abierto con Perú por GSP, hace a la compañía «más fuerte, no más débil».
En su discurso, Gonzalo consideró 2024 como un año «de inflexión» para Enagás, con la adopción de «decisiones complejas, pero necesarias para sanear la compañía y prepararla para una nueva etapa de crecimiento».
A este respecto, estimó que la compañía ha sido a lo largo de 2024 capaz de obtener la flexibilidad financiera para fortalecer el balance de cara a un próximo programa inversor, reduciendo la deuda en 1.000 millones de euros.
«Cuando en julio de 2022 presentamos el plan estratégico, contemplábamos a final de 2026 una deuda neta de 4.400 millones de euros. En este momento hemos reducido la previsión de deuda neta al final de este periodo a 2.300 millones de euros«, manifestó, añadiendo que así la compañía está «ya en una posición mucho más sólida para el futuro».
Cambio de tendencia
Gonzalo destacó que las acciones de la compañía repuntaron un 6% desde febrero, cuando anunció su nuevo plan estratégico, basado fundamentalmente en la apuesta por las redes del hidrógeno. Si bien admitió que los ingresos de la compañía “se van a resentir hasta 2026”, confió en que a partir de 2027, con el nuevo periodo regulatorio y su marco retributivo, se producirá “un cambio de tendencia, que va a consolidarse con la llegada del hidrógeno”.
Por ello, mostró «una gran confianza» en que la política retributiva de un dividendo sostenible de un euro por acción se podrá llevar «más allá de 2027, hasta 2030».
«Esto se convertirá en un compromiso cuando también el regulador tome las decisiones del marco retributivo del próximo periodo. No sería prudente hacerlo antes. Pero, como les digo, hemos hecho unas proyecciones financieras muy sólidas para el periodo 2027-2030«, dijo.