Las inversiones inmobiliarias de Sandra y Amancio Ortega: entre las pérdidas y los beneficios, con el foco en EE UU

Amancio y Sandra Ortega, padre e hija, pilotan a través de las filiales inmobiliarias de sus respectivos grupos patrimoniales, Pontegadea y Rosp Corunna, inversiones millonarias en el ladrillo. En la operativa de la primera y la segunda fortuna de España hay similitudes y diferencias. Mientras que el veterano empresario firma beneficios con sus sociedades vinculadas al sector, la heredera de Rosalía Mera regresó el pasado año a números rojos con el vehículo Ferrado Inmuebles debido a los deterioros anotados. Eso sí, en 2023, ambos, ya fuese por el incremento de las rentas o por las nuevas adquisiciones, vieron cómo sus ingresos por alquiler crecían a doble dígito.

Las cuentas consolidadas de Pontegadea Inversiones, consultadas por Economía Digital Galicia a través de la solución analítica avanzada Insight View, indican que el pasado año, los ingresos derivados de rentas provenientes de inversiones inmobiliarias ascendieron a 548 millones de euros, frente a los 467 millones del ejercicio 2022, anotándose un incremento de un 17,3%. Hay que tener en cuenta que esta no sería la cifra total, ya que la family office del hombre más rico de España se compone de otras sociedades holding más que también manejan negocio inmobiliario, como Partler, y Pontegadea GB 2020, que aglutina sus negocios en Reino Unido.

Crecen los ingresos por rentas

En el caso de Sandra Ortega, la filial de Rosp Corunna, Ferrado Inmuebles, es la que gestiona sus inversiones inmobiliarias. En su informe de gestión, los administradores de la compañía indican que la misma incrementó el pasado año su cifra de negocios un 21%, hasta los 17 millones de euros, una evolución en la que influyen mayores ingresos pero también contención de gastos de explotación. En su caso, explican, “los ingresos por arrendamientos de inmuebles ascendieron a 10,8 millones de euros, frente a los 9,6 millones del ejercicio anterior”. Un avance de un 12,5%. “Este incremento es debido principalmente a las mejoras en las ratios de ocupación y a la renegociación de determinados contratos de alquiler tras las mejoras realizadas en los inmuebles”, apuntan.

Por otro lado, Ferrado también se anotó unos ingresos de 6,1 millones en concepto de intereses por préstamos concedidos a sociedades dependientes del grupo.

Pérdidas y beneficios

Más allá de la diferencia de los activos, la gran distancua entre las principales sociedades inmobiliarias de padre e hija radican en sus resultados. Pontegadea Inmobiliaria es la principal sociedad dedicada al ladrillo, no la única, del grupo capitaneado por Roberto Cibeira. Con unos activos de 10.672 millones de euros y un patrimonio neto de 10.575 millones, la cifra de negocio conseguida firmada el pasado año fue de 117 millones de euros, si bien esta cantidad son ingresos financieros, es decir, deriva directamente de los dividendos recibidos de sus filiales, en los distintos países en los que opera. Con un resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, de 77 millones de euros, el resultado del ejercicio anotado el pasado año fue de 49 millones de euros frente a los 51 de 2022.

Ferrado Inmuebles, por su parte, incrementó sus activos el pasado año de los 750 a los 897 millones de euros. Con un patrimonio que se elevó un 21% hasta los 835 millones y a pesar del anteriormente mencionado aumento de la cifra de negocio, la compañía cayó en pérdidas, anotándose unos números rojos de 43,3 millones de euros frente a las ganancias netas de 11,4 millones del año anterior. El origen está en los 51,3 millones de euros por deterioros que se anotó.

Los administradores de la compañía indican que “las subidas de las tasas de descuento y la evolución negativa del tipo de cambio de dólar americano frente al euro, han provocado descensos en los valores de tasación de los inmuebles de la compañía y de sus filiales directas”. “La Dirección estima que esta situación es coyuntural y cíclica, y que no tendrá repercusión en los flujos de caja de la compañía, ya que la misma no se encuentra en posición vendedora en los inmuebles que han podido experimentar caídas en sus valoraciones”, expone.

Mercados

En línea con lo expresado desde Ferrado Inmuebles, es cierto que los deterioros de los valores inmobiliarios aplicados el pasado año impactaron a casi todas las compañías del sector. Ese podría ser la causa de que Pontegadea USA y sus sociedades dependientes arrojasen a cierre de 2023 un resultado de explotación negativo de 213 millones de euros, unos números rojos insólitos, teniendo en cuenta que se trata del primer mercado de la compañía y en el que más inversión se realizó el pasado año y el que, previsiblemente, le genera mayores rentas. De hecho, el valor en libros de la filial americana asciende a 4.593 millones de euros frente, por ejemplo, los 1.910 millones de Pontegadea España o los 1.090 de Pontegadea Canadá. En 2022, el beneficio bruto del negocio americano fue de 44 millones.

Ferrado cuenta con activos inmobiliarios repartidos en España, Portugal, Austria, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, con “una parte significativa de la cartera” en estas dos ubicaciones.

En su caso, la sociedad que aglutina sus activos en Estados Unidos (edificios de oficinas y hoteles) se denomina Ferrado Properties y se anotó unas pérdidas de 13 millones de euros. El coste en libros de la sociedad alcanza los 380 millones de euros, siendo el más alto de entre todas las filiales del ladrillo. El pasado año, Ortega Mera le inyectó 41 millones de euros “cuya finalidad ha sido, fundamentalmente, la reducción de deuda”.

Con todo, el pasado año la mayor aportaciones dineraria realizada por la heredera de Rosalía era ha estado en la sociedad inglesa Eldon Street. Casi 60 millones de euros “para la adquisición de un inmueble y la realizaron de obras de acondicionamiento en los demás de esta cartera”.