Alcoa cree que Alúmina puede ser rentable, pero intentará vender todo San Cibrao este año

La hoja de ruta de Alcoa para buscar una solución a los problemas del complejo de San Cibrao avanza entre muchas incertidumbres. La principal es saber si la multinacional norteamericana conseguirá traspasar las plantas en el proceso de venta que inició este mismo año, coincidiendo con el reinicio de la factoría de aluminio tras dos años con las cubas de electrolisis apagadas. Esa apuesta sigue sobre la mesa y, a decir de la vicepresidenta y responsable financiera del grupo, Molly Beerman, podría concretarse antes de finalizar el año, como avanzó este medio.

«Durante el verano, hemos estado trabajando con un pequeño grupo de empresas para aclarar y mejorar sus ofertas. Ese trabajo continúa. Si tenemos una oferta aceptable, todavía tenemos la visión de cerrar la venta antes de fin de año«, dijo la directiva, que participó este jueves en una conferencia organizada por Morgan Stanley.

El problema de la balsa de lodos

Alcoa dijo en su momento que los precios energéticos hacían inviable el complejo, que se vio también duramente castigado por la escalada del gas. El resultado fue que registró pérdidas de 112 millones en la planta de aluminio, aún sin actividad, y de 270 millones en la de alúmina. A nivel operativo, el grupo cifró en 150 millones de dólares el impacto de los números rojos de sus fábricas gallegas en el ebitda. El retraso en los parques eólicos que deben abastecer de energía renovable las instalaciones o la falta de mejoras en las ayudas estatales por derechos de emisión de CO2, también influyen en la espantada de Alcoa, según manifestó reiteradamente su cúpula.

Ahora bien, Beerman ha hecho alguna matización a este oscuro escenario. En su intervención, señaló primero que, en relación a esos 150 millones de dólares, que no eran pérdidas «tan grandes», y que estaban descendiendo debido a la mejora en los precios de venta. «Pero no estamos en un punto de rentabilidad, ni siquiera en la refinería», apuntó, en referencia a la planta de alúmina.

Sobre esta factoría señaló que podría ser rentable, pero que su futuro a medio plazo depende de la ampliación de la balsa de lodos rojos que está tramitando la compañía desde el año pasado, sin contar todavía con los permisos necesarios de la Xunta. «A un precio de 510 dólares de alúmina, posiblemente podríamos estar ganando dinero allí, pero también estamos esperando la aprobación del gobierno regional para el área de almacenamiento de residuos que necesita algunas inversiones de capital. Hasta que no consigamos ese permiso, no podemos completar ese trabajo, que es necesario para la continuidad de las operaciones en el medio plazo», señaló.

Las condiciones de Alcoa

La vicepresidenta de Alcoa reiteró que en las condiciones actuales no pueden continuar con el reinicio de las cubas de electrolisis, como habían pactado con los sindicatos. «La viabilidad a largo plazo de San Cibrao depende de la búsqueda de energía económica; necesitamos un apoyo significativo en la compensación de CO2 por parte del Gobierno; y también necesitamos la flexibilidad de los sindicatos», concluyó Beerman.