Alcoa se deja en dividendos casi tanto como lo que cuesta la inversión paralizada en San Cibrao

Alcoa dedica 67 millones de euros cada año al pago de dividendos a sus accionistas pese a encadenar dos años consecutivos en números rojos

Bill Oplinger, presidente de Alcoa

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Ritmo de crucero de Alcoa con sus dividendos. La multinacional con sede en Pittsburgh dedica cada años un total de 72 millones de dólares (unos 67 millones de euros al cambio actual) a retribuir a sus accionistas.

La compañía mantiene para este año el desembolso de 0,4 dólares por acción en concepto de dividendo pese al giro en una cuenta de resultados que se ha teñido de rojo. No en vano, la firma que capitanea Bill Oplinger ha pasado de ganar unos 397 millones de euros en 2021 a anotarse números rojos por valor de 94 millones de euros en 2022 y de casi 600 millones de euros en 2023.

Pese a ello, Alcoa ha mantenido invariable un dividendo que actualmente ofrece una rentabilidad del 1,1% toda vez que las acciones de la compañía se sitúan en el nivel de los 38,98 dólares al cierre de la sesión bursátil del jueves. Alcoa retribuye así a unos accionistas que aprovechan la evolución de este 2024 para compensar las pérdidas latentes de los dos ejercicios anteriores.

Y es que los títulos de Alcoa se revalorizan un 14,6% en lo que va de año, si bien todavía se sitúan lejos de los 92,79 dólares hasta los que llegó en marzo de 2022 con el impulso de los precios del aluminio como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania.

De BlackRock a Vanguard

Alcoa ya ha abonado dos de los clásicos cuatro pagos de 0,1 dólares cada uno que realiza todos los años. El último tuvo lugar el pasado 7 de junio y supuso una salida de 18 millones de dólares (16,8 millones de euros) con destino unos accionistas en cuya lista sobresalen nombres como BlackRock, Vanguard o State Street Global Advisors.

La primera, que ejerce como máximo accionista de Alcoa con su participación del 12,4%, es la mayor gestora de fondos del mundo tras atesorar 10,5 billones de euros en activos bajo gestión. Vanguard, por su parte, es el mayor representante de la industria de gestión pasiva y tiene bajo su posesión el 10% de las acciones de Alcoa, un porcentaje que duplica al 4,5% de State Street Global Advisors.

Estas tres firmas recibirán a lo largo del año 19 de los 72 millones de dólares que Alcoa destinará a dividendos. Esta cantidad total representaría alrededor de un tercio de las inversiones totales que la multinacional se comprometió a realizar en San Cibrao con el objetivo de reactivar la planta de aluminio.

Las inversiones pendientes en San Cibrao

Alcoa se comprometió a invertir un total de 146 millones de dólares (136 millones de euros) en mejoras para San Cibrao, una cifra a la que se suman los otros 35 millones de dólares (32,7 millones de euros) necesarios para el arranque de la fábrica de aluminio.

La inflación obligó a disparar al alza el presupuesto previsto por Alcoa para abordar esta tarea. Tanto es así que el horno de cocción de ánodos, la inversión estrella dentro de este plan de modernización, engordó su precio desde los 42 millones de euros contemplados en las previsiones iniciales hasta los 109 millones.

La construcción de este horno de cocción debía arrancar en noviembre del año pasado, pero quedó paralizada ante las dificultades alegadas por Alcoa para hacer frente a esta inversión. La compañía lanzó este aviso en paralelo a su solicitud para aplazar el rearranque de 32 cubas de electrólisis previstas para el 31 de marzo.

Estas variaciones a la hoja de ruta contaron con la oposición de un comité de empresa que a finales de 2021 había acordado dos años de parón de la actividad para capear el temporal de los elevados precios de la energía. Ante esta situación, Alcoa decidió seguir adelante con el plan de rearranque de la factoría a cambio de dejar en stand by la inversión en el horno de cocción de ánodos y de lanzar un aviso sobre la delicada situación económica de su complejo de San Cibrao.

La venta de San Cibrao, en el horizonte

La firma cifró en 220 millones de euros las líneas de crédito y la caja disponible para financiar sus operaciones en un complejo de San Cibrao para el que escucha ofertas. La empresa aseguró esta semana que se encontraba analizando ya “respuestas no vinculantes” de potenciales compradores de las plantas de aluminio y alúmina.

A través de un comunicado, la multinacional precisaba que el nuevo comprador debe tener “fortaleza financiera y capacidades técnicas para asegurar la continuidad de la operación” y “demostrar las garantías adecuadas para cubrir futuras contingencias o responsabilidades”. Además, indica que debe tener “capacidad para llevar a cabo un proceso de due diligence de manera adecuada”, así como contar con «voluntad de aceptar todas las obligaciones y responsabilidades vinculadas al negocio, incluyendo el acuerdo de viabilidad, el acuerdo del convenio colectivo, las responsabilidades medio ambientales, acuerdos con proveedores, clientes y otros”.

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