Las dos caras del aluminio en Galicia: Extrugasa amplía sus plantas y Alcoa congela inversiones

Cara y cruz en el sector del aluminio en Galicia. Mientras Alcoa anunció hace dos semanas su decisión de aplazar temporalmente la inversión de 109 millones de dólares (100 millones de euros) para la adquisición de un nuevo horno de cocción de ánodos de cara a su reinicio este mes de enero en San Cibrao, Extrugasa (uno de los principales clientes en España de su aluminio primario) se lanza a por una ampliación de sus instalaciones.

En concreto, la compañía propiedad de la familia Quintá ha recibido el visto bueno por parte de la Xunta para poner en marcha una nueva inversión clave en su base de operaciones de Valga. Se trata de una nueva nave de fundición de chatarra de aluminio que tomará forma en su complejo industrial del municipio pontevedrés.

Así será su nueva nave en Valga

La Dirección Xeral de Calidade Ambiental, Sostibilidade e Cambio Climático ha concluido que el proyecto es «ambientalmente viable», motivo por el cual ha autorizado su declaración de impacto ambiental. Según la documentación aportada ante el Ejecutivo gallego, Extrugasa efectuará esta ampliación en sus instalaciones para incorporar «un proceso de recuperación/valorización de la chatarra generada en el proceso productivo para su reintroducción como materia prima».

«La generación de aluminio a partir de chatarra generada disminuye el consumo de materia prima además de proporcionar beneficios ambientales con respecto a la actual gestión fuera del emplazamiento», justifica la compañía en la documentación presentada ante la Xunta de Galicia.

Para ello, Extrugasa se dotará de un horno de fusión y otro de homogeneizado, así como de una mesa de colada horizontal y unidades de pretratamiento, enfriamiento de tochos, desgasificación, tratamiento de gases, inspección mediante ultrasonidos y acabado, según consta en el proyecto de la empresa fundada por Andrés Quintá.

Mediante este proceso de reciclaje de aluminio, Extrugasa se dotará de metal sin necesidad de precisar de grandes cantidades de energía para su transformación, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, con la producción de aluminio primario a partir de la bauxita (con fase intermedia con la alúmina).

Extrugasa redobla, de esta manera, su apuesta por unas instalaciones en Valga que albergan la mayor instalación de autoconsumo fotovoltaico en la comunidad. Y es que Norvento desplegó sobre la sede de la compañía placas solares de 2,2 megavatios de potencia total. Mediante ellas, Extrugasa (que junto a sus vecinas Cortizo y Exlabesa produce algo más de la mitad de los productos de aluminio de toda España) cubre una cuarta parte de sus necesidades energéticas.

Frenazo inversor de Alcoa

Así, Extrugasa, empresa especializada en la extrusión, lacado, anodizado y mecanizado de perfiles de aluminio, avanza en su expansión en Galicia en un momento marcado por las turbulencias para Alcoa en San Cibrao. La compañía ha dejado en stand by la adquisición de un horno de cocción de ánodos de 100 millones de euros que supone casi el 60% del total de las inversiones que acordó destinar a la planta a principios de año con los trabajadores.

La compañía mantiene una previsión de pérdidas por valor de 200 millones de euros en su complejo de San Cibrao de cara a un 2024 para el que estaba estipulado el reinicio de las cubas de electrólisis de su planta de aluminio. Estos números se suma a los cerca de 120 millones de euros que la firma se ha anotado en números rojos hasta septiembre pese a tener las series de electrólisis fuera de funcionamiento y pese a operar la planta de alúmina a mitad de su capacidad debido, en este último caso, a los elevados precios del gas.