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Alcoa cierra una refinería de alúmina en Australia con la de San Cibrao al 50%
El grupo americano anuncia la progresiva clausura de este activo australiano del que dependen unas 800 personas mientras en España aborda el rearranque de las cubas de electrolisis de la factoría de aluminio primario tras dos años de parón y en plena tormenta por las pérdidas millonarias que prevé
Vuelven los ajustes a Alcoa en pleno proceso de rearranque de las cubas de la factoría de aluminio primario de San Cibrao y con la refinería operando al 50% debido a los precios del gas. Este martes, el grupo con sede el Pittsburgh anunció su intención de cerrar la refinería de alúmina que tiene en Kwinana, en Australia, y en la que trabajan unas 800 personas. El proceso arrancará en el segundo trimestre del año y finalizará, previsiblemente, en 2025.
La refinería tiene una capacidad de producción anual de 2,2 millones de toneladas métricas y desde enero del año pasado ha estado operando al 80% de su capacidad. Matt Reed, vicepresidente ejecutivo de la compañía, indicó que la decisión de reducir las instalaciones, de más de 60 años de vida, estaba ligada a distintos factores: tanto su antigüedad como los costes operativos y la situación actual del mercado. “Reconocemos que esta acción afectará a los trabajadores, los socios comerciales y la comunidad”, admitió.
Con una plantilla de 800 empleados, la previsión es que la plantilla se reduzca a aproximadamente 250 personas en el tercer trimestre del año, cuando cese toda la producción de alúmina. Explica la compañía que, no obstante, “ciertos procesos continuarán hasta aproximadamente el tercer trimestre de 2025, cuando el número de empleados se reducirá más aún, a unos 50”.
El grupo asegura que tratará de recolocar a los empleados dentro del propio grupo “o facilitar el trabajo en otros lugares”.
Pérdidas millonarias
Hay que tener en cuenta que Alcoa cuenta con otras refinerías en Australia. A pesar del cierre, el grupo mantendrá las instalaciones portuarias localizadas cerca de este activo, que continuarán en operación para “importar materias primas y exportar alúmina producida en la refinería de Pinjarra”, que no se verá afectada por el cierre de Kwinana.
Para justificar la decisión del cierre, Alcoa indica que la refinería de Kwinana registró “una pérdida neta de 130 millones de euros en 2023”. Con su cierre, o lo que es lo mismo, en el argot del sector, la reducción de su producción, el grupo indica que “espera mejoras anuales de cerca de 70 millones a partir del tercer trimestre de 2024”. Asegura además que en el primer trimestre de este ejercicio, “registrará gastos de reestructuración de entre 180 y 200 millones de dólares, relacionados con la reducción de la refinería”.
Tormenta en España
El anuncio de Alcoa se produce mientras en San Cibrao la compañía inicia el rearranque de las cubas de electrólisis paralizadas hace dos años por los altos precios energéticos. Este martes, el presidente del comité de empresa de la factoría de A Mariña, José Antonio Zan, indicó que la fecha importante en el horizonte es la del 31 de marzo, el plazo límite para el encendido de las 32 cubas.
Al margen de este procedimiento, las alarmas sobre la compañía volvieron a saltar este invierno cuando decidió frenar la mayor inversión que tenía prevista para San Cibrao, un horno de cocción de ánodos de unos 100 millones de euros. Entre otros factores, los americanos insisten en que los costes energéticos de la factoría siguen siendo altísimos: así, indicó que en los nueve primeros meses de 2023 las pérdidas alcanzaron los 120 millones de euros.
Por otro lado, el grupo y su socio australiano, Alumina Limited, mantienen reducida al 50% la producción de alúmina debido a los precios del gas. En sus últimas cuentas depositadas ante el Registro Mercantil, las de 2022, la sociedad Alúmina Española se anotó unas pérdidas netas de 300 millones.