Altri se juega en un mes los fondos europeos para su planta de Palas de Rei

La primera convocatoria del Perte de descarbonización industrial, en el que el proyecto que plantea la pastera portuguesa tendría mayor encaje, se cierra el próximo 17 de abril y cuenta con una dotación de 1.000 millones, 500 en préstamos y otros 500 en subvenciones

Fábrica de Caima, de Altri

Fábrica de Caima, de Altri / Altri

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El próximo 17 de abril se cierra la primera convocatoria del Perte de descarbonización industrial correspondiente a una línea de actuación integral para la industria manufacturera, que cuenta con una dotación de 1.000 millones, de los que 500 se otorgarán en forma de préstamos y otros 500 como subvenciones. Este programa de ayudas es en el que, por el momento, la fábrica de fibras que proyecta Altri en Palas de Rei (Lugo) tendría un mejor encaje.

La falta de un camino claro hacia los fondos europeos para la planta de la pastera portuguesa ha sido uno de los principales puntos de fricción entre el Gobierno central y la Xunta, que ya reiteró en varias ocasiones la necesidad de un Perte específico dada la magnitud y proyección de empleo de la iniciativa. 

Un encuentro del pasado octubre entre el presidente del Ejecutivo gallego, ahora en funciones, Alfonso Rueda y el, por entonces, ministro de Industria, Héctor Gómez, sirvió para templar los ánimos y poner sobre la mesa las posibilidades de la compañía lusa para recibir fondos europeos. Hay que recordar que los planes de la compañía pasan por obtener entre un 20% y un 25% de financiación pública para los 850 millones que necesita para levantar la planta en el concello lucense. 

Dicha financiación, en caso de obtenerla, procedería en su mayor parte del Perte de descarbonización, que abrió la ventanilla para presentar solicitudes de la primera convocatoria el pasado 24 de enero. En conjunto este proyecto estratégico contará con un presupuesto de 3.170 millones que permitirán movilizar hasta 11.800 millones.

Según las previsiones del Ministerio de Industria, ahora capitaneado por Jordi Hereu, “las inversiones en descarbonización de la industria manufacturera impulsadas a través de este Perte permitirán incrementar la competitividad del sector alrededor de un 10% y supondrá la creación de unos 8.000 empleos” y estima “ una reducción de emisiones que podría alcanzar más de 13 millones de toneladas de CO2 al año”. 

Objetivos y líneas de actuación del Perte

Este proyecto estratégico, cuyo objetivo es “apoyar a la industria en su transición hacia un modelo y procesos más respetuosos con el medio ambiente y contribuir al objetivo de neutralidad climática en 2050”, cuenta con cuatro líneas de actuación: 

  • Ayudas de actuación integral para la descarbonización, que incluye apoyo para la transición de fuentes de energía con la electrificación de procesos y la incorporación de hidrógeno, entre otros.
  • Ayudas a empresas manufactureras participantes en el Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI por sus siglas en inglés)  sobre la cadena industrial del hidrógeno de origen renovable.
  • Estudio y evaluación del desarrollo de un fondo de apoyo a los contratos por diferencias de carbono y realización de proyecto piloto.
  • Una línea de apoyo al desarrollo de nuevas instalaciones manufactureras altamente eficientes y descarbonizadas.

Por el momento solo ha salido la convocatoria para la primera de las líneas, que se cerrará el próximo 17 de abril. Tal y como anunció el ministro Hereu a principios de febrero, a esta primera convocatoria le seguirá una segunda (también de la línea 1) prevista para el segundo semestre de este año, que contará con un total de 370 millones en subvenciones y 1.000 en préstamos, cuyos proyectos podrán ejecutarse más allá del 2026.

El titular de Industria reconoció que están trabajando en la línea 4 del Perte, a la que el Gobierno central considera que puede acogerse el proyecto de Atri y con la que se concederá la financiación de nuevas instalaciones manufactureras altamente eficientes y descarbonizadas. En este caso la dotación será de 150 millones en subvenciones y otros 100 en préstamos.

Tensión por el proyecto de Altri

La publicación el pasado 4 de marzo en el Diario Oficial de Galicia del proyecto impulsado por Greenfiber –sociedad participada por la compañía portuguesa y por Greenalia-,con la consiguiente apertura de un plazo de 30 días para presentar alegaciones, disparó la controversia en territorio gallego. Organizaciones ecologistas como Ulloa Viva, Adega o Ecoloxistas en Acción se oponen al proyecto ya que, según sostienen, dedicará su actividad principal a la producción de celulosa a partir de madera de eucalipto. 

Son las mismas críticas que lanzan desde formaciones políticas como el BNG que consideran que la iniciativa que plantea la pastera es en realidad una macrocelulosa produciría 250.000 toneladas de celulosa y “solo” 60.000 de fibras textiles (lyocell) en una primera fase, cantidades que ascenderían a 400.000 y 200.000 toneladas, respectivamente, con la factoría a pleno rendimiento. 

Voces contrarias al proyecto también se encuentran en el PSdeG. El candidato a la secretaría Secretaría Xeral, José Ramón Gómez Besteiro, alertó esta misma semana de las diferencias que presenta el proyecto respecto “a lo que se dijo al principio”.

Por su parte, desde el Ejecutivo autonómico niegan que el proyecto sea una macrocelulosa y piden, tanto a organizaciones como formaciones políticas, “cordura” y “no prejuzgar un proyecto que está todavía siendo examinado”. Así lo apuntó esta semana la conselleira de Economía en funciones, María Jesús Lorenzana, quien apuntó que, en todo caso, la iniciativa de Altri “deberá ajustarse a la Declaración de Impacto Ambiental y Autorización Ambiental Integrada” por lo que insta a todas las organizaciones y partidos políticos a “no hablar desde la superficialidad” y dejar que “los técnicos trabajen”.

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