Alcoa calcula el precio del cierre de San Cibrao: más de 240 millones sin contar indemnizaciones

El presidente de la multinacional asegura que la prioridad es hacer del complejo de A Mariña un lugar competitivo a largo plazo, pero insiste en que el memorándum firmado con el Gobierno no es “garantía” para el rearranque de la fundición

La fábrica de Alcoa, a 24 de enero de 2024, en San Cibrao, Lugo, Galicia (España)

La fábrica de Alcoa, en San Cibrao, Lugo, Galicia (España). Carlos Castro – Europa Press – Archivo

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Alcoa asegura que quiere una solución a largo plazo para San Cibrao que saque el complejo de sus números rojos y lo haga competitivo pese a la elevada factura eléctrica que tiene que soportar. Pese a eso, tiene realizado el cálculo de cuánto acarrearía el cierre de las plantas de aluminio primario y alúmina. Más de 240 millones de euros al cambio, y eso, sin tener en cuenta las indemnizaciones de los trabajadores, más de mil personas entre ambas factorías.

La cifra la reveló la vicepresidenta y responsable financiera de Alcoa, Molly Beerman, en la conferencia ante analistas que el grupo americano realizó una vez comunicados al mercado sus resultados correspondientes al ejercicio 2024, en el que volvió a la senda de los beneficios, con una ganancia neta de 57 millones de euros frente a las pérdidas de 625 millones de 2023.

La fundición aún «no es viable»

Alcoa firmó esta semana un memorándum de entendimiento con Gobierno, Xunta e Ignis EQT (su potencial partner en San Cibrao) por el que, entre otras cuestiones, la administración pública garantiza más ayudas por compensación de CO2, la aprobación de los proyectos relacionados con el almacenamiento de residuos, como la balsa de lodos rojos, la agilización de proyectos de energía renovable encaminados a abaratar la factura del complejo y la “prioridad” de reactivar las instalaciones de aluminio primario. A pesar de que todas las partes se felicitaron, la noche del pasado miércoles (hora española) en la conferencia ante analistas, el presidente del grupo americano, Bill Oplinguer, indicó que quedaban “piezas por encajar” y que la reactivación de la fundición no se podía “garantizar”.

Sin indicarlo directamente, Oplinguer quería poner la pelota en el tejado del comité de empresa, pues otra de sus demandas es que los trabajadores se abran a modificaciones en el plan de inversiones pactado y permitan la “liberación de efectivo restringido”. Es decir, que Alcoa pueda usar fondos reservados para inversiones en la planta, como por ejemplo el horno de cocción de ánodos, como inyecciones de capital para poder reequilibrar su balance.

“Actualmente, la fundición no es viable, por lo que aumentar la producción acelerará el consumo de efectivo a partir de la inversión propuesta, que debe reservarse para respaldar la viabilidad a largo plazo de las operaciones”, argumentó el directivo, para insistir en que debían hablar con el comité de empresa sobre este asunto.

Los números de un cierre

En este punto, los ejecutivos de Alcoa recibieron la pregunta de si habían cuantificado cuánto les costaría el cierre del complejo en caso de que, finalmente, no se alcanzase una solución a largo plazo. La respuesta deja claro que una salida de España no sería gratuita para los de Pittsburgh.

Beergman indicó que los datos no estaban actualizados, pero que el cierre de la fundición conllevaría “unos costes de entre 40 y 50 millones de dólares” mientras que en la refinería de alúmina, la factura se dispararía hasta los 200 millones de dólares. Todo esto, sin tener en cuenta las indemnizaciones de la plantilla, que sobrepasa los mil empleados. La multinacional se gastó unos 70 millones de euros en indemnizaciones para la mayoría de los trabajadores de las plantas de A Coruña y Avilés que acabaron cerradas tras la quiebra de Alu Ibérica. Las mismas contaban con unos 350 trabajadores gallegos y 270 asturianos.

Hay que tener en cuenta que, especialmente en el caso de la alúmina, parte de los gastos estarían relacionados con la restauración ambiental del lugar. A este respecto, la vicepresidenta de Alcoa indicó que de los 200 millones de dólares calculados, unos 80 estarían relacionados “con gastos de capital para el área de almacenamiento de residuos”. Un trabajo que, indica, “será necesario, ya sea que estemos en funcionamiento o cerrando”.

La directiva añadió que “en un escenario de cierre, estaríamos además pagando esos fondos de los que acabo de hablar de cinco a siete años”.

«Apoyo significativo»

A pesar de que Alcoa tiene cuantificados los números de un hipotético cierre, su primer ejecutivo insistió ante la pregunta que no se debe “especular” ante el posible resultado de las negociaciones por el futuro de San Cibrao, insistiendo en que el memorándum firmado era un importante avance. “Estamos centrados en hacer de San Cibrao un sitio viable. Acabamos de anunciar un apoyo significativo, con el que estamos muy contentos, tanto del Gobierno nacional como del regional. Así que estamos centrados en hacer de San Cibrao un sitio viable a largo plazo. Ese es nuestro resultado prioritario”, indicó.

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