Alcoa ya analiza ofertas por San Cibrao y promete solvencia técnica y financiera del comprador

Alcoa está estudiando «propuestas no vinculantes» por el complejo de San Cibrao, las factorías de aluminio y alúmina que pretende vender tras el parón de dos años en la producción de aluminio primario y en pleno proceso de reactivación de las cubas de electrolisis. «El resultado del proceso
de venta es incierto, pero ahora mismo nos encontramos analizando las respuestas no vinculantes de los interesados en las plantas, y, por el momento, los detalles deben mantenerse confidenciales en cumplimiento de nuestros acuerdos de confidencialidad», dice la compañía, que al mismo tiempo, en contra de los últimos mensajes que ha venido lanzando la cúpula desde Estados Unidos, asegura que mantiene abierta la posibilidad de seguir operando las factorías.

En un comunicado, Alcoa explica que la venta del complejo solo se considerará bajo unas «condiciones específicas», que pasan porque el comprador ofrezca las suficientes garantías financieras y técnicas para dar continuidad al negocio después del caos generado con el traspaso de las fábricas de A Coruña y Avilés, que acabaron quebradas y en una investigación de la Audiencia Nacional. En concreto, el grupo con sede en Pittsburgh se refiere a la «fortaleza financiera y capacidades técnicas para asegurar la continuidad de la operación», lo que parece descartar que algún fondo pueda desembarcar en A Mariña.

‘Due diligence’ y plan de viabilidad

La compañía desglosa en cuatro partes los requisitos que debe acreditar el potencial comprador de las fábricas de San Cibrao. Además de la fortaleza técnica y financiera, debe «demostrar las garantías adecuadas para cubrir futuras contingencias o responsabilidad«.

Por otro lado, voluntad de aceptar todas las obligaciones y responsabilidades vinculadas al negocio, incluyendo el acuerdo de viabilidad, el acuerdo de convenio colectivo, las responsabilidades medioambientales y los acuerdos con proveedores y clientes. A este respecto, da a entender la multinacional que el comprador asumiría la balsa de lodos rojos de San Cibrao así como los acuerdos con los trabajadores, incluyendo la activación progresiva de la factoría de aluminio.

Por último, señala Alcoa que será necesario «llevar a cabo un proceso de due diligence de manera adecuada».