Ence y Altri competirán por la fibra textil reciclada con dos plantas piloto en As Pontes y Palas de Rei

La dueña de la pastera de Pontevedra anuncia una alianza con la sueca ShareTex para construir una planta piloto de reciclado textil en As Pontes, dentro de su proyecto de una planta de celulosa reciclada y blanqueada que podría arrancar en 2027 mientras que el grupo luso proyecta otra factoría y un centro tecnológico para la segunda fase de su complejo

Primeros ejecutivos de Ence y de Altri en dos fotos de archivo

Ignacio Colmenares, CEO de Ence, y José Soares de Pina, su homólogo en Altri, en dos fotos de archivo. Fotos: Agencia EFE

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Tanto Ence como Altri dibujan en su horizonte en Galicia el desembarco en el negocio del reciclaje textil, una industria, por ahora, muy poco avanzada. En la misma semana, tanto el grupo dueño de la pastera de Pontevedra como la multinacional lusa han anunciado su intención de poner en marcha dos plantas piloto de reciclaje de fibra textil. Una en As Pontes y otra en Palas de Rei. En ambos casos, los tiempos de implantación son todavía una incógnita.

Ence anunció este martes la firma de un memorando de entendimiento con la start up sueca ShareTex “con el objetivo de construir en As Pontes una planta piloto de reciclaje de fibras textiles” que servirá para verificar la tecnología puesta en marcha por la compañía europea. Este proyecto sería una pata más del que el grupo de Ignacio Colmenares proyecta en la zona de Ferrolterra, dentro de los terrenos de la térmica de Endesa en As Pontes. Allí, la cotizada pretende levantar una bioplanta cuyo principal objetivo es la producción de fibra blanqueada recuperada y biomateriales, un complejo que en su primera fase alcanzaría un volumen de inversión de 125 millones de euros y 120 puestos de trabajo y sobrepasaría los 350 millones de euros cuando se encuentre a pleno rendimiento.

Ence, Altri y el reciclaje

La cotizada indica que “entre las principales ventajas” de la tecnología desarrollada por la compañía sueca “está la capacidad de procesado de los textiles de poli-algodón, ampliando así la gama de textiles susceptibles de ser reciclados”. “Asimismo, esta nueva tecnología no precisa de condiciones drásticas de presión ni de temperatura, ni tampoco emplea disolventes tóxicos”, expone. “El proceso utilizará residuos post-consumo recolectados en la región, así como residuos del proceso de reciclaje mecánico de textiles, para dar una nueva vida a estos materiales. Como resultado, se podrán obtener fibras textiles que se integrarán de nuevo en la cadena de valor textil o en productos de alto valor añadido”, añade.

Ence realizó esta comunicación justo un día después de una rueda de prensa de Altri en Santiago de Compostela en la que el CEO de la compañía, José Soares de Pina, explicó las distintas fases en las que se divide el proyecto que la multinacional lusa quiere poner en marcha en Palas de Rei (Lugo) y que se centra en la producción de fibras textiles para la industria de la moda usando como materia prima el eucalipto.

El macrocomplejo de Altri, de naturaleza distinta al de Ence en As Pontes, maneja un presupuesto mucho mayor. Solo en su primera fase, la firma portuguesa estima la necesidad de unos 1.000 millones de euros que permitirían la producción de unas 200.000 toneladas anuales de pasta soluble y 60.000 toneladas de lyocell, la fibra textil sostenible que destinará a la industria textil.

Sin embargo, en su segunda fase, Altri también tiene en mente entrar en el negocio del reciclaje textil. Una vez puesta en marcha su primera fase, el grupo apuesta por la inversión de otros 1.000 millones de euros más para escalar la factoría lucense y alcanzar su objetivo de producción de 400.000 toneladas anuales de pasta soluble y 200.000 toneladas de fibra textil en un proceso integrado. Y es en esta fase en donde también se prevé incorporar al complejo de Palas una planta piloto para el reciclado de fibras textiles y un centro tecnológico destinado a esta misma materia. Eso sí, según indicó Soares de Pina, para eso será primero necesario comprobar la viabilidad y rentabilidad de la primera fase, que el proyecto esté en marcha y alcance buenos resultados.

En realidad, no es la primera vez que Altri se pronuncia sobre este nicho de mercado, que ya expone en la autorización ambiental solicitada a la Xunta. En ese documento indica que, en una fase final, el proyecto contará “con una unidad futura de recuperación de fibras textiles provenientes de la recogida selectiva de tejidos, ropa y otros materiales textiles”. “Esta unidad incluirá infraestructuras y equipos de recepción, almacenamiento, procesamiento químico y mecánico, separación de fibra y su envío para la línea de pasta soluble y/o para la planta de lyocell”, añade.

Incógnita en tiempos e inversiones

Aunque Ence y Altri coinciden en su apuesta por el reciclaje textil a día de hoy existen todavía numerosas incógnitas sobre los tiempos y las inversiones de estas plantas piloto, fundamentalmente porque dependen de otros proyectos más grandes.

En el caso del proyecto Gama de Palas de Rei, Altri evidencia de forma clara que el futuro del complejo, más allá de las pertinentes autorizaciones técnicas y ambientales, depende de la consecución de fondos públicos. Por otro lado, solo la construcción de la planta en su primera fase, según los datos aportados este lunes, conllevaría un período de 36 meses.

En el caso de Ence, a preguntas de Economía Digital Galicia, la compañía tampoco aportó este martes más datos acerca de los tiempos de la planta piloto de reciclaje textil o la inversión aparejada, teniendo en cuenta que el grupo pastero ya ha indicado que será aún en 2025 cuando decida si pone o no en marcha su proyecto en As Pontes para la producción de celulosa reciclada y blanqueada, “usando papel y cartón recuperados, así como agua y terrenos recuperados, sin incrementar el consumo de madera”. El arranque esperado del complejo, en todo caso, de salir adelante, está marcado para 2027.

Tecnología a desarrollar

Tanto Altri como Ence hacen hincapié en la importancia de las líneas de producción de textil reciclado que, no obstante, están en una etapa aún incipiente. Soares de Pina indicó esta semana en Compostela que “se generan en Europa 5 millones de toneladas de residuos y solo se recicla un 2%. Es un tema muy relevante y hacia donde va la industria”.

Por su parte, ShareTex, la compañía con la que se ha aliado Ence y que tiene como CEO al valenciano Miguel Sanchis Sebastiá, indica en su página web que “la producción mundial de prendas de vestir y otros materiales de fibras textiles ascendió a más de 120 millones de toneladas anuales en 2019”. “Una gran cantidad de estos textiles terminarán actualmente como desechos textiles. Actualmente sólo se recicla el 12% de todo el material de fibra textil virgen”, expone.

“La idea principal detrás del proceso ShareTex es convertir los residuos textiles en pulpa de celulosa o una solución de glucosa, dependiendo de las propiedades del material de partida. La celulosa se puede valorizar como tal en aquellos casos en los que el polímero está en buenas condiciones, mientras que se puede utilizar la despolimerización completa para apuntar a la producción de glucosa en aquellos casos en los que el polímero está degradado. Gracias a esta tecnología versátil, ShareTex puede valorizar los residuos textiles que no son adecuados para la producción de nuevas fibras textiles, lo que añade un eslabón adicional en la jerarquía de residuos y minimiza el flujo de residuos textiles hacia la incineración y/o los vertederos”, explica.

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