Los números de Amancio Ortega con Repsol: el ladrillo valdrá 11 veces más que su cartera energética

Amancio Ortega, primera fortuna de España y cofundador de Inditex, está a punto de cerrar su mayor operación hasta el momento en el ámbito de las renovables con la adquisición de una participación del 49% en una megacartera verde de proyectos eólicos y fotovoltaicos de Repsol valorada en unos 800 millones de euros. De, como parece, hacerse con el paquete accionarial en venta, la inversión de Pontegadea, el holding inversor del padre de Sandra y Marta Ortega, rondaría los 400 millones de euros.

De esta forma, su inversión en los últimos años en el terreno de las participaciones y activos energéticos rondaría los 1.600 millones de euros, una cantidad notable, pero que no equivale ni a un 2% de la fortuna que se le estima al empresario. Según el ranking actualizado a tiempo real de Forbes, en estos momentos, el dueño de Zara tendría un patrimonio estimado de 86.600 millones de euros, cerca de 81.000 millones de euros.

Casi 1.600 millones frente a un ladrillo de más de 18.000

En realidad, las inversiones energéticas de Ortega Gaona son una pieza pequeña en el puzzle en el que se divide su cartera inversora. Si bien su fortuna se apuntala en la participación de un 60% que posee en Inditex y en los jugosos dividendos que recibe de la textil año tras año, cada ejercicio, su cartera inmobiliaria gana más peso. La última valoración pública de la misma, realizada por tasadores independientes, es la de finales de 2022, cuando alcanzó los 18.150 millones de euros, según informó Pontegadea (desde entonces hasta ahora habría crecido, ya que ha seguido realizando ventas).

Esto quiere decir que, en la actualidad, las inversiones de los de Roberto Cibeira (CEO de Pontegadea) en el sector energético, renovable o convencional, no equivalen ni al 9% de la valoración de la cartera inmobiliaria del holding. Lo que es lo mismo, de momento, Amancio Ortega invierte once veces más en ladrillo que en energía.

Nueva alianza con Repsol

Aunque ni Pontegadea ni Repsol hacen manifestaciones al respecto, en el mercado se da por hecho que, previsiblemente, la próxima semana, los de Ortega Gaona cerrarán con la compañía de Antonio Brufau una operación por la que se harán con el 49% de una megacartera de proyectos renovables ubicados en Aragón, Castilla y León y Andalucía, valorada en 800 millones de euros.

El cierre de la operación implicaría que Pontegadea se ha impuesto en un proceso competitivo para la venta de esta participación que se abrió en mayo. De momento, lo único que han ratificado desde Pontegadea es el que holding del empresario se presentó a este proceso.

Hace unas semanas, con motivo de una conferencia con analistas para presentar los resultados del tercer trimestre del año, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ya indicó que el proceso de venta de esta participación en esta cartera de renovables se cerraría «en dos o tres semanas» y destacó que, además, se confirmaría con esta operación que «el rendimiento de dos dígitos» de rentabilidad que se marca la compañía para este tipo de proyectos «está ahí incluso en este entorno financiero».

Si Pontegadea se hace finalmente con ese paquete no sería la primera operación con Repsol. La última alianza se selló en julio del pasado año, cuando tomó una participación de un 49% en el parque fotovoltaico Kappa de la energética, por un importe de 27 millones de euros. Antes, en noviembre de 2021, se hizo con el mismo porcentaje del proyecto eólico Delta, en Aragón, por 245 millones de euros.

Desembarco en el sector

El verano pasado también adquirió Pontegadea una participación de un 5% en el vehículo Enagás Renovables, tras una inversión de 3,5 millones de euros. El vehículo inversor de Ortega ya estaba presente en la matriz de Enagás con una participación de un 5% que adquirió en 2019, en aquella altura por más de 280 millones de euros.

En 2021 desembarcó en Red Eléctrica primero y en su equivalente luso, REN, después. De la primera se hizo con otro 5% al invertir en aquel momento 456 millones de euros, mientras que en el caso portugués se hizo con un 12% que compró a Mazoon, de la empresa Oman Oil, valorado en 188 millones cuando se produjo la operación.