Alcoa se refugia en Ignis, dueña de su planta quebrada de A Coruña y antigua aliada de un pretendiente

Los de Pittsburgh negocian un acuerdo para salvar San Cibrao con Ignis EQT, accionista mayoritario de la compañía que desarrolla un proyecto de amoniaco verde en la ciudad herculina

Factoría de Alcoa en San Cibrao

Vista de la fábrica de Alcoa en Cervo, Lugo. EFE/ Eliseo Trigo

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Alcoa busca la solución para San Cibrao en el Gobierno español, vía ayudas, y en Ignis EQT, el accionista mayoritario de la compañía energética Ignis. De momento, existe un preacuerdo, con condiciones, por el que los de Pittsburgh realizarían una aportación de 75 millones y la compañía energética pondría otros 25. Ambos son viejos conocidos. Lo dejó claro el propio CEO de la multinacional aluminera, Bill Oplinguer, en la conferencia ofrecida ante analistas la noche del miércoles (hora española). “A través del proceso de venta, surgió una de las partes. El Grupo Ignis, que Alcoa conocía por sus tratos anteriores en el mercado energético español”.

La compañía en manos de Ignis EQT desarrolla en A Coruña un millonario proyecto de hidrógeno y amoniaco verde y, junto con Resonac, la antigua Showa Denko, se quedó con la antigua fábrica de Alcoa en la ciudad herculina, que fue a quiebra tras pasar a manos de Alu Ibérica, investigada por presunta descapitalización fraudulenta en la Audiencia Nacional. Antes, la compañía llegó a forjar un alianza que no salió adelante con GFG Alliance, compañía británica que negoció la compra de la factoría de aluminio primario de San Cibrao.

El presidente ejecutivo de Ignis es Antonio Sieira, empresario madrileño detrás de una empresa que, según su perfil corporativo, comenzó en el sector “con la compra y reconversión exitosa de activos términos de cogeneración y ciclo combinado en dificultades financieras, logrando su viabilidad y una repercusión positiva en el empleo y la actividad en las zonas de desarrollo”. El gran salto de la compañía llegó en 2021, cuando firmó un millonario acuerdo que dio entrada en su accionariado a Vortex Energy, compañía en manos del fondo de private equity EFG Hermes. Acordó invertir 629 millones de euros en una operación que valoró el conjunto de la compañía en 1.250 millones de euros.

«Buena interacción»

Bill Oplinguer, el CEO de Alcoa a nivel mundial, indicó que, a lo largo de estos meses, y dentro del proceso de venta puesto en marcha para vender todo el complejo de San Cibrao, tanto el negocio de aluminio como el de alúmina, la corporación se puso en contacto con 60 compradores potenciales “y no hubo una oferta viable para la totalidad del activo”. “En ese proceso, Ignis surgió como un socio potencial para que podamos combinar esencialmente su experiencia y la nuestra”, expuso. “Tuvimos una muy buena interacción con ellos y estamos seguros de que podemos lograr la asociación. Ahora, la cuestión será sentarse y asegurarse de que las partes interesadas comprendan la necesidad del apoyo que buscamos para garantizar la solvencia y la viabilidad de San Cibrao”, zanjó.

En realidad, de alguna forma, Ignis ya quiso salvar San Cibrao en el pasado. Fue en plena pandemia, cuando el conglomerado GFG Alliance, dirigido por el magnate de origen hindú Sanjeev Gupta, pujaba con fuerza por hacerse con la factoría de aluminio primario de A Mariña lucense. Entonces, Ignis alcanzó un acuerdo con Simec, una de las filiales de la pretendiente de Alcoa, para “el desarrollo, construcción, operación y mantenimiento de cerca de 1,2 gigavatios de energía eólica y solar fotovoltaica”. Gupta había presentado ante administraciones y trabajadores un proyecto para poder reducir la ingente factura energética de la planta vía hidrógeno verde y cogeneración. Jugaba un papel importante el acuerdo con Ignis, para suministrar energía limpia. En un inicio, el acuerdo con la compañía de Antonio Sieira apostaba por desarrollos eólicos que se ubicarían en la comunidad gallega, así como fotovoltaicos en el resto del país.

En cualquier caso, esa alianza nunca llegó a buen puerto ya que, según trascendió, Ignis rompió los acuerdos a finales de 2020.

Hidrógeno sobre las ruinas de Alu Ibérica

Los caminos de la energética Ignis y Alcoa volverían a cruzarse de forma indirecta unos años después. En octubre de 2023, el juzgado de administración concursal de Alu Ibérica acordó vender los terrenos de la antigua factoría de aluminio primario de Alcoa en A Coruña a Resonac Graphite Spain, que presentó una oferta de compra conjunta junta a Ignis Energy Holdings por el activo, una operación que supuso un desembolso de 18 millones de euros.

La intención de Resonac es emplear los antiguos terrenos de Alcoa para ampliar su fábrica actual y, además, poner en marcha una factoría de grafito para ánodos de baterías de coches eléctricos. La de Ignis, levantar una planta de hidrógeno renovable que sea complementaria con el millonario proyecto de amoniaco verde que tiene en marcha en el puerto exterior de Punta Langosteira, desde donde principalmente se dedicará a la exportación.

Este proyecto ha sido declarado por la Xunta iniciativa empresarial prioritaria. La materialización del proyecto denominado Armonía Green Galicia se realizará en tres fases, con una capacidad de síntesis final de amoníaco de 725.000 toneladas anuales. La empresa estima que la fábrica producirá 145.000 toneladas al año en la fase uno del proyecto, que espera poder arrancar en 2027 y en donde prevé invertir inicialmente 380 millones de euros. Habrá que ver si, finalmente, también este proyecto tendrá alguna implicación en el futuro de San Cibrao.

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