Alcoa vuelve a sembrar la incertidumbre en San Cibrao sin aclarar si pretende vender las dos plantas
La multinacional americana, que acaba de hacerse con el 100% de la factoría de Alúmina al absorber a su socio australiano, asegura que mantiene conversaciones con potenciales compradores
La tensión vuelve a crecer en San Cibrao. Alcoa emitió un comunicado este martes que ha despertado los recelos tanto de la plantilla como de la administración pública. Primero, porque la compañía insiste en el discurso que mantiene desde finales del año pasado: que no tiene fondos suficientes para sostener las pérdidas de su negocio en España (principalmente porque ha asegurado que no está dispuesta a seguir financiando sus números rojos). Segundo, porque, por primera vez, ha revelado que ha iniciado contactos “con potenciales compradores fiables” que pudieran tener interés “en adquirir las operaciones”. Un mensaje críptico, ya que la multinacional americana no ha aclarado si este proceso de hipotética venta afecta a la planta de aluminio primario o también a la de alúmina.
Preguntada por este asunto por Economía Digital Galicia, la compañía se limitó este martes a remitirse a la nota de prensa, indicando, simplemente, que se se han iniciado contactos con compradores “fiables” con interés en “adquirir las operaciones”. La noticia cogió por sorpresa tanto a la representación de los trabajadores como a las administraciones públicas, que en el día de ayer tampoco tenían información sobre este extremo. La compañía apuntó, no obstante, que estas conversaciones no significan “que se vaya a realizar una venta, que cualquier potencial transacción debe abordar adecuadamente cuestiones clave para nuestros empleados y para Alcoa”. “Este paso es simplemente un esfuerzo por identificar partes interesadas con las que merece la pena tener un diálogo más profundo”, explicó.
Por otro lado, Alcoa también indicó, en relación con la planta de aluminio primario, que aborda en este momento el proceso pactado de rearranque de las cubas de electrólisis, que tratará de acordar con el comité de empresa una nueva modificación del acuerdo de viabilidad de la factoría de aluminio “relativas a retrasos en las inversiones, flexibilidad para completar el reinicio de las cubas por encima de las 32 que se están arrancando en la actualidad y el acceso al depósito de garantía del acuerdo si fuera necesario”.
Cambio de tercio de Alcoa
Que Alcoa abra la puerta en esta altura a la venta de la planta significa un cambio de tercio con la estrategia que hasta ahora había mantenido. La última vez que el grupo exploró una posible venta fue durante la pandemia, y en este caso solo de la planta de aluminio primario, cuando la Justicia tumbó el ERE que pretendía llevar a cabo en San Cibrao.
La multinacional negoció primero en exclusiva con el grupo británico Liberty, que se vio atrapado por la quiebra de su principal financiador, Greensill. En este caso, la compañía del magnate Sanjeev Gupta quería hacerse también con la factoría de alúmina, para asegurarse un suministro a buen precio, un extremo que no estaba en los planes de Alcoa, que no quería deshacerse de ese activo. En 2021, y con la mediación del Gobierno central, la compañía puso en marcha un nuevo proceso para buscar interesados en la planta. Se llegó a hablar de seis pretendientes: al margen de Liberty, Aludium, Sidenor, Trafigura, Metalcorp y Aldel.
Aunque Alcoa indicó posteriormente que nunca se llegó a una oferta vinculante, ya que los interesados necesitaban garantías por parte de la administración pública de que se aplicarían mecanismos para reducir la factura eléctrica de la planta, el proceso saltó por los aires debido a las exigencias de la multinacional. Los americanos querían que el Gobierno triangulase la venta vía SEPI. Es decir, que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales comprase la planta por un precio simbólico y luego se la vendiese a un tercero.
Según trascendió entonces, lo que Alcoa buscaba en aquel momento con la vía de la SEPI era blindarse ante futuras reclamaciones o demandas, evitando la situación que se vivió con la venta de las plantas de aluminio primario de A Coruña y Avilés al fondo suizo Parter, que luego revendió a Grupo Industrial Riesgo, que llevó a ambas compañías a la quiebra en medio de un proceso judicial por presunta descapitalización fraudulenta.
La clave de la alúmina
Alcoa vuelve a retomar la posibilidad de una venta de San Cibrao que, por ahora, tiene demasiadas incógnitas. Primero, no se sabe si afecta a todo el complejo o no y, segundo, hay que tener en cuenta que los trabajadores de la planta de aluminio primario tienen vigentes una serie de acuerdos firmados con la empresa cuando aceptaron parar las cubas durante dos años. Entre otras cosas, la plantilla tiene una suerte de blindaje ante expedientes laborales, ERTE o ERE, hasta 2026.
La plantilla de Alúmina no cuenta con este blindaje y, este lunes, distintos actores implicados en el proceso señalaban el hecho de que Alcoa se acaba de hacer con el 100% de esta sociedad, al haber firmado a nivel global un pacto vinculante por el que se hará con Alumina Limited en una operación a través de acciones por valor de unos 2.200 millones de dólares. Se trata de su socia australiana en este negocio y que, hasta ahora, retenía un 40% de la refinería de San Cibrao.
De la balsa de lodos a los parques eólicos
No obstante, distintas fuentes consultadas por este medio indican que dos son las cuestiones que ahora mismo atenazan a la compañía y que tienen que ver tanto con el negocio de aluminio como con el de la alúmina.
Por un lado, la aprobación de los parques eólicos de Greenalia y Capital Energy que deben aligerar la factura eléctrica de la compañía en los próximos años y que aún no se han comenzado ni siquiera a construir. Por otro, la situación de la balsa de lodos rojos de alúmina, que necesita ser ampliado para mantener su vida útil.