Altri recorta su deuda casi un 40% y da prioridad a sus dos inversiones clave en Portugal

La compañía portuguesa ha reducido su deuda neta hasta los 214 millones de euros y pone el foco en sus inversiones 'verdes' en sus plantas de Caima y Biotek

La fábrica de Caima, en Constancia, es la única del grupo Altri que produce pasta soluble

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Altri encara la recta final para su inversión en Palas de Rei con su cuenta de resultados disparada. La compañía portuguesa reveló en la documentación remitida este jueves a la Comissão do Mercado de Valores Mobiliários (la CNMV lusa) que despidió su ejercicio fiscal 2024 con un crecimiento del 150,6% en su beneficio neto.

En concreto, sus ganancias se dispararon desde los 42,8 millones de euros cosechados en 2023 hasta los 107,2 millones de euros registrados el año pasado. La firma aprovechó el tirón del 8,5% en su facturación (que se elevó hasta los 855,3 millones de euros, la segunda mayor de toda su historia) para dar un empujón a su cuenta de resultados y, de paso, asestar un nuevo tijeretazo a su deuda.

Y es que Altri reivindica en la presentación de sus cuentas de 2024 que cerró el año con «una mejora significativa en el nivel de deuda neta». Esta se situó en los 213,6 millones de euros, «un nivel significativamente inferior al alcanzado a finales de 2023 (356,7 millones de euros) y a los 249,8 millones de euros registrados al final del trimestre anterior».

En este sentido, su ratio de apalancamiento (deuda neta sobre ebitda) se rebajó desde las 2,6 veces notificadas al término de 2023 hasta situarse hasta niveles parejos en este 2024 (su beneficio bruto de explotación fue de 218,3 millones de euros.

La hoja de ruta de Altri

Altri ha acelerado su reducción de deuda y ha saneado su balance en un momento marcado por su ola de nuevas inversiones a la vista. La mayor es el denominado Proyecto Gama, mediante el cual la compañía promueve a través de su filial Greenfiber la puesta en marcha de un complejo industrial en Palas de Rei para producir unas 400.000 toneladas anuales de celulosa soluble, de las cuales la mitad (200.000 toneladas) serán dedicadas a la producción de lyocell.

La iniciativa, que ha recibido la declaración de impacto ambiental favorable por parte de la Xunta, lleva aparejada una inversión cercana a los 1.000 millones de euros. De esta cantidad, alrededor de un 25% procederá de capital privado, otro 50% de deuda y el 25% restante (unos 250 millones de euros) procederá, si prospera la petición de Altri, de ayudas públicas.

Altri ha puesto en valor en su presentación ante inversores la obtención de la declaración de impacto ambiental favorable a su iniciativa en Palas de Rei. Se trata, a su juicio, de un «hito importante, ya que evalúa que el proyecto cumple con la normativa ambiental vigente», pero la firma advierte que todavía está pendiente de lograr «permisos adicionales» para poner en marcha este proyecto cuyo proceso de construcción se prolongará entre 30 y 36 meses.

Los planes de Altri en Portugal

Es por ello que Altri da prioridad en estos momentos a las inversiones que tiene en el horizonte para sus plantas en Portugal. «Esta situación tan favorable [por el descenso de la deuda] permite a Altri desarrollar proyectos de crecimiento y diversificación», destaca la firma.

«El grupo continúa desarrollando diversos proyectos de crecimiento y diversificación de acuerdo con su plan estratégico. Entre los proyectos en fase de ejecución, destaca el proyecto de recuperación y valorización de ácido acético y furfural a partir de fuentes renovables en Caima, cuya finalización está prevista para finales de 2025», destaca su CEO, José Soares de Pina, en la presentación de resultados.

El máximo ejecutivo de Altri se refiere a la factoría de Caima en Constância, que cuenta con capacidad para producir 115.000 toneladas anuales de fibras celulósicas DWP. Esta es una de las tres plantas de la compañía en su país de origen. Las otras dos son el complejo de Celbi (ubicado Figueira da Foz), con potencial para producir 800.000 toneladas anuales de fibras celulósicas BEK y el de Biotek en Vila Velha de Ródão.

En este último, la compañía destaca que tiene en marcha un proyecto de migración de la producción total de celulosa BHKP a celulosa soluble, que se extenderá hasta finales de 2026. De acuerdo a Soares de Pina, el proyecto «continúa evolucionando según el plan previamente definido», lo que le permitirá producir fibras solubles con aplicación de manera especial en sectores como el textil.

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