Altri toca máximos anuales en bolsa en vísperas de su decisión final sobre la planta de fibras textiles

Altri se desata en bolsa. La compañía portuguesa se ha encaramado hasta máximos anuales en bolsa tras rebotar casi un 10% en los últimos tres meses y alcanzar los 4,55 euros a los que despidió la sesión bursátil del miércoles.

La pastera lusa ha dejado atrás los números rojos en el parqué y ya se revaloriza un 7,1% en lo que va de año. Este acelerón en bolsa ha incrementado su capitalización bursátil hasta los 937,5 millones de euros, situándose así a las puertas de la barrera de los 1.000 millones de euros.

La compañía que capitanea José Soares de Pina ha logrado remontar el vuelo en bolsa pese al frenazo en su cuenta de resultados. Y es que la bajada de los precios de la celulosa lastró su facturación, que retrocedió un 18,2%. Esta disminuyó desde los 521,7 millones de euros registrados en la primera mitad de 2022 hasta los 426,6 millones de euros registrados entre los meses de enero y junio de 2023.

Este recorte de ingresos se materializó en un descenso del 59,8% en sus ganancias. No en vano, según la documentación que la compañía aportó al regulador bursátil portugués, su beneficio neto se desplomó desde los 69,6 hasta los 28 millones de euros en los seis primeros meses del año, justo en la antesala de su decisión final sobre su gran inversión en Galicia.

La hoja de ruta para Palas de Rei

Y es que Altri tiene previsto confirmar antes de que acabe este 2023 si finalmente sigue adelante con su plan para levantar un complejo para la fabricación de fibras textiles en Palas de Rei. La compañía portuguesa tenía previsto tomar su decisión en la primera mitad del año. Sin embargo, posteriormente decidió abrir este horizonte temporal hacia todo el 2023 a la espera de cazar fondos europeos Next Generation para sufragar parte de la inversión.

Tras lograr la consideración de la Xunta de Galicia como proyecto estratégico a finales del año pasado, Altri afronta su particular contrarreloj para abordar dos frentes. Por un lado, se encuentra la búsqueda de «uno o más socios que puedan añadir valor y disminuir el riesgo del proyecto». Este se sumaría a Smarttia (la sociedad propiedad del máximo accionista de Greenalia, Manuel García Pardo), que controla un 25% del capital de Greenfiber, la sociedad a través de la cual Altri articulará su inversión en Palas de Rei.

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La hoja de ruta de Altri contempla el mantenimiento de una mayoría accionarial (para ello debería controlar al menos un 50% del capital de Greenfiber) y la consecución de ayudas para cubrir alrededor del 25% de los 850 millones de euros de inversión en Palas de Rei. A falta de conocer si estas ayudas públicas se canalizarán mediante préstamos o subvenciones, Altri todavía se encuentra pendiente de saber ´de qué PERTE resultará adjudicataria.

El PERTE de la descarbonización

En este sentido, todas las miradas están puestas en el PERTE de la descarbonización. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo elevó a audiencia pública la semana pasada la convocatoria de la primera línea de ayudas está destinada a la actuación integral para la descarbonización. La iniciativa está dotada de 3.100 millones de euros (1.000 millones de euros en esta primera fase) y se perfila como la gran oportunidad para Altri.

El propio ministro de Industria en funciones, Héctor Gómez, acudió a Portugal el pasado mes de julio para reunirse con representantes de Altri para abordar la situación y referirse precisamente a este PERTE como la llave para desbloquear la situación. “Este PERTE contribuirá a modernizar nuestra industria para afrontar con éxito la transición ecológica apostando por el fomento del uso de energías renovables, la protección del medio ambiente y el avance hacia la economía circular. Queremos que España lidere la revolución verde industrial a nivel europeo y el PERTE va a ayudar a conseguirlo. Y Altri presenta un proyecto extraordinario que encajaría con los objetivos de nuestra apuesta hacia la descarbonización««», subrayó.

De la consecución de estos fondos públicos, depende que Altri levante en Palas de Rei un complejo que se compondrá, en el caso de llevarse adelante, de dos unidades de producción. Por un lado estaría una planta de pasta de madera soluble. Esta abastecería, según la hoja de ruta de la compañía, a otra factoría vecina, de lyocell, de la que saldrían unas 200.000 toneladas anuales destinadas a alimentar a la industria textil en una nueva era marcada por sus objetivos de sostenibilidad. Una vez operativo, en torno a este complejo industrial pivotarán 2.500 puestos de trabajo entre directos e indirectos.