Alcoa paraliza el 60% de su inversión en San Cibrao ante las grandes pérdidas de las fábricas

La multinacional justifica con el retraso en la implantación de las renovables la decisión de aplazar la adquisición del horno de cocción de ánodos para la fábrica de aluminio, que supone 103 millones de los 190 que acordó invertir en la planta

La fábrica de Alcoa en San Cibrao volverá en enero a producir aluminio primario tras dos años de parón / EFE

La fábrica de Alcoa en San Cibrao volverá en enero a producir aluminio primario tras dos años de parón / EFE

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Alcoa ha aplazado su inversión más relevante en la planta de aluminio de San Cibrao. La multinacional deja en suspenso la compra de un horno de cocción de ánodos de 109 millones de dólares, importe que equivale al 57% de la inversión total acordada para la planta a principios de este año, 191 millones de dólares. Inicialmente la compañía con sede en Pittsburgh pactó destinar 103 millones a la factoría como una de las contrapartidas para que la plantilla aceptara suspender durante dos años la producción de aluminio primario y apagar las cubas de electrolisis, que son el principal foco de consumo eléctrico. De esta manera, Alcoa reducía sensiblemente los gastos y las pérdidas de las instalaciones, mientras mantenía operativa solamente la fundición.

La inflación, sumada a los problemas en la cadena de suministro, hizo que los números quedaran desfasados. El pasado enero, la compañía lanzó un nuevo planteamiento, que consistía en aumentar en 88 millones la inversión en San Cibrao y que la reactivación de la planta fuese progresiva, de tal manera que activará a comienzos de 2024 una pequeña parte de las cubas, el 6%, y después aumentaría paulatinamente hasta alcanzar el pleno rendimiento en octubre de 2025. Fue en ese acuerdo cuando se añadió la adquisición del horno de cocción de ánodos, que ahora queda aplazada.

El gigante del aluminio asegura que la decisión no incumple el acuerdo con los trabajadores, pues volverá a producir aluminio primario según el calendario previsto, pero lo cierto es que deja en suspenso la práctica totalidad de la inversión prometida el pasado enero y que fue rubricada por los trabajadores, con un 78% de apoyo, el 3 de febrero. José Antonio Zan, presidente del comité de empresa, dijo que Alcoa ha vuelto a regalarles una «puyita más» antes de la Navidad y que, a su entender, demuestra «su mala fe». «Yo cuando firmo un acuerdo lo cumplo», aseveró el sindicalista, quien aseguró que la credibilidad de la empresa tras esta decisión «es cero». Los trabajadores están a la espera de la reunión que han pedido a la dirección de la compañía, al igual que ha hecho el Ministerio de Industria.

Las pérdidas que espera Alcoa

Alcoa alega varios motivos para su decisión, que se resumen en que se encuentra en una «situación financiera complicada» y que espera «pérdidas significativas» en las plantas de aluminio y alúmina. Esta última podría registrar números rojos por encima de los 100 millones de euros debido a los elevados precios del gas, después de que cerrara el año pasado con un resultado negativo de 300 millones. De hecho, la compañía decidió reducir la producción al 50%. La factoría de aluminio, ya operando solamente con la fundición, perdió 140,5 millones en 2022, engordados parcialmente por la devolución de 36,5 millones en ayudas recibidas del Gobierno por las compensaciones de las emisiones indirectas de CO2.

William Oplinger, el CEO que relevó a Roy Harvey y que, a diferencia de su predecesor, no tiene un vínculo directo con San Cibrao (Harvey fue director de la planta) ,dijo en una conferencia sobre minería organizada por Goldman Sachs a mediados de noviembre que Alúmina era una de las operaciones de la compañía «en problemas financieros». «Probablemente pierda, a los precios actuales del gas, entre 80 y 100 millones de dólares de ebitda. Es una instalación que se ve realmente afectada negativamente por coste energético. Por lo demás, es una planta muy bien gestionada, pero es difícil por los precios del gas que tenemos», añadió.

En relación a la planta de aluminio, el presidente de Alcoa dijo durante la presentación de los resultados del tercer trimestre que afrontaba «retos muy importantes» para volver a la viabilidad. Entre ellos citó la debilidad de la demanda en productos de valor agregado, así como «los altos costes de la energía y la demora en los permisos y la construcción de algunas fuentes de energía renovable que teníamos». Oplinger hacía alusión a los PPA que firmó con Endesa, Greenalia y Capital Energy para cubrir una parte significativa de las necesidades eléctricas de San Cibrao.

Los problemas de Alcoa, en realidad, no se limitan a las plantas gallegas. El grupo perdió 500 millones de dólares en los nueve primeros meses del año y las acciones se depreciaron en bolsa cerca de un 40% en lo que va de ejercicio. La caída de precios del aluminio está afectando de manera importante a la rentabilidad. En el tercer trimestre del año, según el informe emitido por la compañía, el precio de venta de la alúmina en sus operaciones cayó un 2% y el del aluminio un 9%.

El estreno de Jordi Hereu

Los trabajadores, a quienes fue comunicada la decisión de aplazar la compra del horno de cocción de ánodos, han pedido una reunión urgente con la dirección. También el Ministerio de Industria y Turismo ha decidido convocar «próximamente» la comisión de seguimiento para analizar el impacto de esta medida. Supondrá el estreno de Jordi Hereu en una crisis con la que antes lidiaron Reyes Maroto y Héctor Gómez. La plantilla de San Cibrao considera fundamental que tanto el Ministerio como la Xunta se impliquen en las conversaciones con Alcoa.

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