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Altri, inmune en Portugal al lío de Palas de Rei: gana 120 millones en bolsa este año
La compañía lusa se anota una subida del 12,4% en bolsa en lo que va de 2024 pese a la ofensiva de BNG, PSdeG, sindicatos y organizaciones ecologistas contra su planta de fibras textiles en Palas de Rei
Altri resiste en bolsa a la polémica por su proyecto en Palas de Rei. Las acciones de la empresa que capitanea José Soares de Pina se anotan la octava mayor subida del PSI 20, el índice de referencia en el mercado portugués, tras escalar hasta los 5,17 euros.
Esta cota roza los 5,34 euros que llegó a alcanzar a comienzos de este mes y que suponían su nivel más alto desde junio de 2022. Por aquel entonces, la firma venía de anunciar dos meses antes su decisión de elegir a Palas de Rei como emplazamiento de su planta de fibras textiles. Ahora, dos años después, Altri consuma un ascenso del 12,4% en lo que va de 2024 pese a la tormenta política desatada a cuenta del inicio del proceso de tramitación de su proyecto.
De esta forma, la compañía lusa ha estirado su capitalización bursátil desde los 943,6 millones de euros con los que despidió 2022 hasta los 1.060,5 millones de euros a los que ascendía su valor en bolsa al término de la sesión de este viernes en el mercado portugués.
El plan de Altri en Palas de Rei
Altri planea invertir 850 millones de euros en la puesta en marcha de una fábrica de fibra textil a base de celulosa con capacidad para «llegar a producir anualmente un máximo de 400.000 toneladas de fibras solubles que es la materia prima para aplicaciones textiles, de las cuales 200.000 toneladas serán destinadas directamente a producción de lyocell y/o otras fibras textiles», según asegura la empresa en la página web lanzada para explicar los pormenores del proyecto.
«El objetivo es que en futuro se pueda integrar la totalidad de las fibras solubles en producción de lyocell. Parte de esta ampliación puede ser hecha a partir de procesos de reciclaje de tejidos textiles a incorporar en el proceso productivo ya existente», subraya Altri, que aspira a cubrir una cuarta parte de su inversión con ayudas públicas.
Los detractores de Altri
Altri plantea la creación de 500 puestos de trabajo directos con esta planta con la que busca diversificar su mix de ingresos más allá del negocio de la celulosa, pero que se ha topado con las críticas de los dos principales partidos de la oposición en Galicia. La formación que encabeza Ana Pontón ha presentado ante la Xunta más de 700 alegaciones contra el proyecto de Altri en Galicia, que define como «bomba ambiental». “No tiene nada de economía circular ni de cierre de ciclo productivo”, precisaba la formación, cuya portavoz nacional, Ana Pontón, ve en este proyecto un plan para levantar una «megacelulosa contaminante».
En la misma línea se ha pronunciado José Ramón Gómez Besteiro. El secretario xeral electo del PSdeG-PSOE ha censurado que es «un proyecto que genera muchas dudas” mientras que la viceportavoz parlamentaria de los socialistas gallegos, la exministra Elena Espinosa, ha recalcado que la formación defiende cualquier inversión pero que «la parte económica, la social y el medio ambiente no pueden separarse».
Con división en la Asociación Forestal de Galicia, el proyecto de Altri se ha saldado con las críticas del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia, Ecoloxistas en Acción, Greenpeace, así como de los sindicatos (incluido el Sindicato Labrego Galego) y asociaciones vecinales de la comarca como Ulloa Viva.
Los números de Altri
Sin embargo, Altri ha resistido no solo al golpe tanto de la oposición por parte de partidos como el PSdeG o el BNG, así como de diferentes organizaciones vecinales y ecologistas a su proyecto. Y es que esta escalada en bolsa ha tenido lugar en un momento marcado por el frenazo a su cuenta de resultados como consecuencia de la caída de los precio de la celulosa que ha lastrado también, por ejemplo, a Ence.
Así, la compañía lusa ha revelado en su memoria anual que su facturación sufrió un recorte del 26% en 2023 y perdió el nivel de los 1.000 millones de euros para situarse en los 788 millones de euros. Esta situación se ha hecho notar también sobre su beneficio neto, que ha retrocedido hasta casi una cuarta parte tras pasar de los 153 millones de euros cosechados en 2022 a los 43 millones del año pasado.