Altri defiende que la fabrica de Palas cumple los criterios para recibir fondos europeos

Altri defiende en un comunicado que la planta que proyecta en Palas de Rei será "pionera" por ser la primera en el mundo que integre el proceso de transformación de madera en pasta soluble y, posteriormente, la conversión de esta en lyocell para la industria textil

José Soares de Pina, CEO de Altri / EP

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Altri reivindica el compromiso con el medio ambiente de su proyecto en Palas de Rei. A través de un comunicado, la firma lusa subraya «su pleno convencimiento de que el Proyecto Gama cumple a rajatabla los criterios de la UE para poder optar a los Fondos del Plan de Recuperación (Fondos Next Generation)«.

Según pone en valor la compañía, esta iniciativa ha sido diseñada «con criterios de sostenibilidad y circularidad, tanto a nivel ambiental como desde el punto de vista del desarrollo de sectores productivos clave en el territorio, como son el forestal y el textil«.

Se trata, a su juicio, de un proyecto «tecnológicamente puntero» y que «implica una modernización tecnológica que situará a Europa en la vanguardia de la industria textil y reducirá su dependencia de otros países otros países distantes, que producen fibras textiles con unos criterios ambientales muy alejados de las exigencias europeas».

Altri reivindica su modelo «integrado»

Bruno Dapena, director del Proyecto Gama, destaca que, una vez puesta en marcha, será «la primera planta en el mundo que integrará en una misma instalación los dos procesos necesarios para la producción de lyocell: por un lado, la transformación de la madera en pasta soluble de base celulósica para la fabricación de fibras textiles y, por otra parte, la fabricación del lyocell a partir de esa pasta soluble. Esto reducirá enormemente la huella de carbono, al evitar transportar la pasta soluble de un punto a otro del planeta, que es lo que ocurre en la actualidad para fabricar lyocell”.

Esta fibra textil se posiciona como uno de los tejidos del futuro y se prevé que se abra paso frente a otras «basadas en materias primas fósiles con emisiones de carbono y/o uso de agua mucho mayores, lo que se alinea con los objetivos de descarbonización marcados por la Comisión Europea para la industria textil».

En este sentido, Miguel Silva CFO de Altri, ha subrayado que “un 70 % de las fibras que se utilizan en el sector textil proceden de combustibles fósiles. Un 20 % son naturales, pero con mucha utilización de agua. El desafío mundial es fabricar más fibras de base renovable, como es el Lyocell, y hacerlo, como queremos hacer nosotros, desde una planta descarbonizada, con los más altos estándares de calidad”.

Según destaca Altri, las emisiones de CO2 del lyocell de Altri serán de 0,1 toneladas por cada tonelada producida. Esta cifra se aleja de las 12 toneladas que registra, de medio, el poliéster, así como de las seis toneladas del algodón o las 2,5 toneladas del lyocell no integrado.

«La fábrica de Greenfiber no utilizará combustibles fósiles ni utilizará productos químicos blanqueadores a base de cloro. Habrá una verdadera integración tanto en términos de circuitos de agua como de energía térmica y eléctrica. En este caso, el consumo de las dos unidades juntas será menor que si estuvieran aisladas», destaca la firma. «Por ejemplo, una de las sinergias resultantes de la integración pasa por enviar el efluente de Lyocell al proceso de fibras celulósicas, reduciendo todavía más el impacto que tiene esta fibra textil en comparación con otras fibras. En cuanto a la energía, el proyecto se ha planteado con un equilibrio energético que nos permitirá ser autosuficientes en esa materia. No necesitaremos energía de la red”, ha explicado Bruno Dapena.

A vueltas con los fondos para Palas de Rei

En paralelo, la firma destaca la viabilidad de su proyecto tras las críticas de representantes políticos como el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro. «Altri es una empresa cotizada, solvente y rigurosa, que no se embarcaría en un proyecto como este, que requerirá una inversión de más de 1.000 millones de euros, si no estuviese segura de que es un proyecto viable, al responder a una demanda social y del sector textil de ir ganando terreno a las fibras textiles de origen fósil para sustituirlas por otras fibras de nueva generación, sostenibles y 100% biodegradables, pero también a una exigencia normativa de la UE en ese sentido”, ha recalcado Miguel Silva.

La hoja de ruta de Altri contempla la obtención de unos 250 millones de euros en ayudas europeas para abordar esta inversión. La empresa destaca que este «importe es necesario para disminuir hasta un nivel aceptable el riesgo que siempre acarrea un proyecto innovador, con el fin de que los inversores puedan ir adelante». «Se trata de un proyecto estratégico para Galicia, España y Europa, que contempla la mayor inversión en esta comunidad en varias décadas y la mayor de la historia de la provincia de Lugo. Y no lo hacemos solo con una perspectiva local, sino en un marco europeo, con el foco puesto en la competitividad empresarial, la descarbonización de la industria textil y la colaboración interterritorial”, ha defendido el directivo.

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